La hojarasca de la polémica por la criptomoneda $Libra sepultó una noticia a todas luces positiva para la economía argentina: el país inició el año exhibiendo superávit gemelos. Es decir, tiene números positivos tanto en el área fiscal, motosierra mediante, como en el comercio exterior, donde emergen las exportaciones energéticas.
El saludable equilibrio que brinda esta ecuación permite lubricar el funcionamiento del Estado en una dinámica donde las divisas que provienen del exterior son utilizadas en parte para el financiamiento de la cosa pública. Se evita de esta manera la necesidad de emitir moneda para tapar los huecos del gasto público, o bien la urgencia de endeudarse a cualquier tasa de interés para el mismo propósito.
Quedarse simplemente con los números sería un error. Vale pues contarle las costillas a este renovado fenómeno del superávit gemelo. Es sabido que el saldo positivo en el campo fiscal se logró a través de un fuerte recorte en el empleo público y, sobre todo, diezmando los ingresos de los jubilados. En el intercambio comercial, en cambio, es notable el crecimiento de la venta de hidrocarburos pero, y aquí se enciende una alarma, el tipo de cambio retrasado alienta importaciones que en su avance atentan contra la fotografía actual.
La noticia debería ser celebrada por propios y extraños, más allá de las formas con que se logró el objetivo. El mismo Néstor Kirchner suele ser descripto por sus seguidores como un hombre que, durante su gestión presidencial, llevaba siempre en el bolsillo del saco una libretita adonde anotaba todos los números de la economía, fanático en el control por no perder el superávit gemelo que había brotado entre los escombros de la catástrofe de 2001.
Políticas expansionistas mediante, se perdió el superávit fiscal, mientras que Cristina entregó el poder con un balance comercial positivo atado con alambre, más hijo de las prohibiciones para importar que del vigoroso flujo exportador.
MOTOSIERRA
Durante la semana el Ministerio de Economía informó que el superávit primario fue de 2,4 billones de pesos y el financiero, al tomar en consideración los intereses de deuda, alcanzó los $600.000 millones en enero, lo que equivale a 0,1% del PBI. Los ingresos totales del Sector Público Nacional (SPN) en enero alcanzaron $11,1 billones, lo que representa un aumento interanual de 80,6 por ciento.
La recaudación tributaria creció 84,6% en términos interanuales, impulsada principalmente por el incremento en los Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social (+152,9%), el Impuesto a las Ganancias (+136,8%) y el impuesto a los Débitos y Créditos (+103,9%). Además, el IVA neto de reintegros registró una suba de 92% interanual, mientras que los Derechos de Importación aumentaron 57,2%.
Hasta aquí los números duros. Es momento de hilar fino. Así como la política monetaria de atraso cambiario puede atentar contra el equilibrio comercial, la intención del gobierno de cumplir con su promesa electoral de talar impuestos también le juega en contra al superávit fiscal. De algún lugar tiene que salir la plata para financiar el gasto público, y de eso se encarga el esquema tributario.
De allí que el informe difundido por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) haga hincapié en que “resulta importante destacar que el superávit fiscal de enero de 2025 de 0,07% del PBI, implica recursos extra equivalentes al 56% de lo que se resignaría durante cinco meses del primer semestre por la baja temporal de retenciones”.
La entidad también pone la lupa sobre las subas y bajas del gasto público y recalca: “Teniendo en cuenta que en enero 13 de 16 componentes del gasto primario subieron en términos reales de manera interanual y que los 3 restantes experimentaron bajas, resulta interesante evaluar la participación relativa de cada gasto que aumentó y la participación de cada gasto que disminuyó”.
“De aquellos gastos con incremento real interanual, el que más aportó fue el gasto en jubilaciones y pensiones contributivas, con una participación del 57%, seguida por Bienes y servicios con el 9%, luego prestaciones del INSSJP con 9%, asignación universal con 8%, Salarios con 5%, entre los más de mayor participación”.
“Por otro lado, de aquellos gastos con descenso real interanual, el que más aportó a la caída fue el gasto en programas sociales, con un 83% de la baja, seguido por los subsidios al transporte con 16,5% y subsidios a otras funciones con 0,4%”, concluye.
Es dable pensar que en los meses venideros el Gobierno no se apartará de la senda del recorte del gasto público, lo cual debería garantizar la estabilidad del superávit fiscal conseguido con sudor y lágrimas. Tan sólo el desafío electoral de octubre, cuando el afán de triunfar demanda políticas expansivas, podría atentar contra una disciplina que se ha transformado en un verdadero estandarte del equipo económico libertario.
