La incertidumbre económica y los riesgos regulatorios son parte esencial del panorama actual que enfrentarán las empresas este año: esta es la conclusión a la que llegó el informe "The Global Innovation Report: Creating Advantage in Uncertainty" de FIS, que destaca cómo la innovación y la tecnología están convirtiéndose aliados clave para mitigar estos riesgos. Basado en las respuestas de más de 2.000 líderes de distintas industrias en todo el mundo, este estudio revela una preocupación generalizada por estos riesgos, pero también una confianza en la capacidad de adaptación. Veamos sobre qué datos se sostiene esta afirmación.
En principio, el 63% de los encuestados identificó a la inteligencia artificial generativa como una herramienta clave para aumentar la competitividad, mientras que el 45% mencionó su papel para mejorar la gestión de los factores ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). No obstante, los límites en el presupuesto y la escasez de talento, dos de las barreras mencionadas por el 54% de estos líderes, siguen siendo importantes.
En un entorno marcado por la incertidumbre, las empresas se enfrentan a una serie de desafíos clave. La inflación global preocupa al 89% de las empresas y afecta el poder adquisitivo del consumidor. Además, el 78% teme las interrupciones en la cadena de suministro, mientras que los riesgos legales y regulatorios se destacan especialmente en el caso de los servicios financieros, donde el 67% de las empresas están preocupadas por la falta de claridad en normativas relacionadas con la IA generativa. La adquisición y retención de talento, citada como un desafío por el 59%, junto con la resistencia interna a la innovación, son otros factores que complican la capacidad de adaptación.
La paradoja es que la tecnología emergente, y en especial la IA generativa, juega un papel fundamental en la competitividad empresarial. Según el informe, el 72% de las empresas que adoptan IA generativa experimentan una automatización eficiente de tareas rutinarias, lo que mejora la eficiencia operativa en un 34%. Además, el 58% de estas empresas reporta una mayor agilidad frente a los cambios que les presenta el mercado. Esta tecnología no solo optimiza recursos sino que también impulsa la innovación, al facilitar el desarrollo de nuevos productos y servicios: un 49% de estos líderes señala mejoras importantes en la experiencia del cliente.
Los mencionados factores ESG también están remodelando las estrategias empresariales. Integrar estos principios no sólo sirve para reducir riesgos financieros y sobre todo reputacionales, sino que también contribuyen a impulsar la innovación. El 64% de las empresas que priorizan el enfoque ESG reportan ventajas competitivas importantes que las están ayudando a destacarse en un mercado que le presta cada vez más atención a la sostenibilidad y la responsabilidad social. Además, el 52% de los encuestados considera que estas prácticas son esenciales para atraer a inversores y cumplir con las expectativas de sus socios.
La incertidumbre parece ser la madre de todas las batallas. Para enfrentarla, las organizaciones pueden implementar una estrategia proactiva centrada en la adopción de nuevas tecnologías. Los números muestran que un 61% de los líderes encuestados por FIS ya está invirtiendo en innovación que mejora productos y modelos de negocio, mientras que el 57% reporta mejoras en la experiencia del cliente a partir de este enfoque. Pero lo que resulta más importante es gestionar los riesgos macroeconómicos (un 68% de las empresas ya están enfocándose en este aspecto) y fomentar una cultura interna de innovación para mantenerse alineados con las preferencias del cliente, siempre cambiantes.
Finalmente, las restricciones presupuestarias y la escasez de talento parecen ser dos de los factores que tendrán un impacto en los esfuerzos de innovación que implementen las empresas en 2025. Un 56% de estas organizaciones a nivel global reconoce que equilibrar la inversión en nuevas tecnologías con la necesidad de desarrollar y retener talento es un desafío de magnitud. Pero superar estos obstáculos es la llave para mantener la competitividad en un entorno de negocios que se muestra cada vez más desafiante y esquivo. Para ello, las empresas deberán desarrollar una estrategia de cinco pilares: inversión en capacitación y desarrollo; mejorar la flexibilidad y bienestar de sus empleados; adoptar una cultura de innovación; establecer un programa de recompensas y reconocimientos; y ofrecer oportunidades de crecimiento interno, entre otras.
En un entorno empresarial caracterizado por la volatilidad y la complejidad, la innovación se erige como la aliada indispensable para navegar la incertidumbre. Como hemos visto, las organizaciones que invierten estratégicamente en tecnologías emergentes como la IA generativa y adoptan principios ESG, no sólo logran disminuir riesgos, sino que también desbloquean nuevas oportunidades de crecimiento y diferenciación. Aunque los presupuestos magros y el talento esquivo persistan, la adopción de una mentalidad proactiva y adaptativa es el principio fundamental que regirá el crecimiento y las oportunidades en este año que comienza.