Quienes practican alguna forma de meditación aseguran que ésta no implica ningún cambio en las creencias, valores, religión o estilo de vida. Sin embargo, no hay dudas de que produce modificaciones en el cuerpo humano tanto a nivel físico como psíquico y es por eso que los científicos están cada vez más interesados en conocer en detalle los procesos que genera en el organismo esta práctica de creciente popularidad en el mundo occidental.
Aunque existen diferentes tipos de meditación, todas las alternativas se atienen a los principios básicos de reflexión y pensamiento silencioso para llegar a un estado que permite "rumiar las reflexiones".
Entre las formas reconocidas de meditación están: la trascendental, la zen, la taoista, mindfulness, la budista y el rezo. Algunos tipos de meditación pueden requerir que el cuerpo esté completamente quieto o que se realicen movimientos controlados, mientras otros tipos de meditación permiten el libre movimiento del cuerpo. Si bien los métodos son diferentes, el objetivo final de todas las formas de meditación es lograr que la mente se silencie y se libere del estrés a través de la contemplación y la reflexión.
Las características propias de la meditación parecen aportar una serie de beneficios a quienes la practican: disminuir el estrés y la ansiedad, mejorar la respiración, reducir la presión arterial y hasta influir positivamente en los estados de ánimo y la memoria son algunas de las ventajas mencionadas por quienes se han dedicado a estudiar los efectos de la meditación sobre las personas.
APAGARSE
Un estudio mediante imágenes cerebrales realizado por investigadores de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, reveló recientemente que los meditadores experimentados parecen ser capaces de "apagar" ciertas áreas del cerebro asociadas con el soñar despiertos y con desórdenes psiquiátricos tales como el autismo y la esquizofrenia.
"Un menor tiempo de "soñar despiertos" ha sido asociado con mayores niveles de felicidad", explicó Judson A. Brewer, profesor de Psiquiatría y autor principal del estudio publicado en la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences".
"Entender cómo funciona la meditación ayudará en la investigación de gran cantidad de enfermedades", afirmó.
"Se ha demostrado que la meditación puede actuar sobre una variedad de problemas de salud, tales como ayudar a las personas a dejar de fumar, controlar el cáncer e incluso prevenir la psoriasis", añadió Brewer.
El equipo de Yale realizó escaneos con resonancia magnética funcional tanto en meditadores experimentados como en novatos mientras practicaban tres técnicas diferentes de meditación.
Encontraron que los meditadores experimentados tenían disminuida la actividad en áreas del cerebro llamadas "red de modo por defecto", que han sido vinculadas con fallas de la atención y desórdenes tales como la ansiedad, déficit de atención y desorden de hiperactividad e incluso con la creación de placas de beta-amiloide en la enfermedad de Alzheimer.
La disminución de la actividad en esta red se constató en meditadores experimentados, independientemente del tipo de meditación que estuvieran practicando.
Según los investigadores, los meditadores experimentados "apagarían" áreas del cerebro asociadas con la divagación mental, la ansiedad o algunos desórdenes psiquiátricos tales como la esquizofrenia.
Los científicos utilizaron los escaneos por resonancia funcional magnética para determinar cómo los cerebros de los meditadores se diferenciaban de las personas que no estaban meditando.
El escaneado mostró que cuando la red de modo por defecto estaba activa, las regiones del cerebro asociadas con el auto monitoreo y control cognitivo eran también activadas en los meditadores experimentados pero no en los novatos. Esto puede indicar que los meditadores están constantemente monitoreando y suprimiendo el surgimiento de pensamientos sobre sí mismos o la divagación mental. En formas patológicas, estos estados están asociados con enfermedades tales como el autismo y la esquizofrenia.
Los meditadores hacían esto tanto durante la meditación como cuando sólo estaban descansando -y no se les decía que hicieran algo en particular-. "Esto puede indicar que los meditadores han desarrollado un "nuevo" modo por defecto en el cual hay más conciencia centrada en el presente y menor conciencia centrada en sí mismos", explicó Brewer.
"La habilidad de la meditación de ayudar a las personas a quedarse en el momento que viven ha sido parte de prácticas filosóficas y contemplativas por miles de años", advirtió el científico.
"En cambio, el sello distintivo de muchas formas de enfermedad mental es la preocupación en los propios pensamientos, una condición que la meditación parece afectar. Esto nos da algunos datos sobre los mecanismos neurológicos y cómo pueden estar trabajando clínicamente", apuntó.
