En distintos barrios porteños se multiplican en este momento las propuestas que involucran al arte y que pueden ser un buen complemento de las habituales salidas que grandes y chicos realizan durante las vacaciones de invierno.
La muestra "Viejas emergencias" reúne obras de artistas como Dino Bruzzone, Alberto Goldenstein, Adolfo Nigro, Clorindo Testa, Edgardo Giménez, Sebastián Gordín, Fernanda Laguna, Marie Orensanz, Marcelo Pombo, Norberto Puzzolo, Graciela Sacco, Daniel Scheimberg, Carlos Trilnick y Román Vitali, en la Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes, que en Barrio Parque tuvo como propietaria inicial a Victoria Ocampo, quien la encargó al mítico Alejandro Bustillo. La casa, de nítida línea racionalista, se recuperó durante la gestión de Amalia Fortabat en el FNA.
"Viejas emergencias" se basa en "la obra de artistas que ya han hecho un trayecto enorme (independientemente de la edad que tengan), a quienes propuse mostrar lo que estaba en algún desván -o en alguna galería de arte, también- y que, en cualquier caso, no conforma ya su presente artístico", según el curador de la exposición, Roberto Echen.
Y precisa "traer al presente ese momento -sabiendo que pertenece a un espacio borroso entre ficción y realidad- en que alguien sabe (o en el que creyó no poder serlo) que es artista".
En la Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes, Rufino de Elizalde 2831, hasta el 3 de agosto, de martes a domingo, de 15 a 20.
BRASIL Y LA ARGENTINA
La Fundación Proa presenta la exposición "Pop, realismos y política. Brasil - Argentina", que da un panorama del arte de la década del "60 en ambos países con obras de cincuenta y ocho artistas, curada por Paulo Herkenhoff y Rodrigo Alonso.
El conjunto da cuenta de las diversas experiencias que adquieren en Brasil y la Argentina el pop art, el realismo y el "arte político", con ejes tales como el lugar del sujeto, los usos de la cultura popular, la irrupción de los medios de comunicación, la preeminencia de lo político y el consumo.
Imágenes icónicas como las de la Coca-Cola y el Che Guevara revelan ideas propias de la época, compartidas internacionalmente por muchos artistas.
La confrontación institucional y los cruces de artistas y exposiciones entre ambos países generaron diálogos de múltiples niveles estéticos.
Se exhiben obras de Cildo Meireles, Jorge de la Vega, Claudio Tozzi, Hélio Oiticica, Marta Minujin, Roberto Jacoby, Antonio Dias, Rubens Gerchman, Glauco Rodrigues y Antonio Berni, entre muchos otros nombres.
Además, en el Espacio Contemporáneo de Fundación Proa se puede ver "Aizenberg y amigos", con obras de Sergio Avello, Erica Bohm, Max Gómez Canle, Estanislao Florido y del propio Roberto Aizenberg (1928-1996), quienes conforman un universo ligado a la producción del artista.
Un artista que fue realmente único, que fue un asceta, dedicado a pintar como quien reza, logrando resultados de incontestable belleza en los que la perfección geométrica deja siempre transparentar hallazgos espirituales.
Las piezas suyas que ahora se exhiben son de tamaño mediano, de pared, en las que sobresalen algunos elementos que avanzan desde el plano vertical para poner en vibración el espacio a cada mínimo movimiento de quien observa. Ante ellas, lo importante no es el asombro (habitual) que provocan, sino la sensación de equilibrio, de esplendor que surge de una geometría esencial, sometida a ciertas leyes, y la sobriedad clásica de las líneas que definen el soporte.
Instalaciones, imágenes urbanas, libros, cartas y objetos recrean nuevamente este espacio con curaduría de Victoria Verlichak y coordinación de Santiago Bengolea.
En en espléndido edificio de la Fundación Proa, Pedro de Mendoza 1929, La Boca -a un paso de Caminito-, de martes a domingos, de 11 a 19.
CINETICO TINGUELY
La exposición "Soy Jean Tinguely", contiene en el Centro Cultural Borges una selección de dibujos, esculturas, fotografías y filmes del artista suizo Jean Tinguely, una figura clave del arte del siglo XX.
Tinguely (1925-1991) es el autor de las célebres máquinas autodestructivas construidas en los años "60 con idea de desmaterializar el arte y como una forma de protesta contra la proliferación de armas nucleares.
El primero de estos artefactos, "Homenaje a Nueva York", explotó el 17 de marzo de 1960 en el patio del Museo de Arte Moderno de Nueva York, frente a un público que participó, maravillado, de la escena.
Su "Estudio para un fin del mundo 2", otra de sus máquinas autodestructivas realizada en 1962, estalló en el desierto de Nevada cercano a las Vegas y a un centro de experimentación nuclear, tan sólo pocos meses antes que se desatara la Crisis de los Misiles en Cuba.
Pero Tanguely es especialmente famoso por sus máquinas esculturas, de rango cinético, entroncado en la tradición Dadá, conocido oficialmente como metamecánica y que además, en casos, incluye bandas sonoras.
A través de su arte, Tinguely satirizó la sobreproducción sin sentido de bienes materiales por parte de la sociedad industrial.
Tinguely creció en Basilea, pero se mudó a Francia en su juventud para desarrollar su carrera artística. Perteneció a la avant garde parisina de mediados del siglo XX y fue uno de los que firmó el manifiesto del Nouveau Réalisme en 1960.
En 1971 Tinguely formalizó su unión con la escultora francesa Niki de Saint Phalle, autora de piezas de gran formato -algunas se ven en las calles de París- en las que las figuras aparecen vívidamente coloreadas.
Saint Phalle y Tinguely trabajaron individualmente, pero no dejaron de influirse con sutileza.
Esta muestra, que permite apreciar detalladamente por primera vez en nuestro país la producción de un creador de inconfundible estética, se realiza en el marco de las semanas suizas 2012 y es presentada por la embajada de Suiza, el Centro Cultural Borges, el Museo Jean Tinguely, de Basilea, y Pro Helvetia.
Esta notable exhibición, con curaduría conjunta de Virginia Fabri (Centro Cultural Borges) y Andrés Pardey (Museo Tinguely), a cuyo repositorio pertenecen las obras que se exhiben, cuenta además con el apoyo de la Niki Charitable Art Foundation.
En el Centro Cultural Borges, un edificio emblemático de la City, que se levanta en Viamonte y San Martín, de lunes a sábados de, 11 a 20; domingos, de 12 a 20.