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Faltan políticas públicas a largo plazo para fomentar mejores hábitos alimentarios en el país

La mala nutrición de los argentinos

La UCA, el Banco de Alimentos y el CEPEA lanzaron el programa `Comer Mejor´ para promover un cambio dietario. Hay un 45 por ciento de la producción de la Argentina que se desperdicia en el camino y son productos de gran valor nutricional.

"En la Argentina, según la última Encuesta Nacional de Nutrición, si uno promedia a los diferentes grupos etarios, se percibe que el 55 por ciento de la población argentina tiene sobrepeso y obesidad. La forma más prevalente de malnutrición, que no se da solamente aquí sino que también en todo el mundo, es el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades que se dan como la diabetes y la hipertensión arterial creciente, un ramillete de afecciones crónicas que se dan en ese entorno. Todo eso está  determinado por un patrón alimentario de baja calidad'', enfatizó Sergio Britos, director del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA), durante la presentación del sitio web `Comer Mejor', una iniciativa lanzada junto a la UCA y la Red Argentina de Bancos de Alimentos. El programa está  orientado a promover un cambio dietario, mejorar la calidad y diversidad de la alimentación de las familias argentinas y educar para una correcta comprensión del etiquetado frontal de alimentos.
Según estudios recientes, la dieta promedio de la población argentina es poco diversa (4,48 puntos en una escala de 10), de baja calidad nutricional (solo 11 % de los habitantes tiene una buena calidad de dieta) y poco sustentable (en particular en emisión de gases de efecto invernadero). Ello refuerza la necesidad de un cambio dietario basado en razones de salud humana y ambiental. 
"En un trabajo que estamos por sacar entre CEPEA y el Observatorio Social de la UCA muestra que, referido a los niños, solamente el 5 por ciento en el país consume de manera regular y simultánea todos los grupos de alimentos necesarios en función de las recomendaciones nutricionales. Solamente el 5 por ciento de los niños realmente se podría decir que están haciendo una buena alimentación. Por el contrario, el 39 por ciento consumen de manera simultánea cantidades inadecuadas de alimentos llamados protectores'', resaltó el nutricionista sobre el consumo de derivados de las harinas, panificados y alimentos ultra procesados.
Luego agregó que "En Argentina hay algunos déficits que son muy importantes en la estructura de nuestro patrón alimentario que tiene que ver con las verduras, frutas, legumbres, granos y cereales integrales y con lácteos, en particular, el bajo consumo que hay de yogures. Con lo cual esos fueron los grupos de alimentos que priorizamos entendiendo que son en los que se concentran los problemas deficitarios''.

PROPÓSITO
El propósito del Programa `Comer Mejor' es producir cambios sostenibles que mejoren las brechas de calidad nutricional y diversifiquen la alimentación de la población argentina considerando sus diversas particularidades. "Una cuestión importante que tiene que ver con la génesis de este proyecto se basa en los dos grandes problemas que tenemos en alimentación en el país. Por un lado, hay una baja calidad de dieta, por desequilibrio de consumo de alimentos protectores o de baja calidad nutricional. Por el otro, hay una monotonía, es decir, una baja diversidad de la dieta. Esto toca transversalmente a todos los sectores de la Argentina porque comen tan mal los que viven en lugares como Puerto Madero como el 40 por ciento de la Argentina pobre. Es cierto que en los sectores de más bajos ingresos se profundizan las brechas, pero también se está dando en todos los grupos sociales'', resaltó Brito que destacó la estrategia digital de sacar un sitio digital y posicionar al programa en las redes se realizó con el fin de "lograr una mayor difusión''.
Así, a través de una plataforma web (www.comermejor.com.ar), que estar  disponible en los próximos días, y desde las redes sociales, "somoscomermejor'', se difundir  información sobre cada uno de los grupos de alimentos. "Una sección se refiere sobre el plato saludable y habrá videos de un cocinero que nos enseña a comer mejor a través de recetas y formas prácticas de poder implementar estos alimentos. También hay un Verdadero y Falso sobre mitos y verdades de los alimentos porque con tanta información que hay en las redes se termina sabiendo si es verdad. También se trata el etiquetado frontal y podrán encontrar respuestas sobre el significado de cada ítem'', resaltó Mariana Albornoz, coordinadora de CEPEA durante la presentación.

