El gobierno bonaerense denunció que los incidentes por el asesinato de una adolescente en Junín fueron planificados y promovidos por "algún político o grupo político" para generar "caos", mientras autoridades del municipio vincularon los disturbios a "una interna" entre la Casa Rosada y la administración de Daniel Scioli.
Desde la Nación, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, y el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, rechazaron que haya cuestiones políticas y cuestionaron al intendente radical, Mario Meoni, al considerar "absurdo" e "irresponsable" su reclamo de falta de asistencia cuando pidió el envío de gendarmes para controlar la situación.
Berni, además, dijo en declaraciones radiales que Junín "se parece más a Rosario que a la ciudad de Buenos Aires" por "el consumo de drogas" que registra.
En tanto, los restos de Karen Campos, la adolescente de 17 años asesinada durante un robo el sábado, fueron sepultados hoy en un cementerio de Junín, donde la Justicia mantenía detenido e indagó a un varón de su misma edad acusado por el crimen.
Además, a raíz de los incidentes la Justicia inició otra investigación sin carátula dado que, según fuentes judiciales, puede ir de "intimidación pública" a "estragos o daños", de acuerdo a lo que se pueda reconstruir en base a las múltiples filmaciones que hizo la televisión este fin de semana.
Ante la persistencia de los incidentes, el gobierno de Scioli instaló desde anoche en Junín al jefe de Policía, Hugo Matzkin, y al subsecretario operativo del ministerio de Justicia, Emiliano Baloira, quienes reportan la situación a la gobernación, en La Plata, donde hoy se analizó el caso.
En ese marco, el ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, sostuvo que hubo "gente que ha planificado claramente el caos" y advirtió que "si algún político o grupo político pretende obtener (rédito) de esto no sólo no lo va a conseguir, sino que se le va volver en contra".
"Estos no son vecinos de Junín, anoche veíamos las imágenes con el gobernador y nos venía la imagen de la actitud organizada y caótica que utilizaron con los saqueos de fin de año", indicó. Asimismo, subrayó que "si pertenecen a un grupo político no van por buen camino, la política se hace en consenso, en diálogo y paz".
Desde Junín, el presidente del Concejo Deliberante, Pablo Petraglia, aseguró que en los disturbios "hubo pícaros, sinvergüenzas o directamente delincuentes que aprovecharon la situación" y adviritó que para desplazar a Meoni "están los mecanismos institucionales, pero esto es un golpe de Estado".
"Somos presa de una interna mucho más grande", acotó el edil, y recordó que al pedido del intendente, realizado "hace 40 días" para el envío de refuerzos de Gendarmería y Policía Federal, "la Nación hizo oídos sordos y la provincia, lamentablemente, hace lo que puede con la escasez de fondos que tiene, pero no se la exime de su responsabilidad porque es responsable primaria de la seguridad".
El intendente Meoni cuestionó el secretario Berni al señalar que anoche, ante su nuevo pedido de fuerzas federales, el funcionario le dijo que "después de las declaraciones que había hecho ayer (en contra de Garré) era difícil poder ayudarme".
Meoni también sostuvo que los incidentes fueron promovidos por "delincuentes" y "militantes de algún partido político", que no identificó, "que pretendían que hubiese disturbios y fuertes ruidos para provocar desestabilización".
Ante ello, Berni dijo que "no hay metida ninguna disputa política" en el caso y acusó a Meoni de hacer "declaraciones livianas, irresponsables y hasta hipócritas para sacarse el problema de encima".
Berni insistió en que "la responsabilidad de la seguridad, en cuanto a la presencia policial, es una función exclusiva del ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires".
Al confirmar el llamado de anoche de Meoni, dijo que fue "muy raro, de escasos segundos, en una muestra de bajeza de accionar político para deslindarse una responsabilidad que le es propia".
Abal Medina, por su parte, sostuvo que Meoni "tuvo una cuestión absurda de plantear una cuestion nacional cuando sabemos que la seguridad es competencia institucional de los gobiernos provinciales" y recordó que "la propia provincia de Buenos Aires reconoció que es competencia de ellos".
"Lo que hay que hacer es gestionar, trabajar todos los días y no echar las culpas afuera", advirtió, y consideró "obviamente imposible" el envió de Gendarmería a Junín porque, en tono irónico, dijo que la fuerza de seguridad "está encargada de controlar 7 mil kilómetros de frontera, los 4 mil municipios de Argentina y la ciudad de Buenos Aires".