Aldo Abram, titular de la Fundación Libertad y Progreso, anticipó que el resultado negativo que tuvo el Gobierno en las elecciones primarias tendrá en las próximas jornadas una reacción positiva en los mercados, al considerar que habrá una mejora en los activos del país debido a que los inversores van a interpretar que se podría concretar algún cambio de rumbo por parte del Ejecutivo.
En diálogo con La Prensa, Abram recalcó que ese veranito que puede presentar el mercado en las próximas jornadas se podría desinflar si el Gobierno no hace un cambio de rumbo, algo que dudó que el oficialismo vaya a concretar ese tipo de decisiones.
-¿Cómo va evolucionar la economía con este resultado?
-Considero que puede haber una primera reacción de la gente a tener menor incertidumbre hacia el futuro, incluso con una mejora en los mercados, en los activos argentinos. Ahora, yo creo que eso va a ser coyuntural.
-¿Por qué?
-Es decir, si bien va ayudar a que en el corto plazo a que pueda haber algún signo positivo en cuanto a las expectativas, la realidad también es que se observará un aumento de la credibilidad o una percepción de riesgo más moderada y esto va a ser coyuntural. Lo que va a quedar claro que todavía nos queda pasar por el desierto, porque bueno, el análisis que se hace es que alguien de la oposición podría ganar en 2023. Sin lugar a dudas eso podría sonar muy positivo para muchos, pero olvidan que este Gobierno no va a cambiar el rumbo.
-Son recalcitrantes, ¿no?
-Olvídese, eso no va a pasar, van a continuar con este rumbo. Incluso por ahí, dadas las peleas internas de la alianza en el poder, quizás haya hasta un mayor condicionamiento que pueda hacer en materia económica, condicionamiento que va a venir esencialmente del sector más duro del oficialismo, con lo cual, las reformas estructurales que se tendría que hacer para que no haya una crisis en los próximos dos años no se van a concretar. El FMI tampoco las va a pedir. Sin dudas se va a cerrar un acuerdo con el Fondo, pero con condiciones mínimas. En conclusión, vamos a llegar en muy malas condiciones en 2023.
-¿Con estas distorsiones, habrá acuerdo con el FMI?
-Sin dudas que hay distorsiones y la clave es cómo se resuelven, porque ya no hay margen para voluntarismo. Y por eso digo que va haber acuerdo con el FMI, en el primer trimestre de 2022 y el Fondo le va a pedir a Guzmán que le muestre en un Excel como va a ir bajando el déficit primario y por otro lado y por otro lado, cuantas reservas piensan recomponer hacia delante y cuánta solvencia puede ir ganando el Banco Central y tener una perspectiva en el tiempo para ir saliendo del cepo cambiario. Todo esto planteado así la verdad, ya se sabe que no se van cumplir, porque la clave para que se puedan cumplir en ese sentido es recuperar la confianza para que Argentina pueda volver a crecer. Eso no depende que se pongan metas, ya que todo esto depende del sector productivo.
VOLUNTARISMO PURO
-¿Sin reformas, qué puede pasar?
-Fácil. Si no se hacen las reformas estructurales que necesita el país, claramente el país no tiene ninguna capacidad de crecer hacia delante, de exportar hacia delante cuando empiecen a bajar los precios internacionales, algo que va a ocurrir en 2022 y con más fuerza hacia fines de ese año. Entonces, el plan con el FMI es simplemente presentar en un Excel, es decir, es voluntarismo puro. En la medida que no le digan a la gente: Miren todos estos problemas lo vamos a ir resolviendo de esta forma. Si el kirchnerismo no muestra un camino para ir solucionándolos, el futuro de la Argentina es negro. Por eso los bonos del Estado hoy cotizan como si estuviéramos cerca de un default o que en los próximos cuatro vamos a una nueva crisis.
-¿Quedan muchos temas pendientes que se van a tener que ir corrigiendo como el congelamiento de tarifas, los controles de precios?
-Todo eso se va a tener que ir resolviendo el próximo año. No me cabe la menor duda que la inflación en el primer semestre de 202 vamos a tener una aceleración inflacionaria, porque se va a tener que corregir el retraso cambiario.
-¿Otra llamarada inflacionaria?
-De la misma forma que el retraso ayudo a que haya un cierto descenso en la inflación, la realidad es como eso es insostenible, vamos a tener un aumento de precios muy fuerte en la primera parte del próximo año y obviamente con el consecuente incremento de precios en las góndolas. También vamos a tener justamente para ajustar el gasto público, con lo cual se va a tener que recuperar las tarifas de servicios públicos, que están congeladas y todo implica un creciente subsidio y costo fiscal que va a tener que ser corregido. Esto implica fuerte aumento de las tarifas de servicios públicos el próximo año. Realmente no veo forma de vislumbrar un escenario positivo a partir de 2022.
-¿Cómo observa la recuperación de la economía? ¿Se podrá mantener a pesar de la inflación?
-El punto allí es considerar si esta recuperación es sustentable en el tiempo y si se puede volver a un crecimiento genuino. Allí está el problema porque el Gobierno considera que ya esto está pasando, que se ha iniciado un proceso de recuperación que va a implicar un crecimiento sustentable cuando en realidad lo que ha pasado que nuestro paciente, que es la economía, que estaba en terapia intensiva con una crisis de credibilidad desde 2018, lo que hizo fue agarrar un virus intrahospitalario llamado covid 19, por la forma en que se manejó la pandemia nos mandó al borde de la muerte, logramos zafar y ahora hay una recuperación. ¿Cuál es el problema de la lectura del Gobierno? El problema es que no se está haciendo nada para curar al paciente de las enfermedades terminales que lo mandaron a terapia intensiva, previamente al virus intrahospitalario. Lo más probable es que la Argentina si no cambia el diagnóstico y se encarga un tratamiento que logre sanar al paciente en forma total, que son las reformas estructurales, va a ir a otra crisis y lo va hacer en un plazo no más de un año.
-¿Qué pasará con el tipo de cambio?
-En los últimos tiempos ha sido mínimo el movimiento del tipo de cambio mayorista porque de él depende los precios de los bienes de los que se pueden exportar o importar. Los bienes tienden a subir con el tipo de cambio mayorista y es por eso que se está viendo una baja importante en los precios mayoristas. Esto mismo tampoco es sustentable, porque al que produce y exporta le han puesto un techo artificial al precio y a él le suben los costos, con lo cual produce menos y exporta menos. Y el señor que compite aquí con bienes importados ve que que señor que trae las cosas de afuera resulta que sube sus precios un poquito porque compra a un tipo de cambio mayorista y a él los costos le suben lo que se deprecia el peso. Conclusión de todo esto: se produce menos y se importa más. En términos económicos esto no es sustentable y menos para el Banco Central.