"Judy" ("Judy", Estados Unidos, 2019). Dirección: Rupert Goold. Basada en la obra teatral "Al final del arcoiris", de Peter Quilter. Fotografía: Ole Bratt Birkeland. Música: Gabriel Yared. Actores: Renée Zellweger, Darcy Shaw, Finn Wittrock, Jessie Buckley, Rufus Sewell, Bella Ramsey. Duración: 118 minutos. Clasificación: apta para mayores de 13 años.
Cantante y actriz nacida como Frances Gumm, Judy Garland fue la clásica estrella de Hollywood, propiedad de los grandes estudios (en este caso la Metro Goldwyn Mayer), que devoraban la vida de los que lanzaban a la fama. Desde la escuelita de la Metro en la que se preparaba con otros adorados de Hollywood como Mickey Rooney y Lana Turner, Judy fue modelada para mantenerse en forma con pastillas, cigarrillos y alcohol, y olvidar así que había protagonizado "El mago de Oz" (1939), que la Unesco consagraría como una de las películas que integran, por su significativo contenido, la Memoria del Mundo.
El filme del inglés Rupert Goold la ubica en 1969, descartada luego de una vida de excesos, llegando a Londres para cumplir un contrato de trabajo en "The Talk of the Town". Después aparecerán su amante veinteañero, Mickey Dean (Finn Wittrock), convertido luego en su último esposo; su fiel amigo pianista, Anthony; su promotor inglés (Michael Gambon), y como un pensamiento que se repite, la lucha por recuperar a sus hijos más chicos y volver a su condición de estrella.
POSTALES DE VIDA
Basada en la obra teatral de Peter Quilter "Al final del arcoiris" (que en Buenos Aires representara Karina K), la figura de Judy Garland es visualizada en distintos momentos de su vida, desde sus inicios cinematográficos (Darci Shaw es la joven Judy), comienzos que incluyen su larga relación con el factótum de la Metro, Louis B. Meyer (Richard Cordery).
La inestabilidad emocional de la actriz imposibilitó parejas estables y menos aún una solidez económica y laboral. Las relaciones maternales no escaparon al caos (tres hijos de dos de sus cinco maridos, uno de ellos peleando por la custodia). Sin embargo, en medio de tanto desorden, el fervor del público se mantuvo, respondiendo a la empatía que lograba con sus seguidores, esos momentos en que "Over the rainbow" o "You made me love you" hipnotizaban a la audiencia.
Su descontrolada búsqueda interior, aquella que también perseguía la Dorothy de "El mago de Oz", lleva a Judy Garland a un final prematuro a los 47 años, milagrosamente revivido por la composición de Renée Zellweger, que actúa y canta en una entrega conmovedora.
"STAR SYSTEM"
Aunque el filme mantiene un buen ritmo y está tratado correctamente desde el punto de vista formal y sin originalidad en el plano de los contenidos, la notable asunción que hace Zellweger de su personaje la hace inolvidable. Aquella "muñecota" de "El diario de Bridget Jones" creció a pesar de sus comedias románticas. Zellweger es capaz de dar los medios tonos, las exaltaciones, los excesos de una mujer más allá de los límites, destruida por un star system que la lanzó a una fama que no pudo manejar.
"Judy" permite que el espectador se aproxime (superficialmente en este caso) a lo que fue el sistema que los grandes estudios ponían en juego para definir la imagen de sus estrellas con un esquema que condicionaba incluso su vida privada. En cuanto a la ficción y la realidad, conviven con cierto equilibrio, como en el diálogo con su hija Liza, interpretada por Gemma-Leah Devereux, la Elizabeth de "Los Tudor".
"Judy" se incorpora a la última moda de películas biográficas que recuerdan a grandes figuras del espectáculo, como "Rocketman" o "Rapsodia Bohemia". Sin alcanzar la altura de aquellas, ocupa un privilegiado espacio por la inolvidable actuación de Renée Zellweger.
Calificación: Buena