Una emotiva ovación recibió a Sofía Loren en el teatro del Museo de la Academia de Los Angeles, la institución dedicada al cine más importante del mundo. Una platea agotada desde hace varias semanas abrazó a la diva italiana con motivo de su 90° cumpleaños (el 20 de septiembre) y del inicio de una retrospectiva de sus interpretaciones.
"Estar aquí es realmente especial para mí porque las películas de Hollywood me han enseñado a soñar", comenzó la actriz, cuando los aplausos cesaron y finalmente pudo iniciar su breve discurso con voz tranquila y fuerte, en un inglés seguro.
"Cuando era niña en Pozzuoli, durante la Segunda Guerra Mundial -dijo-, mi realidad estaba hecha de miedo y hambre: el miedo a las sirenas que anunciaban ataques aéreos y el hambre que nos consumía cada segundo del día. Pero cuando estaba en nuestra pequeña sala de cine y las luces se atenuaban, mi realidad desaparecía”.
"Esa pequeña pantalla plateada fue mi ventana a un mundo de cuento de hadas, donde el miedo y el hambre no existían. Ese cine se convirtió en mi terapia, en mi casa, y por eso estar aquí esta noche es como volver a casa", se emocionó la actriz.
A su lado, mientras ella se apoyaba en el atril, se encontraba su hijo Edoardo Ponti, quien la presentó como "una verdadera estrella, no por el éxito sino por la luminosa y eterna sencillez que aporta su mirada y en cada gesto".
La exposición organizada por Cinecittà y el Museo de la Academia -titulada 'Sofía Loren: La diva de Nápoles'- se inauguró con la versión restaurada en 4k de ‘La Ciociara’, de Vittorio De Sica, película que le valió la Palma de Oro en Cannes y el Oscar en 1962, la primera actriz premiada por una actuación en un idioma distinto del inglés.
Hasta el 30 de noviembre se proyectarán otras diez películas, entre las casi cien que Sofia Costanza Brigida Villani Scicolone protagonizó a lo largo de sus setenta años de carrera: desde ‘El oro de Nápoles’, de 1954, hasta ‘La vida ante sí’, de su hijo Edoardo en 2022, pasando por clásicos como ‘Ayer, hoy y mañana’ o ‘Matrimonio a la italiana, y películas estadounidenses como ‘Prêt-à-porter’, de Robert Altman.