Dos propuestas intensas, conmovedoras y a la vez disímiles, se ven estos días en la cartelera porteña. Ambas son actuadas por un único intérprete, hablan con gran profundidad de (la) muerte y también de la lucha por la vida, además de realizar una apelación directa al espectador. Como si estas coincidencias fueran pocas, las canciones juegan un rol importante en cada una y en las dos se disfruta el trabajo de actores-cantantes de excepción.
SHEILA
En un caso, la bien santafesina ‘Sabalera’ nos conecta con la historia de una mujer-fantasma, alguien que se debate cara a cara con su propia muerte.
La obra está protagonizada por María Colloca (tan reconocida por ‘La Falcón’), quien con su increíble voz cubre todos los espacios y resulta magnética. Ella sola en escena llega hasta el último de los rincones de la sala subterránea de El Camarín de las Musas (Mario Bravo 960). Interpreta a Sheila, una actriz y cantante que nos cuenta su vida en primera persona. En realidad asistimos, junto con ella, a su propio velorio. “La manera que encuentra de seguir habitando es permanecer en el escenario. Ella trata de seguir viviendo a pesar de la muerte. Sheila se vela a sí misma y paradójicamente para ella, la muerte es un teatro”, explicó el director y autor Leandro Airaldo (‘Enamorarse es hablar corto y enredado’) en una reciente entrevista. Su sólido trabajo, bien puntilloso, hace lucir el espectáculo.
Lo interesante, además de que la obra resulta completamente conmovedora, es que todo suena festivo, vital, cada vez que caiga el telón Sheila muere, pero volverá a vivir en la próxima función.
Nos cuenta su infancia, cómo se volvió cantante. Pero esa parte biográfica no es lo más importante, ni siquiera lo más atractivo del espectáculo. Resuenan mucho más los silencios, las reflexiones y las cumbias, boleros, baladas y canciones líricas en la impresionante voz de Colloca.
A la obra le quedan solamente dos funciones, los últimos dos viernes de noviembre a las 22.30. Sin duda, es uno de los imperdibles del teatro de hoy.
LA MONTONERA
El otro unipersonal es ‘Mi vida anterior’, que se ofrece en el Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551) y que también tiene a una mujer en su centro, en este caso a una exmontonera quien se topó con la muerte de una manera brutal. Ella, en la piel del actor y cantante Dennis Smith, relata su secuestro, padecimiento y liberación. Le habla a su hijo -también interpretado por Smith-.
La mujer fue catalogada como traidora por sus compañeros: ellos dicen que entregó gente, que dio datos, que señaló lugares. Para enrarecer el panorama se sabe que a través de los años mantuvo una relación con quien fue su captor, un hombre que la ayudó a establecerse en Brasil.
Es síntesis, ‘Mi vida anterior’ no se trata de una historia típica de secuestros en la dictadura, hay cierta polémica, ciertas dudas. De todo eso se hace cargo el material escrito a dos manos por el actor, quien también dirige, y la guionista y periodista Teresa Donato.
Los nombres están cambiados, el resto es real. Así lo advierte la propia Donato, quien hace una especie de performance previa, al menos en la función a la que asistió La Prensa. Ella acomoda al público, observa, cruza el escenario de un lado al otro. La obra se basa en su libro ‘Desaparecida dos veces’, que se publicará en 2025 por Seix Barral. Donato entrevistó en reiteradas ocasiones a la mujer real y a su hijo e hizo una investigación pormenorizada sobre los sucesos que rodean la trágica historia.
La escena de la tortura incomoda, por supuesto. Alerta, advierte. Smith realiza un trabajo sentido, muy preciso. Y, en realidad, no interpreta ni a la madre ni al hijo, aunque habla en primera persona como ellos. Siempre es una especie de testigo que se deja encarnar por esos dos personajes. Asimismo, se luce en sus canciones. Canta ‘Fuera extraña’ de Gal Costa; ‘Rumore’, de Raffaela Carra, y ‘Como la cigarra’, de María Elena Walsh, entre otras.
Hacia el final aparece una voz real que provoca genuina emoción y reconvierte todo el material. El público agradecido aplaude con fervor en coincidencia con el 40º aniversario del informe de la Conadep, que funcionó en este mismo espacio y fue clave para juzgar a las juntas militares.
A la obra le quedan tres funciones: el martes 26 y los miércoles 4 y 11 de diciembre, siempre a las 20. Vale mucho la pena.