El costo de la Canasta Básica Total (CBT), que define el nivel de pobreza, subió a $ 49.912 en octubre último para una familia tipo y aumentó 5,7% con respecto a septiembre, agravando así la situación de la pobreza en el país.
De acuerdo a la información del Indec, esta variable clave registró su mayor incremento en dos años y creció por encima de la inflación por segundo mes consecutivo.
La Canasta Básica Alimentaria (CBA), que define el nivel de indigencia, registró en el mismo mes un costo de $ 20.710, y aumentó 6,6%.
En los últimos doce meses la canasta alimentaria registra un aumento del 45,8% y la canasta básica aumenta 40%, ambas por encima del costo de vida del 37,2%.
Desde diciembre último, el costo de la canasta total creció 28,1% y el de la alimentaria 32,9%, por encima de la inflación del 26,9% en ese período.
El costo de la canasta total en los primeros diez meses del año aumentó $ 10.951 y el de la alimentaria subió $ 5.126.
El costo de la canasta total casi triplica el salario mínimo vital y móvil, que desde octubre se fijó en $18.900 los trabajadores mensualizados que cumplen jornada legal completa de trabajo.
Los datos reflejan un incremento en los niveles de pobreza e indigencia en medio de la pandemia.
Para una familia de tres miembros, el costo de la Canasta Básica Total fue en octubre de $39.735 y la Alimentaria de $16.488.
En un hogar de cinco integrantes la canasta total fue de $52.496 y la alimentaria de $21.783.
Para un solo adulto, el Indec estimó que en octubre el costo de la canasta total fue de $16.152 y la alimentaria en $ 6.702. Es decir, que un adulto puede hacer las cuatro comida con 223 pesos por día.
La canasta alimentaria está integrada por los artículos que reúnen los requerimientos calóricos y proteicos necesarios para un varón adulto, y la total incluye estos alimentos más el costo de servicios públicos y otros gastos.
INFLACION
Precisamente, las subas en los costos de las canastas se dio en un mes que tuvo una inflación del 3,8%, las más elevada de este año.
De esta manera, en lo que va de 2020, los precios aumentaron un 26,9%, 15,3 puntos porcentuales por debajo de lo que se verificaba en los primeros diez meses de 2019.
El rubro alimentos y bebidas, el de mayor incidencia en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el organismo conducido por Marco Lavagna, registró un alza del 4,8%, explicada, principalmente, por saltos en los precios de las frutas y las verduras, productos que suelen tener un componente estacional muy marcado. En efecto, en el Gran Buenos Aires (GBA) alimentos como el tomate redondo, la papa, el limón y la manzana deliciosa exhibieron incrementos mensuales de entre 30% y 50%.