El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó hoy que la economía internacional crecerá 3,1% este año, que significa 0,2 puntos básicos más de lo que estimaba en octubre último, frente a un mayor optimismo de que las principales economías lograrán bajar la inflación sin caer en recesión.
De acuerdo al reporte de Perspectivas Económicas Mundiales, el crecimiento para este año sería de 3,1% -el mismo de 2023- y de 3,2% para 2025.
El alza de la proyección responde a una “resiliencia mayor que la esperada en Estados Unidos y en otras economías emergentes y en desarrollo, así como el estímulo fiscal en China”.
De todos modos, el Fondo aclaró que el crecimiento mundial proyectado tanto para este año como para el próximo es menor al promedio histórico de entre 2000 y 2019, cuando el mundo crecía en torno al 3,8% anual.
Esto último se debe a las “elevadas tasas de política de los bancos centrales para combatir la inflación, la reducción de estímulos fiscales y los altos niveles de endeudamiento, así como un bajo crecimiento subyacente de la productividad”.
Entre los diversos países, el FMI proyecta un crecimiento de 2,1% para Estados Unidos en 2024, que representa 0,6 puntos básicos más de los estimado originalmente en base a un consumo mayor al esperado, aunque menor al 2,5% del año pasado por el traslado a la economía de los incrementos de tasas.
En tanto, la Eurozona avanzaría 0,9%, con proyecciones de 0,5% para Alemania, 1% para Francia, 0,7% para Italia y 1,5% para España.
Si se toman únicamente a los países considerados como “avanzados”, estos crecerían 2,1% este año, por debajo del 4,1% de las “economías emergentes y en desarrollo”.
En el caso de China, su crecimiento de 5,2% de 2023 –uno de los menores en décadas- se desaceleraría aún más este año a 4,6%, pese a ser mejor del 4,2% originalmente proyectado, mientras que India avanzaría 6,5%.
En Latinoamérica y el Caribe, en tanto, la expansión de la economía se desaceleraría del 2,5% de 2023 al 1,9% de 2024, un descenso de 0,4 puntos porcentuales frente a lo originalmente previsto, mayormente debido a la revisión a la baja de Argentina.
No obstante, la expansión de la región volvería a ser de 2,5% en 2025, según proyecta el Fondo.
En cuanto a la inflación global, el FMI prevé un avance de los precios de 5,8% para este año y de 4,4% para 2025, con una desaceleración más fuerte en las economías avanzadas respecto de las emergentes.
Los pronósticos asumen que los precios de las commodities –como el petróleo- seguirán enfriándose este año y el próximo, y que las tasas de interés comenzarán a reducirse desde mediados de este año, como en el caso de la Reserva Federal, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra.
“Con la desinflación y un crecimiento sólido, las positividades de un aterrizaje duro se redujeron, y los riesgos al crecimiento global están balanceados”, indicó el Fondo.
Es decir, muchos países lograrían un “aterrizaje suave” de sus economías al lograr reducir la inflación subiendo las tasas de interés, sin generar una recesión en el proceso.
De todos modos, el FMI advirtió por diversos riesgos a la baja de la economía, incluyendo la posibilidad de “nuevas escaladas de los precios de las commodities por shocks geopolíticos, como la continuidad de los ataques en el Mar Rojo”, una “persistencia en la inflación subyacente” que llevaría a mantener tasas altas por más tiempo y una “profundización de las complicaciones del sector inmobiliario en China”.
El informe también advierte por la fragmentación en bloques del intercambio global con cerca de 6.200 nuevas restricciones impuestas en los últimos dos años.
En ese sentido, indicó que el intercambio crecerá 3,3% este año, por debajo de la tasa histórica del 4,9%.