MAS BENEFICIOS
Los expertos dicen que los hallazgos amplían estudios anteriores que han demostrado que la meditación puede alterar la estructura cerebral -mediante el incremento de la densidad de la materia gris- y la actividad cerebral para mejorar la concentración.
"Los resultados del estudio echan luz no sólo sobre los efectos de la meditación en el cerebro sino también sobre ciertas operaciones cerebrales básicas que pueden tener implicaciones más allá de la meditación", señaló Catherine Kerr, directora de la Iniciativa de Estudios Contemplativos y Neurociencia Translacional de la Universidad Brown, en Estados Unidos.
Kerr estudió los efectos de la meditación sobre la actividad de ondas cerebrales y explicó que el cerebro tiene dos redes: la red de atención y la red por defecto. La red de atención está generalmente enfocada en algo externo, como una tarea manual. Mientras que la red por defecto está involucrada en el parloteo interior y el soñar despiertos.
Habitualmente estas redes trabajan de manera independiente respecto de la otra. Cuando una se "enciende", la otra se "apaga", indicó Kerr.
"Pero los meditadores están usando esta red por defecto de maneras nuevas e inusuales", agregó la especialista.
"Las personas que meditan no se pierden en un parloteo interior negativo. La meditación las protege de los pensamientos repetitivos negativos, que ponen a las personas en riesgo de sufrir depresión", sentenció.
La investigadora sugiere que la meditación puede trabajar como un foco que mantiene la atención de la mente alejada de las distracciones internas y la conduce de nuevo a la tarea entre manos.
RENDIMIENTO
Otro estudio realizado por miembros de la Universidad de Gestión Maharishi en California, Estados Unidos, publicado en la revista "Education" sugiere que la técnica de meditación trascendental podría ser un método eficaz para mejorar los resultados académicos en matemáticas e inglés en estudiantes con un bajo rendimiento.
El estudio se realizó en una escuela pública californiana con 189 estudiantes que se encontraban por debajo del nivel de aprobado en inglés y matemáticas. El cambio en los logros académicos se evaluó utilizando pruebas estándar de California.
Según explicó Ronald Zigler, coautor del trabajo, "los resultados del estudio proporcionan apoyo a una tendencia reciente en educación que se centra en el desarrollo mente-cuerpo del estudiante para mejorar sus logros académicos".
Los estudiantes que practicaban el programa de meditación transcendental mostraron aumentos significativos en el rendimiento y las puntuaciones en inglés y matemáticas durante el período que duró el estudio (un año).
Los facultativos que fueron encuestados como parte del proyecto señalaron que el programa de meditación trascendental era un valor añadido para la escuela. Estos profesionales decían que los estudiantes estaban más calmados, felices y menos hiperactivos con una mayor habilidad para centrarse en el trabajo escolar.
En términos del ambiente escolar, los facultativos informaron de menos peleas entre los estudiantes, un menor uso del lenguaje abusivo y en general una atmósfera más relajada y calmada desde que se implantó el programa.
CONTRA EL DOLOR
En tanto, otra investigación del Centro Médico Baptista Wake Forest en Winston-Salem, Estados Unidos, publicada en la revista "Journal of Neuroscience" indicó que la meditación produce potentes efectos analgésicos en el cerebro.
Según explicó Fadel Zeidan, director de la investigación, "este es el primer estudio que muestra que sólo un poco más de una hora de entrenamiento en meditación puede reducir de forma considerable la experiencia de dolor y la activación cerebral asociada al dolor".
"Descubrimos un gran efecto, de alrededor de un 40 por ciento de reducción en la intensidad del dolor y un 57 por ciento de reducción en el malestar asociado. La meditación produjo una mayor reducción del dolor que incluso la morfina u otros fármacos analgésicos, que suelen reducir el dolor en tasas de aproximadamente el 25 por ciento", apuntó Zeidan.
Los investigadores creen que la meditación tiene gran potencial para su uso clínico dado que se necesita un entrenamiento muy reducido para producir grandes efectos analgésicos. "Este estudio muestra que la meditación produce efectos reales en el cerebro y puede proporcionar una eficaz manera de reducir de forma sustancial el dolor sin medicamentos", concluyó Zeidan.