Política

La Jefa de Estado volvió a reclamar que "se cumplan a rajatabla" las resoluciones en el tema Malvinas

El discurso presidencial, contrariamente a los de otros que formularon sus pares de la región, no tuvo ninguna referencia al espionaje de Estados Unidos a gobiernos latinoamericanos, pero dedicó varios párrafos a cuestionar la acción de las grandes potencias.

La presidenta Cristina Fernández volvió hoy a reclamar ante la Asamblea General de Naciones Unidas que "se cumplan a rajatabla" sus resoluciones en el tema Malvinas y una reforma del Consejo de Seguridad, para terminar con el "derecho de veto" de las grandes potencias.

El discurso presidencial, contrariamente a los de otros que formularon sus pares de la región, no tuvo ninguna referencia al espionaje de Estados Unidos a gobiernos latinoamericanos, pero dedicó varios párrafos a cuestionar la acción de las grandes potencias.

Asimismo, reivindicó la figura del Papa Francisco y convocó a trabajar "con pasión por la esperanza, el porvenir y el futuro, y compasión por los que menos tienen, los más vulnerables".

"Nosotros no tenemos un doble estándar, no somos hipócritas, cumplimos los tratados que firmamos", dijo la jefa del Estado con referencia al diferendo con el Reino Unido por las Islas Malvinas.

Aclaró que, a diferencia de Londres, "nosotros no andamos condenando el uso de las armas y después militarizamos el Atlántico Sur y enviamos submarinos nucleares", dijo, por lo que pidió el cumplimiento "a rajatabla para débiles y fuertes, y para grandes y pequeños" de las resoluciones del organismo para que el Reino Unido se siente a dialogar con la Argentina.

En su discurso ante la 68º Asamblea General, que se extendió por 47 minutos, Fernández de Kirchner volvió a reclamar una reforma al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que ha demostrado "ser absolutamente antifuncional y obsoleto", como quedó en evidencia en las últimas semanas con el caso Siria.

La mandataria cuestionó en este sentido a las grandes potencias, miembros con derecho a veto en ese organismo, por su tardanza en considerar grave la situación en Siria y por la forma de encarar el conflicto.

"El derecho a veto se transforma en un obstáculo para resolver un conflicto", advirtió, y pidió que se adopte "la metodología que tenemos en los organismos americanos como la Unasur, donde el acuerdo se logra por consenso y no hay derecho a veto".

Luego de dejar sentado la oposición argentina a una guerra, Fernández de Kirchner hizo referencia también a "un cardenal argentino que hoy es el Papa Francisco" para agradecerle su "participación fundamental" en evitar una invasión a Siria. Por otra parte, manifestó la "solidaridad" de la Argentina con las víctimas del atentado terrorista en Kenia por el atentado terrorista y resaltó la "más firme condena a todo tipo de terrorismo", porque la Argentina lo padeció en dos oportunidades con los ataques a la AMIA y la embajada de Israel.

Recordó en este sentido que "la Argentina, junto a los Estados Unidos son los dos únicos países del continente americano que han sufrido ataques terroristas".

En su extenso discurso, ya casi sobre el final de la jornada, la jefa de Estado reclamó al gobierno de Irán una "respuesta" sobre el acuerdo de entendimiento para avanzar con las investigaciones en torno al atentado de la AMIA, y exigió que "tampoco se confunda nuestra paciencia con ingenuidad y estupidez".

También reiteró la voluntad de su Gobierno de pagar "cada uno de los vencimientos de su deuda" y criticó la actitud de los holdouts al advertir que los argentinos no tienen por qué "pagar la fiesta de los lobbystas".