EXCESOS CARACTERÍSTICOS
En la Argentina la mala calidad nutricional de lo que se ingiere diariamente está resaltada por tres excesos. "Primero todos los alimentos que derivan de las harinas como panificados, cereales y refinados. Segundo el exceso de carne, que es importante reconocerlo y hablarlo. En el país si se suma todas las carnes estamos en promedio por encima de los 110 kilos por año de carnes por persona. Cuando podríamos mantener una dieta de buena calidad consumiendo la mitad. Y esto se da también en los sectores de más bajos ingresos. El tercero son los alimentos de consumo casual que son fuente de azúcar, grasa saturadas o sodio'', resaltó el directivo de CEPEA.
Un factor clave para desarrollar hábitos saludables es el acceso a esas comidas consideradas "saludables''. Sin embargo, las sucesivas crisis económicas han impactado en los precios de las verduras, frutas, cereales y legumbres, entre otros alimentos de gran calidad nutricional.
"Desde el 2018 el precio de la canasta básica alimentaria viene creciendo más que el índice de precios al consumidor del IPC. Cuando uno analiza esto, los alimentos de mejor calidad crecen por encima del índice de alimentos. Es decir, lo que más se incrementa es lo que mejor nutre. A la vez vivimos en un país con una carga impositiva muy alta en alimentos, casi el 40 por ciento del costo son impuestos. Cuando los precios pierden esa capacidad de ser incentivos para una buena alimentación es fácil entender que quienes tienen dificultades para comprarlos van a terminar prefiriendo o pudiendo comer alimentos de calidad media, como mucha harina, panificado y mucho cereal refinado. Estos problemas de calidad de dieta en estos momentos creo que han sido algo histórico. Me parece que la educación alimentaria es una gran ausente en las políticas públicas, sobre todo, en dos momentos claves como son los primeros años de vida y la escolaridad'', resaltó Brito.
Un problema crónico en las políticas públicas de Argentina es el desarrollo a largo plazo de programas que asistan a la población para adquirir mejores hábitos nutricionales y la posibilidad de acceder a esos grupos de alimentos. "Hay un 45 por ciento de la producción de la Argentina que se desperdicia en el camino y son productos de gran valor nutricional. Me preguntaban si no hay acompañamiento del Estado o programas que apoyen ese tipo de proyectos para rescatar esa producción y, la realidad, es que no. Hay un vacío en términos de políticas públicas a largo plazo. Tampoco en programas para articular con los mismos productores y una gama de proyectos para usar esos alimentos para mejorar la calidad nutricional de la población más vulnerable. Sin embargo, lentamente esto está cambiando y hay algunos municipios con mayor conciencia. También trabajamos con el Ministerio de agricultura, ganadería y pesca que tiene el programa de reducción de pérdidas y desperdicios'', subrayó Natasha Hinsch, directora de Proyectos en el Banco de Alimentos.
Finalmente, Patricio Kenny, director de la Carrera de Nutrición en la UCA, reflexionó sobre la paradoja que se da en el país de ser un productor de alimentos. "Tenemos un 40 por ciento de pobreza y la desnutrición y la mala nutrición acompañan siempre a los vulnerables. En este contexto se da también la paradoja de que coexisten en la Argentina, y en la región, los dos extremos de la mala nutrición tanto por el deficit como por el exceso, ya que se sabe que hay una pandemia mundial de obesidad y los porcentajes de esto en la Argentina son muy altos. El tema de salud pública es una deuda en este país. En todos estos años no ha sido el Estado el protagonista sino el sector privado a través de las ongs'', concluyó el directivo de la UCA.