Opinión
Buena Data en La Prensa

La Argentina en la OEA

 

La semana pasada culminó en Paraguay la Asamblea General que la Organización de los Estados Americanos (OEA) realiza anualmente. Argentina estuvo presente con una nutrida actividad. Poco se ha dicho en los medios masivos. Les acercamos algunos apuntes. 

CONSENSOS

Como se suele hacer en este organismo supranacional, los proyectos se trabajan en comisiones y una vez aprobados se llevan al plenario. Si bien existen ponencias públicas, los acuerdos entre los países miembros no se logran por votación sino por consensos y la negociación se realiza a puertas cerradas. Muchas veces, existen presiones o conveniencias para llevar adelante determinadas agendas por lo que las conclusiones a las que se arriba no son las que verdaderamente representan el pensar y el sentir de los pueblos… y en las sombras se deciden cuestiones que condicionarán fuertemente la vida de sus habitantes. 

LOS JÓVENES

En los foros previos, varias voces expresaron las dificultades existentes para introducir visiones diferentes a la corrección política imperante, entre ellas estuvo la de Franco Coluchi, joven argentino vocero de Juventudes y Libertades, que habló en nombre de millones de jóvenes 

comprometidos con la defensa de la libertad y con la participación juvenil. Mencionó que “nos preocupa que los debates y políticas promovidas en la OEA disten mucho de estos mandatos. Los debates sobre la juventud en la OEA deberían centrarse en estrategias y políticas de empleo, desafíos educativos, deserción escolar, salud integral y especialmente salud mental. Sin embargo, observamos un sesgo y un enfoque casi exclusivo en temas relacionados con la sexualidad juvenil que, aunque es una etapa de grandes cambios, no debería ser el único tema en la agenda juvenil”. Y citando palabras del general José de San Martín, padre de la Libertad, exhortó a los jóvenes de todas las naciones, ...sigamos hablando, participando y defendiendo nuestros derechos. No permitamos que nos silencien ni que hablen por nosotros. Porque ‘si somos libres, todo nos sobra’”. 

INSÓLITO

Neidy Casillas, vicepresidente de Global Center for Human Rights, relata que Argentina introdujo en un párrafo prohibir la venta de niños, pero la propuesta no prosperó porque Colombia, México, Canadá, EE.UU., Chile, Costa Rica y Honduras la rechazaron, poniendo en evidencia el radicalismo al que pueden llegar ciertos gobiernos progresistas. 

EL CAMPO DE BATALLA 

Revisando la historia de los organismos internacionales, vemos que el lenguaje se encuentra en el centro del campo de la batalla cultural. Términos que cuando ingresaron a esos entes supranacionales, fueron cuestionados, lograron penetrar, establecerse y hacerse hegemónicos. Este año, Argentina lideró la necesidad de volver a rever el lenguaje ¿por qué? Porque el significado de ciertos términos no se alinea con el que le da el común de la gente. Y creyéndolos inocentes, dejaron entrar ideologías que van contra la vida, la familia y la libertad. 

Salud Sexual y Reproductiva” es aborto libre y antinatalismo, “Niñas, adolescentes y mujeres en toda su diversidad” es abrir el camino a la niñez trans y a la definición de mujer a partir de la autopercepción, “perspectiva de género” es naturalizar una multiplicidad variopinta de orientaciones, identidades y expresiones casi infinitas y combinables; establecer “crímenes de odio” es amordazar a quienes defienden el orden natural y la libertad de expresión, de conciencia y religión. Nadie en los últimos tiempos se había animado a cuestionar estos términos. 

EL VIRAJE ARGENTINO 

El lenguaje ha sido una herramienta para el avasallamiento de las soberanías, que imponiéndose desde organismos internacionales fueron permeando las legislaciones nacionales y manipulando cambios culturales. Luego de evaluar esta situación, Argentina sugirió cambiar la definición de “salud sexual y reproductiva” de las mujeres, por la de “salud integral”. ¿Por qué, si no es por una cuestión insistentemente antinatalista se restringiría la salud de las mujeres a cuestiones de su sistema reproductor, cuando en absoluto representan un porcentaje importante de los padecimientos que las afectan? 

Propuso asumir en lugar de una “perspectiva de género” una “perspectiva de vulnerabilidad” que sea verdaderamente más inclusiva y de provecho para quienes necesitan ayuda y contención. 

Además, objetó la reafirmación de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (conocida como Convención de Belém do Pará) que erigió a la “violencia de género” como una herramienta ideologizada para imponer los Derechos Sexuales y Reproductivos y consecuentemente el aborto libre. 

Nuestro país marcó una postura clara contra la Agenda 2030. La preocupación de la izquierda globalista es un fuerte indicio de que el mensaje a favor de propuestas conservadoras es un hecho y le llegó a un punto de dolor. 

Argentina contó con el apoyo de Perú, El Salvador y Paraguay. La canciller Diana Mondino concluyó: Hemos roto el cono del silencio”. 

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