EXPORTACIONES
Como bien se ha dicho, el superávit gemelo tiene dos patas: una es la fiscal y la otra, comercial. Esta segunda columna, producto de una dinámica donde las exportaciones superan a las importaciones, arrojó para enero números positivos por u$s 142 millones. Se trata de la catorceava ocasión en que el balance es favorable, aunque las cifras han perdido vigor ante el empuje creciente de las importaciones. De hecho, el superávit de enero 2024 fue de u$s 784 millones.
Los guarismos se entienden a partir de esta política monetaria inflexible que mantiene al dólar barato y de esa manera azuza las importaciones. A esto se suma la lenta recuperación de la actividad económica, que en algunos sectores demanda insumos producidos allende la frontera.
El informe elaborado por la consultora Abeceb es contundente en el análisis: “El deterioro de la balanza comercial se explica por el fuerte incremento de las importaciones (+24,6% ia) que más que duplicó la suba de los valores exportados (+9,1%)”.
Y añade: “A nivel sectorial claramente en enero se empieza visualizar con más nitidez una dinámica que marcará a tendencia: un superávit comercial energético fuertemente creciente (pasamos de superávit de u$s 278 millones en enero de 2024 a uno de u$s 576 millones en enero de 2025); combinado con un déficit comercial automotriz también fuertemente creciente (de u$s 338 millones el año pasado a u$s 718 millones este enero pasado, con importaciones que subieron nada menos 34,6% (+73% en los vehículos para transporte de mercaderías)”.
La pirotecnia de la política y la humareda de la diatriba verbal no debería impedirle ver al presidente Milei y sus libertarios que el principal socio comercial de la Argentina sigue siendo el Brasil “comunista” de Lula. El intercambio fue de u$s 2.029 millones en el primer mes de 2025. “El saldo fue deficitario en u$s 481 millones, producto de la caída en las exportaciones del 10,1% anual (a u$s 774 millones), acompañadas de un incremento del 40,3% en las compras desde el país vecino (totalizaron u$s 1.255 millones), que habían caído fuertemente en enero de 2024”, recalca el documento.
Puesto el microscopio sobre el rubro importaciones, Abeceb destaca que “de no haber sido por el efecto amortiguador que ejerció la caída de importaciones de Combustibles y Lubricantes (-32,5% ia en valor), el salto importador hubiera sido aún más elevado, ya que todo el resto de los usos de importación registraron fuertes incrementos”. En otras palabras, al superávit comercial lo sostiene Vaca Muerta.
Según el paper, en materia de importaciones se observa que el uso económico que más creció fue Resto: 122,6% traccionado por la mayor compra de bienes despachados mediante couriers. Luego siguieron los bienes de capital (+52,8%, con un incremento de 56,7% en las cantidades) y los bienes de consumo que se incrementaron 47,5% anual (+45,7% en cantidades; + 1,2% en precios). Las importaciones de Piezas y accesorios se incrementaron 29,4% (+52,6% en las cantidades).
De este párrafo se desprende que los empresarios están aprovechando el tipo de cambio para reponer maquinaria y modernizar sus bienes de capital, algo similar a lo ocurrido en la década del ’90. Llama la atención también el crecimiento de las compras al exterior mediante couriers, producto de las medidas de apertura económica dispuesta por el Gobierno.
La empresa Jidoka, dedicada al comercio exterior, informó que ingresan más de 4.000 paquetes diarios debido a que gigantes como Amazon lanzaron envíos gratis o tan sólo a 5 dólares para las compras de hasta u$s 400 y 50 kilos de peso.
“Es importante alertar que Ezeiza está preparada para recibir alrededor de 1.500 paquetes diarios y se estima que con estos dos operadores (el otro es Mercado Libre) recibirá 10.000, sin contar a Alibaba, AliExpress, Main y otras plataformas que están pidiendo cotizaciones a couriers en Argentina. Se estiman 30.000 envíos diarios solamente desde China”, explicaron.
El impacto de esta mecánica se advierte en el nivel de reservas del Banco Central, que no logra superar los u$s 30.000 millones. De hecho, en lo que va del año la entidad compró u$s 1.892 millones, pero las reservas perdieron casi u$s 3.000 millones. Qué difícil será mantener el equilibrio.