El papa Francisco creó hoy 10 nuevos cardenales que serán electores en un eventual cónclave y otros tres sin derecho a voto, y los conminó a tener "compasión y lealtad" en un Colegio Cardenalicio en el que los integrados por Jorge Bregoglio ya son la mayoría absoluta de los miembros que pueden elegir a su sucesor.
"Los discípulos de Jesús demuestran con frecuencia que no tienen compasión, como en este caso, ante el problema de dar de comer a las multitudes. Básicamente dicen: 'Que se las arreglen...'. Es una actitud común entre nosotros los humanos, también para las personas religiosas e incluso dedicadas al culto", lamentó el pontífice en su homilía en la Basílica de San Pedro.
Entre los nuevos cardenales es fácil ver los grandes trazos del pontificado de Francisco, ya que aparecen dos españoles de larga tradición de diálogo con el Islam (Miguel Ángel Ayuso y Cristobal López); un italiano vinculado a la comunidad católica San Egidio, encargada de los corredores humanitarios para refugiados sirios (Matteo Zuppi) y un checo que se ocupa de la sección dedicada a migrantes y refugiados del Vaticano (Michael Czerny).
"¿Tenemos viva en nosotros la conciencia de esta compasión de Dios hacia nosotros? No es una opción, ni siquiera diría de un "consejo evangélico". No. Se trata de un requisito esencial. Si no me siento objeto de la compasión de Dios, no comprendo su amor. No es una realidad que se pueda explicar. O la siento o no la siento. Y si no la siento, ¿cómo puedo comunicarla, testimoniarla, darla?", preguntó.
Frente a él, los 13 nuevos purpurados, junto al resto de los cardenales, escucharon un mensaje que por momentos pareció dirigido a las probelmáticas internas que atraviesa la Santa Sede luego de que esta semana cinco funcionarios, dos de ellos de los considerados "leales" a Bergoglio, debieran ser suspendidos por su posible participación en un fraude millonario con propiedades inmobiliarias.
"También para ustedes, hermanos Cardenales. La disponibilidad de un Purpurado a dar su propia sangre, que está simbolizada por el color rojo de la vestidura, es segura cuando se basa en esta conciencia de haber recibido compasión y en la capacidad de tener compasión".
"De lo contrario, no se puede ser leal. Muchos comportamientos desleales de hombres de Iglesia dependen de la falta de este sentido de la compasión recibida, y de la costumbre de mirar a otra parte, la costumbre de la indiferencia", finalizó.
Con las designaciones, el Colegio Cardenalicio queda conformado por 128 electores, de los que 67 fueron creados por Jorge Bergoglio, 43 por su antecesor Benedicto XVI y apenas hay 18 creados por san Juan Pablo II con capacidad de votar.
Los elegidos por el pontífice argentino para llevar el birrete rojo ya son más de la mitad más uno de los eventuales votantes, lo que le da en los hechos una mayoría absoluta que fue leída por la prensa especializada como una forma de poder intervenir en su sucesión.
Argentina seguirá teniendo cuatro cardenales, dos con derecho a voto (el arzobispo de Buenos Aires Mario Poli y Leonardo Sandri) y dos sin posibilidad de elegir al próximo Papa (Estanislao Karlic y Luis Héctor Villalba).
Los nuevos cardenales, además, siguen el criterio bergogliano de designar representantes de las "periferias", como Indonesia y Guatemala, mientras sigue sin crear purpurados de ciudades de histórico peso en la Curia romana, como Milán o Turín.