El tango, música y baile por excelencia del Río de la Plata, fue declarado hoy por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por decisión de un comité intergubernamental del organismo multinacional reunido en Abu Dhabi, que aceptó una candidatura impulsada conjuntamente por Argentina y Uruguay.
"La UNESCO declara e incluye al tango dentro de los Bienes Culturales Inmateriales", anunció desde Abu Dhabi una fuente diplomática.
La Argentina y Uruguay habían presentado la candidatura del tango en representación de las ciudades de Buenos Aires y de Montevideo, porque ambas "comparten el nacimiento, la tradición y la pasión por el tango", precisó la embajada argentina en Abu Dhabi en un comunicado.
"Es un homenaje a todos los que sostuvieron al tango durante mucho tiempo, a aquellos que en su tradición oral fueron relatando y contando la poesía y la danza de generación en generación", aseguró Hernán Lombardi, ministro de Cultura del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desde la capital emiratí.
Lombardi y Eduardo León Duter, director de Promoción Cultural de Montevideo, fueron los encargados de presentar la candidatura el tango ante el comité.
"Estamos encantados" y "muy emocionados", aseguraron minutos después de conocerse la decisión de la UNESCO, poco antes de las 07H00 GMT, en plena madrugada en el Río de la Plata.
"Esto es fruto de un trabajo intenso y es un compromiso de ambos gobiernos para proteger al tango y realizar proyectos en común", explicó Duter .
Mediante esta decisión, Argentina y Uuruguay se comprometen a "poner en marcha planes de salvaguardia específicos" para los cuales podrán "beneficiarse de asistencia financiera" procedente de un Fondo creado a tal efecto, indicó la UNESCO en un comunicado.
Los orígenes del tango se remontan a principios del siglo XX, cuando al Río de La Plata llegaban oleadas de inmigrantes europeos, la mayoría de ellos en la tercera clase de barcos repletos. En la música, el bandonéon, instrumento de fuelle, es el sonido emblemático. Muchas letras fueron escritas en "lunfardo", un argot que nació entre los milongueros de los barrios populares.
La vida en el arrabal (el suburbio), las penas del corazón, el amor por la madre, la lejanía, y una melancolía persistente y casi intimista, son el leit motiv de una música que sin ninguna duda ya no conoce fronteras.
"Los alemanes y los japoneses son a los que más les gusta y los que más rápido aprenden", según Anita Monteagudo, profesora de tango en el barrio porteño de Almagro.
"La decisión de la UNESCO demuestra el vigor que tiene el tango en el mundo", apuntó Lombardi.
Desde ya, Buenos Aires y Montevideo preparan una serie de festejos para el próximo fin de semana.
La mítica esquina de San Juan y Boedo se convertirá en una "milonga popular" con la presencia de cantantes de los años 40 acompañados por una orquesta típica. Del otro lado del río, Montevideo prepara un concierto de la Orquesta Filarmónica en la explanada de la Intendencia.
"Queremos que esto sirva de plataforma de entendimiento cultural entre ambos países", dijo el responsable porteño, antes de explicar que por esa razón al presentar la candidatura "citamos a (Jorge Luis Borges) con su "Milonga de los Orientales" que dice: "Milonga para que el tiempo vaya borrando fronteras, por algo tienen los mismos colores las dos banderas".