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La CDU de Friedrich Merz ganó en Alemania sin mayoría absoluta

Berlín (EFE) - Los conservadores alemanes volverán al gobierno en Alemania tras un paréntesis de tres años al ganar las elecciones generales de este domingo pero se verán obligados a formar rápidamente una coalición de gobierno en un momento geopolítico convulso y con una ultraderecha más fuerte que nunca en la oposición.
El bloque conservador formado por la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y su hermana bávara la Unión Socialcristiana (CSU), habrían obtenido entre un 28,4% y 28,8%, según los pronósticos de las cadenas públicas ARD y ZDF.
"Hemos ganado estas elecciones al Bundestag (Cámara Baja). El mundo no espera y tampoco nos espera a nosotros, ni a largas y difíciles negociaciones de coalición", señaló el que será el próximo canciller de Alemania, Friedrich Merz.

ANTES DE ABRIL

"Ha llegado el momento de hablar intensamente entre nosotros, después de las elecciones regionales de Hamburgo (el 2 de marzo), a más tardar. Espero que hayamos terminado de formar gobierno como muy tarde en Semana Santa", en abril, dijo a la cadena Phoenix.
La CDU no tendrá mayoría en la Cámara Baja, para lo que hacen falta 316 de los 630 escaños, por lo que tendrá que negociar una coalición, probablemente a tres bandas, aunque le hubiera gustado hacerlo solo con una fuerza para dar mayor estabilidad al gobierno.
Si el partido populista de izquierdas Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) no entrase en el Parlamento -un pronóstico lo ve dentro y otro fuera- las cifras darían para una 'gran coalición' de socialdemócratas y conservadores.
Eso en un momento en el que la nueva administración estadounidense de Donald Trump sacude los cimientos de la relación transatlántica y la guerra rusa en Ucrania está a punto de entrar en su cuarto año con unas posibles negociaciones de paz en las que la Unión Europea (UE) hoy por hoy no tendrá una silla en la mesa.
Merz afirmó que en EE.UU. hay un gobierno "al que no le importa lo que pasa en Europa". También dijo que él tampoco se hace "ilusiones" con respecto a la Administración de Donald Trump a la luz de las injerencias en la campaña alemana del magnate tecnológico Elon Musk.
En el interior, el conservador se enfrenta al reto de sacar a la primera economía europea de la recesión. Además condicionó un acuerdo de coalición a un pacto en migración, ya que quiere fomentar las deportaciones y cerrar prácticamente las fronteras a la inmigración irregular.
El líder de la CSU, Markus Söder, advirtió de que, "si no se logra ese cambio de política, eso puede dar todavía más fuerza a los radicales" de la ultraderecha.

FORTALECIDOS

Merz, al verse obligado a formar una coalición, tendrá en la bancada de la oposición en el Parlamento como primera fuerza de la oposición a AfD, cuya candidata a canciller, Alice Weidel, dijo que su mano "siempre está tendida para entrar al gobierno y hacer realidad la voluntad del pueblo".
AfD entró por primera vez en el Parlamento germano en 2017 con un 12,6 % y se convirtió en el primer partido de la oposición al formarse una gran coalición entre socialdemócratas y conservadores, cuyo líder reiteró ayer su rechazo tajante a cooperar con la derecha en una mesa redonda televisada de todos los candidatos. Pero ahora tendrá mucha más fuerza en la Cámara Baja tras lograr un 20,4% de los votos, el doble que en 2021.
Descartada una coalición con AfD, Merz podrá pactar una coalición con la tercera fuerza en el Parlamento, el Partido Socialdemócrata (SPD), que registró supuestamente el peor resultado desde 1890, con entre un 16,3% y 16,4%, un dato "amargo", admitió el canciller en funciones, Olaf Scholz, cuya carrera al más alto nivel político habrá acabado. Al igual que el SPD, para Merz serán necesarios en una futura coalición Los Verdes, que quedaron cuartos con 12,2%.