"Lejos de Pekín" es un relato intimista que plantea el diálogo de una pareja en víspera de la concreción de un proceso de adopción.
María y Daniel ya llegaron a los cuarenta y van por el octavo año de matrimonio sin tener hijos. Es entonces que deciden embarcarse en un proceso de adopción. Una provincia del Litoral hacia la que se trasladan es el lugar donde les será entregado un niño cuya madre acepta que su hijo (en este caso una bebé) pueda tener una vida mejor gracias a esos "forasteros" que vienen de Buenos Aires.
Con una lluvia constante que acompaña a la pareja en su espera se desarrolla la historia, que hace crisis ante la duda de último momento de la madre biológica de la criatura en juego, lo que pone en peligro la adopción. La espera de un tiempo para tomar una resolución ante esa inesperada actitud hace que la pareja deba permanecer más tiempo en el hotel, donde revive su pasado. Emociones, desengaños, incertidumbres, dudas, ponen en jaque la relación y obligan a pensar sobre la madurez de los futuros padres, que a pesar de todo se aman.
RASGOS ONIRICOS
Filme interior rodado por el director misionero Maximiliano González, "Lejos de Pekín" da fin en esta historia a su trilogía cinematográfica ("La soledad" y "La guayaba"), sobre la mujer de su provincia. La película muestra rasgos poéticos y oníricos, pero posee momentos que con su recurrencia al paisaje apoyado por la música ralenta la acción, sin lograr en el abundante diálogo el interés necesario para hacer avanzar el relato.
Distintos personajes y situaciones como la presencia de un vendedor, un incidente en un velatorio y una cantante, forman parte de la historia y sólo el cálido diálogo con esta última, muy bien interpretada por Cecilia Rossetto, significa en el resto de la historia.
Con ciertas discontinuidades narrativas y diálogos que no logran profundizar en los temas, el filme tiende a perder solidez a pesar del interesante protagonismo de Elena Roger.
Calificación: Regular