La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) llamó hoy a la reconciliación y a sanar los vínculos "lastimados", y aseguró que la celebración de la Navidad compromete a la fraternidad y a practicar las obras de misericordia.
Los obispos difundieron un mensaje de Navidad tras dos días de deliberaciones de la Comisión Permanente del Episcopado y confirmaron que la mesa ejecutiva, que encabeza monseñor José María Arancedo, será recibida mañana a las 11 en la Casa Rosada por el presidente Mauricio Macri.
"Celebrar la Navidad nos compromete a la fraternidad y a practicar las obras de misericordia", subrayaron en el mensaje y agregaron citando al papa Francisco: "Aprendamos a ser islas de misericordia en el mar de la indiferencia".
"Que la gracia del pesebre se derrame abundante en nuestras familias, sane los vínculos lastimados, traiga amor y alegría en todos los hogares, y brinde consuelo a los enfermos, a los presos y a los que están solos. ¡Que a todos alcance la paz de la Navidad!", pidieron.
El Episcopado recordó que "Navidad es Jesús", por lo que advirtió que "si El está ausente, la fiesta se vacía de sentido", y destacó que Jesús "es la misericordia de Dios hecha carne".
"En el Hijo de María podemos contemplar la reconciliación definitiva entre Dios y el hombre, que ya no se separan ni se confunden. Navidad nos habla de nuestra dignidad. Se hizo hombre para que los hombres llegáramos a ser hijos de Dios y viviéramos como hermanos", subrayó.
"En este Año Santo de la Misericordia debemos entender que el hombre sólo posee aquello que entrega a Dios y a los demás. Ésta es su principal riqueza, y esto es lo que nuestra sociedad más necesita", agregó.
Fuentes eclesiásticas confirmaron que la comisión ejecutiva del Episcopado le llevará mañana a Macri los últimos documentos sobre el problema de las drogas, en los que pide a las autoridades que la lucha contra el narcotráfico integre "la mesa política".
Las fuentes afirmaron también que le entregarán a Macri la declaración de 2007 sobre el Bicentenario patrio, en la que la Iglesia reclamó una autonomía "real y auténtica" de los tres poderes del Estado, independencia que consideró imprescindible para el ejercicio de la democracia.
La Conferencia Episcopal Argentina saludó a Macri apenas resultó ganador, mediante una carta en la que pidió a Dios que ilumine y fortalezca al nuevo mandatario "en la delicada misión" de promover el desarrollo integral de todos los ciudadanos, en particular de "los más débiles".
En tanto, generó suspicacias en ambientes gubernamentales que el papa Francisco no haya saludado ni enviado un mensaje al Presidente tras el cambio doce años de kirchnerismo, aunque envió al nuncio apostólico, monseñor Eliseo Ariotti, como su representante a la ceremonia de asunción.
Pero en ambientes eclesiásticos descomprimieron la polémica, al afirmar que se trató de una cuestión "meramente protocolar" y habitual al funcionamiento diplomático de la Santa Sede.
El jueves, en declaraciones a la prensa, monseñor Arancedo anticipó que en la visita protocolar al Presidente la Iglesia le pedirá a Macri que la lucha contra el narcotráfico forme parte de "la mesa política".
La Iglesia viene advirtiendo desde noviembre de 2013 sobre el avance "sin control" del narcodelito en el país y atribuyendo el crecimiento de este flagelo a la corrupción y la complicidad de las fuerzas de seguridad.