El ex secretario de Energía, Jorge Lapeña, calcula que se necesitarán diez años para recuperar el autoabastecimiento y volver a ser exportadores netos de energía. El acuerdo con Chevron es crucial: determinará si la Argentina puede jugar en la primera división del mercado de los hidrocarburos, advierte en una entrevista con este diario el titular del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi.
-¿Lapeña cuál es su opinión acerca del acuerdo entre YPF y Chevron?
-Esto es un acuerdo piloto. En ese sentido, creo que puede ser auspicioso YPF y Chevron logren hacer un convenio para explorar y explotar un área pequeña de la zona global de Vaca Muerta y ese proyecto problamente, si es exitoso, nos dará las medidas de la importante riqueza natural que posee el país. Es decir, de alguna forma podría constituirse en una prueba de la aptitud o la capacidad argentina de jugar en las grandes ligas de la producción hidrocarburífera.
-¿Qué detalles llamaron su atención?
-Bueno, debo decirle que el acuerdo en sí no se conoce porque YPF lo ha manejado de manera secreta, en el entendimiento de que dos empresas, YPF y Chevron, son dos empresas privadas.
-¿Y esto es así?
-Si bien esto es así, se trata de dos empresas privadas, de sociedades anónimas, además del hecho de que el Estado ha expropiado YPF por causa de utilidad pública. Entonces, esta idea del secreto entre partes que podría ser entendible cuando se trata de dos empresas privadas, como por ejemplo Plus Petrol y Bridas o Total, bueno, en este caso debería haberse dado algún tipo de información más detallada.
-Coincide con algunos de sus colegas que esto fue una negociación forzada por la necesidad de cerrar algo para YPF. No sé si recuerda que hubo negociaciones con otras compañías.
-Bueno, se conocieron versiones sobre supuestas negociaciones de YPF con diversas petroleras extranjeras, pero esto no fue producto de una información valedera, real. No sabemos los ciudadanos si YPF fue rechazada por otras compañías. Pero esto es consecuencia de la forma errónea con que se manejó la expropiación de YPF.
-¿A qué se refiere?
-Fijese que YPF fue expropiada por causa de utilidad pública a través de una ley del Congreso, jamás la compañía fue tasada y jamás fue resarcido el expropiado, en este caso Repsol, con el precio justo. Esto transformó la expropiación de YPF en una suerte de confiscación, que está absolutamente prohibido por la Constitución Nacional. Esta circunstancia de confiscación o pseudoconfiscación ha hecho que la YPF actual se objeto de múltiples litigios internacionales, protestas, que también tiende a retrasar el desarrollo petrolera argentino.
TODO CAMBIA
-¿Usted considera que ha cambiado el relato oficial respecto a la actividad petrolera?
-Pareciera que está cambiando el discurso pero si usted analiza a fondo va a ver que no hay otro discurso. Lo que está cambiando es con el proceder real, y con la firma de este acuerdo parecería que hay una diferencia con el discurso del señor (Axel) Kicillof de hace un año y con todo lo escrito de hace un año, cuando se expropió la compañía. Pero no es que hay un discurso que haya cambiado el anterior. Tampoco hay un discurso de la Presidenta (Cristina Fernández de Kichner) que haya cambiado, entonces me parece que el procedimiento es lo que queda desajustado. Incluso hay algunas situaciones cómicas, antes se decía "Fuera Repsol y el capital extranjero" y finalmente se cierra un acuerdo con una importante compañía de Estados Unidos. Entonces, eso suena irrisorio.
-¿Y qué papel debería cumplir a todo esto Enarsa, que fue creada hace casi diez años?
-La empresa Enarsa fue una de las peores creaciones de este Gobierno. La perfomance petrolera de Enarsa es desastrosa. No ha podido cubrir un sólo litro de petróleo, cosa que causa risa.
¿CUMPLIRAN?
-¿Para usted Chevron va a cumplir mejor su rol que el desempeño que tuvo Repsol?
-Mire lo que está haciendo Chevron aquí es un acuerdo sólo para 20 kilómetros cuadrados que se pueden llevar a 390 kilómetros cuadrados, frente a un área de 12.000 kilómetros cuadrados. Entonces no es comparable. Quiero decir que éste es un proyecto piloto y no creo que por la vía de la suma de proyectos pilotos la Argentina pueda desarrollar sus recursos no convencionales. Creo que es necesario una nueva política del sector, completa, con nuevas leyes, y no esta metodología de firma de acuerdos, de a partes. Considero entonces que esto sirve para un proyecto político especificamente. Entonces, si a YPF se le ha cruzado por la cabeza la idea que con muchos proyectos de esto puede resolver el problema energético argentino tiene una idea absolutamente equivocada.
-¿Otro tema, cuánto tiempo se necesita para revertir el panorama energético actual?
-Bueno, mire, yo diría 10 años y siempre y cuando hagamos las cosas bien. Si hacemos las cosas que la hemos hecho en el período 2003-2013, es decir, como hasta el día de hoy, no vamos a salir nunca. Al contrario, va a ser cada vez peor. Cada vez importamos más energía y cada vez producimos menos, por lo tanto esto no lleva a situación complicada.
-¿La situación de petróleo y gas es más grave que la de electricidad?
-Los dos sectores tienen un panorama grave. La de petróleo y gas quizás sea más aguda porque en definitiva el 88% de toda la energía que nosotros consumimos es generada por petróleo y gas. Es decir, las centrales eléctricas son un conjunto de máquinas que utilizan gas para producir energía eléctrica. Entonces, cuando está el problema del petróleo y del gas, tiene el problema en todo el sector energético.
-¿Le preocupa el panorama de las empresas eléctricas?
-Las empresas eléctricas están prácticamente quebradas como consecuencia de la política errónea del sector desde el año 2003, que consistió en congelar las tarias en forma irresponsable.
-¿Cómo se puede ir resolviendo el tema tarifario?
-La situación tarifaria es muy grave y esto se debería ir corrigiendo en forma gradual pero también firme y entonces el argentino que esté en condiciones pague por la energía lo que esta cuesta producirse. Los subsidios energéticos está llevando a quiebra a las empresas y complicando mucho al país, por la injerencia que esto tiene sobre el Presupuesto Nacional.
-¿Qué se debería hacer con los subsidios?
-Habría que replantearlos y orientar esos recursos a fines sociales mucho más trascendentes como por ejemplo, subsidiar la vivienda económica, la organización de obras de infraestructura que no se han hecho y que están postergadas, hacer el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, hacer una red de subtes más eficiente, en fin, por nombrar algunas obras. Todo esto requiere fondos públicos, ahora si gastamos los fondos públicos en subsidiar irresponsablemente la energía, bueno la Argentina no va a resolver sus grandes problemas.
-¿Cómo observa la balanza comercial en el sector energético?
-La situación es pésima y eso va a continuar, porque fijese que las importaciones energéticas han aumentado 23% en el primer semestre con respecto al año pasado y las exportaciones han caído 19%. El saldo comercial es desfavorable y para que este panorama cambie se debe modificar la política energética, hacer las cosas bien, lo cual llevaría un período de 10 años.