CIUDAD DEL VATICANO.- "¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!", dijo el papa Francisco en su primer encuentro con la prensa como pontífice, en marzo de 2013.
Desde entonces, los cuestionamientos hacia el "papa comunista" llovieron desde los sectores más conservadores de la Iglesia. Jorge Bergoglio aclaró que no lo era una y otra vez. Esta mañana lo hizo de nuevo en su misa matinal en Santa Marta, donde mencionó que "la pobreza es una palabra que siempre pone en aprietos y con frecuencia quien habla de los pobres es definido comunista".
En la homilía, Francisco comentó el pasaje del Nuevo Testamento en el cual San Pablo organiza la colecta en la Iglesia de Corinto para la Iglesia de Jerusalén que vive momentos difíciles de pobreza.
A propósito de la "teología de la pobreza", el Papa observó como entonces, pobreza es "una palabra que pone en aprietos". Tantas veces, afirmó, se siente decir: "Pero este sacerdote habla demasiado de pobreza, este obispo habla de pobreza, este cristiano, esta monja hablan de pobreza... Pero son un poco comunistas, ¿no?".
En ese sentido, el pontífice reiteró: "La pobreza está en el centro del Evangelio. Si quitásemos la pobreza del Evangelio, no se entendería nada del mensaje de Jesús".
"Si tienes tanta riqueza en el corazón, esta riqueza tan grande, la caridad, la palabra de Dios, el conocimiento de Dios, haz que esta riqueza llegue a los bolsillos. Y esta es una regla de oro", dijo el Papa.
"Cuando la fe no llega a los bolsillos, no es una fe genuina. Es una regla de oro que Pablo aquí dice: «Ustedes son ricos en tantas cosas, ahora, entonces sean amplios en esta obra generosa»", agregó.
"Existe esta contraposición entre riqueza y pobreza. La iglesia de Jerusalén es pobre, está en dificultades económicas, pero es rica, porque tiene el tesoro del anuncio evangélico. Y esta iglesia de Jerusalén, pobre, enriqueció a la iglesia de Corinto con el anuncio evangélico; le dio la riqueza del Evangelio", completó Bergoglio.