Luanda, Angola - La presidenta Cristina Fernández hizo hoy en Angola una enfática defensa de la democracia; instó a la cooperación sur-sur, volvió a advertir las consecuencias de la militarización del Atlántico sur y ratificó el reclamo de soberanía argentina sobre las Islas Malvinas.
"A los golpes de Estado debemos condenarlos enfáticamente... No hay posibilidad de desarrollo, de crecimiento de inclusión y de respeto del resto de los países del mundo si no hay democracia", sostuvo Fernández, en un país que es gobernado por José Eduardo dos Santos hace casi 33 años.
Al hablar ante la Asamblea Nacional, el parlamento angoleño, la jefa de Estado advirtió sobre las "minorías" que "logran enfrentar a un país entre hermanos" porque "es el punto de partida para el desastre total".
"Cuando algunos dirigentes de algunas minorías logran enfrentar a un país entre hermanos, es el punto de partida para el desastre total, se benefician unos muy poquitos y se perjudica la inmensa mayoría", afirmó.
Además, señaló que "sólo sirven a intereses ajenos a su país" los que promoverían esas acciones.
Por otra parte, la jefa de Estado volvió a condenar la militarización militar del Atlántico sur y agradeció el apoyo de Angola a la Argentina para que se cumpla la resolución de Naciones Unidas que insta a Gran Bretaña a negociar por la soberanía de las Islas Malvinas.
Tras destacar la importancia de la cooperación sur-sur para lograr "la segunda independencia que significa trabajo digno e inclusión social" para los pueblos de esas naciones, la jefe de Estado destacó la potencialidad de la relación bilateral entre Argentina y Angola.
En la última actividad en suelo angoleño, la Presidenta destacó la "convergencia de economías complementarias" entre la Argentina y la República de Angola y sostuvo, al referirse a la crisis internacional, se quejó una vez más porque "son los Estados los que tienen que hacerse cargo de los desaguisados de los mercados".
Finalmente, recordó que "un argentino como el (Ernesto) Che Guevara participó de las fuerzas angoleñas para l, al aludir a la crisis financiera internacional.
Remarcó que a la Argentina le "está yendo bien" y se pronunció otra vez contra quienes hacen pronósticos sobre el país a quienes calificó como "agoreros".
"A esos agoreros que dicen que nos va a ir mal lamento decirles que no está yendo muy bien", señaló la Presidenta.
"Cuando algunos dirigentes de algunas minorías logran enfrentar a un país entre hermanos, es el punto de partida para el desastre total, se benefician unos muy poquitos y se perjudica la inmensa mayoría", afirmó.
Además, señaló que "sólo sirven a intereses ajenos a su país" los que promoverían esas acciones.