Asunción - Los nuevos comandantes de las Fuerzas Armadas del Paraguay asumieron sus puestos al día siguiente de que el jefe de Estado, Fernando Lugo, relevara a la cúpulas militares en medio de rumores sobre un supuesto plan golpista.
Los generales Bartolomé Pineda (Ejército) y Hugo Gilberto Aranda (Fuerza Aérea) y el contraalmirante Egberto Emérito Orué (Armada) son desde ayer los jefes de las tres fuerzas, por debajo del comandante de las Fuerzas Militares, el contraalmirante Cíbar Benítez.
Pineda, del arma de artillería, estuvo al frente del Comando de Institutos Militares del Ejército; Aranda fue jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, mientras que Orué estuvo a cargo del Comando de Infantería de Marina.
Los tres, que ascendieron al generalato el año pasado, sucedieron a Juan Oscar Velázquez (Ejército), Darío Dávalos (Fuerza Aérea) y Claudelino Recalde (Armada) en un cambio que, en opinión de algunos analistas, allana el camino para que Velázquez sea el próximo reemplazante de Cíbar Benítez.
RUMORES GOLPISTAS
Lugo ordenó la nueva remodelación militar un día después de rechazar la existencia de presuntos planes para atentar contra el proceso democrático, aunque reconoció que pueden haber "pequeños bolsones" de militares que podrían "ser utilizados por la clase política".
"Institucionalmente las Fuerzas Armadas no se prestarán a ningún tipo de intentona golpista", aseguró el gobernante, quien el miércoles se reunió con la cúpula militar antes de dar a conocer su decisión.
El de esta semana es la tercera renovación de las conducciones castrenses que ordena Lugo desde su llegada al poder, en agosto del año pasado.
La medida suscitó críticas dentro y fuera de las filas militares. El presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, Oscar Tuma, criticó que Lugo cambie a las cúpulas como si se tratase de la policía, donde con frecuencia se remueven los comisarios jurisdiccionales. "Esto, sin duda, traerá más malestar en las fuerzas armadas", advirtió.
En tanto el general retirado Bernardino Soto Estigarribia, ex comandante de las fuerzas militares durante el anterior gobierno de Nicanor Duarte (2003-2008), tomó los cambios como una falta de respeto.
"El presidente Lugo le faltó el respeto a los generales porque los cambió un día después de decir que existirían militares expuestos a la manipulación política. Esos jefes destituidos quedaron como golpistas frente a la opinión pública", se quejó. (EFE, AP y ANSA)
.