La ivermectina, el “medicamento para caballos” más denostado durante la denominada pandemia de covid-19 -luego de que distintos profesionales de la salud de la Argentina y el mundo corroboraran su efectividad para el tratamiento y prevención del SARS-CoV-2-, no deja de ser noticia. Ahora, por su potencial rol en el tratamiento del cáncer, según lo revela una reciente revisión de estudios científicos realizada por el médico canadiense William Makis, experto en radiología, oncología e inmunología, quien concluye que “la ivermectina tiene al menos 15 mecanismos de acción contra el cáncer”.
“En realidad, los primeros estudios sobre la utilización con éxito en cáncer de este fármaco datan de hace más de 10 años”, explicó el doctor Héctor Carvallo, pionero en utilizarlo para el covid junto con el doctor Roberto Hirsch.
“Hay pocos ensayos de ivermectina como tratamiento único. La mayoría de los investigadores han utilizado la ivermectina para aumentar la sensibilidad del tumor a la quimioterapia (coadyuvancia)”, detalló Carvallo, para luego añadir: “El ‘problema’ es que, al aumentar la sensibilidad -es decir, transformar tumores 'fríos' (no respondedores), en 'calientes' (respondedores)- se necesitan dosis menores de quimioterápicos. Esto favorece al paciente, con mejores resultados y menores efectos secundarios, pero perjudica a la industria farmacéutica al reducir sus ventas. Por eso, el uso masivo de ivermectina en cáncer viene intencionalmente demorado”, resumió.
En su artículo, Makis hace una revisión de nueve estudios que fueron publicados entre 2018 y este año, poniendo de relevancia los puntos más destacados de cada uno de ellos.
Así, del artículo titulado “El fármaco multiobjetivo ivermectina: de agente antiparasitario a medicamento contra el cáncer”(2018), Makis resalta:
* Satoshi Omura, del Instituto Kitasato, descubrió la ivermectina en 1979 y fue Premio Nobel de Fisiología o Medicina por este descubrimiento en 2015.
* La ivermectina fue aprobada por la FDA para uso humano en 1987 para tratar por vía oral la oncocercosis, también conocida como ceguera de los ríos, causada por el parásito Onchocerca volvulus.
* Cerca de 250 millones de personas toman anualmente ivermectina.
* La mayoría de los pacientes tratados con ivermectina no tienen más efectos secundarios que los causados por las respuestas inmunitarias e inflamatorias contra el parásito, como fiebre, prurito, erupciones cutáneas y malestar.
* La ivermectina ejerce efectos antitumorales en diferentes tipos de cáncer.
En concreto, Makis detalla los mecanismos observados en este estudio:
* En leucemia mieloide aguda: muerte celular inducida.
*En glioblastoma, líneas celulares de cáncer renal: inhibición de biogénesis o función mitocondrial, estrés oxidativo, daño del ADN.
* La ivermectina potencia la muerte celular inmunogénica (MCI) en células de cáncer de mama triple negativo.
* En líneas celulares de glioblastoma y cáncer de ovario, la ivermectina promueve la autofagia a través de la vía PAK1.
* En glioblastoma, cáncer de colon, melanoma, la ivermectina ejerce una función antiproliferativa a través de la vía WNT-TCF (posibilidades de utilizar la ivermectina para cánceres dependientes de WNT-TCF, como los de mama, piel y pulmón).
*En cáncer de mama (la ivermectina actúa como modulador epigenético para alterar
la expresión génica y disminuye el crecimiento tumoral).
*En células de glioma, la ivermectina tuvo efectos antitumorales al actuar como inhibidor de la helicasa.
Del estudio titulado “El fármaco antiparasitario ivermectina presenta una potente actividad anticancerígena contra el colangiocarcinoma resistente a la gemcitabina in vitro” (2019), Makis resalta que la ivermectina fue estudiada en células de colangiocarcinoma quimiorresistentes (gemcitabina) y se observó que la ivermectina inhibió la proliferación de células cancerosas y la formación de colonias de manera dependiente de la dosis y el tiempo. En aquel trabajo, los autores concluyen que “la ivermectina podría ser útil como tratamiento alternativo del
colangiocarcinoma, especialmente en pacientes que no responden a la quimioterapia".
A lo largo de las 12 páginas de su revisión, el médico canadiense extrae los conceptos más significativos de cada estudio y A modo de resumen, enumera los principales mecanismos anticancerígenos de la ivermectina:
* Induce la muerte de las células tumorales: apoptosis, autofagia, piroptosis.
* Inhibe el inicio y la progresión tumoral (mediante la inhibición de WNT, inhibición de YAP1).
* Inhibe el crecimiento y la proliferación tumoral (mediante la inhibición de Akt/mTOR,
inhibición de MAPK).
*Detiene la migración, invasión y metástasis de las células cancerosas (mediante la inhibición de PAK1 que se observa en el 70% de los cánceres, la inhibición de la EMT y la inhibición de la ARN helicasa).
* Provoca la disfunción mitocondrial de las células cancerosas (inhibe la biogénesis mitocondrial, aumenta las especies reactivas de oxígeno selectivamente sólo en las células cancerosas).
* Regula el microambiente tumoral (para inhibir el crecimiento y la progresión, a través de la vía P2X7, ICD - media la muerte celular inmunogénica).
* Inhibe las células madre cancerosas (responsables del inicio del tumor, progresión y recurrencia).
*Inhibe la angiogénesis tumoral (creación de vasos sanguíneos tumorales).
*Tiene actividad antimitótica (interactúa con la tubulina de los mamíferos).
* Es un regulador epigenético del cáncer para inhibir su progresión (altera la expresión génica para inhibir la progresión del cáncer, SIN3A, EMT).
* Puede superar la resistencia tumoral a múltiples fármacos.
Respecto de los tipos de células cancerígenas que se ha demostrado (in vitro o in vivo) que
mata la ivermectina, Makis enumera:
*Cáncer de mama, especialmente el cáncer de mama triple negativo
* Glioblastoma y gliomas.
* Leucemias, tanto leucemia mieloide aguda como crónica.
* Cáncer colorrectal
* Cánceres hepatobiliares: carcinoma hepatocecular, colangiocarcinoma,
* Cáncer de páncreas
* Cáncer de pulmón
* Melanoma
* Cáncer de células renales y carcinoma urotelial
* Cáncer de ovario
* Cáncer gástrico
* Cáncer de próstata
* Cáncer nasofaríngeo