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"Hay gente que tiene que pagar", aseguró la madre de Juanita

Claudia Díaz, la mamá de Juanita Milagros Sirimarco, la nena de 13 años que murió de influenza B tras volver de un viaje de egresados en Villa Carlos Paz, Córdoba, cargó contra quienes estuvieron a cargo de su hija. “Hay gente que tiene que pagar”, apuntó al aire de TN.

La mujer aseguró que luego de enterarse de que su hija estaba mal mientras regresaba a Misiones, se comunicó con Alejandra, la maestra del colegio, para pedirle que frenara el micro y llevaran a la nena a algún hospital. “Venía viajando desde las 2 de la madrugada en esas condiciones cuando eran casi las 9", denunció.

Sin embargo, la respuesta que recibió por parte de la docente fue contundente: “Me dijo que no iba a parar porque estaban en Virasoro y la atención médica de ahí era caótica, entonces no iba a dejar que Juanita se atendiera en ese hospital”.

Horas después, una vez que el micro había llegado a la provincia, Claudia fue quien envió una ambulancia para que pudieran ayudar a su hija, pero denunció que no la trataron como correspondía.

“La trajeron acostada en la camilla, sin darle atención. Pensé que ahí le iban a tomar la presión, que le iban a poner un suero, que la iban a atender. Bajó con los ojos rojos de sangre y con la boca negra. Llegó en shock -al hospital-, así la bajaron en la ambulancia y así vino viajando”, continuó, y aseguró que desde el centro le salud le informaron que la nena “llegó tarde”.

“Me dijeron que le pusieron litros y litros de suero, pero ya era tarde. Hicieron todo lo que pudieron, pero mi hija ya no tenía presión y estaba en shock”, señaló la madre.

Sobre el momento en el que se enteró que Juanita estaba mal, lamentó: “La llamé y me dijo: ‘mamá ya no puedo más, necesito bajarme’”. ¿Cómo nadie se dio cuenta el estado en el que estaba? Me dijo que en un lugar de Corrientes bajaron a desayunar, que la quisieron hacer bajar y ella no podía ni pararse”.

En el mismo tono, cargó contra quienes estuvieron a cargo de la nena durante todo ese tiempo: “Más allá de que mi hija ya no esté, hay cosas que se tienen que corregir y hay gente que tiene que pagar”.

Claudia también comentó que luego de confirmarse el fallecimiento de su hija, la empresa con la que viajó “jamás se comunicó ni para dar el pésame” y afirmó que “la maestra está escondida”.

“La escuela - Instituto Cristiano República Argentina de Posadas- dice que eso es algo que organiza la empresa y que no tienen nada que ver con lo que pasó”, apuntó.

Según relató su madre, Claudia Díaz, la menor comenzó a presentar síntomas graves durante el viaje de regreso, incluyendo vómitos, diarrea, fiebre y un intenso dolor corporal. A pesar de la gravedad de su estado, no se realizaron paradas para su atención médica urgente. “Le suplicaba a la maestra que parara en un hospital, pero no lo hicieron”, expresó la madre al borde del llanto al ser entrevistada por TN.

Claudia remarcó que en ningún momento intentaron llamar a una ambulancia o llevarla hasta un hospital. Lo que sí hicieron fue frenar a que todo el grupo de niños desayunara lo que, a su entender, habría empeorado su estado de salud. “Nadie hizo nada. La maestra la tuvo ahí en el micro haciéndole paños fríos. La otra maestra que los acompañó, Karen, ni siquiera tenía experiencia”, enfatizó.

La madre de Juanita también criticó la falta de comunicación durante el viaje. “Le sacaron el teléfono a mi hija durante la madrugada, no la dejaban comunicarse. Ella estaba mal, pero no pudo avisarme hasta mucho después”, agregó. “Si me hubieran llamado antes, yo misma hubiera pedido que la llevaran a un hospital inmediatamente. Nunca debieron haberla dejado viajar así”.

El fallecimiento de Juanita conmocionó a la comunidad educativa y a su familia. El colegio ICRA emitió un comunicado expresando su dolor: “Era una persona excepcional, con pasión por el arte y un espíritu generoso”.

Claudia recordó que había dejado que Juanita viajara porque, en un principio iba a ir su papá como acompañante. “Era un viaje de estudios en el que estaba involucrado directamente la escuela”, contó la mujer, quien aclaró que último momento bajaron a su marido y mandaron a dos maestras.