Tras una última vuelta en automóvil por las calles de su ciudad natal, los restos del quíntuple campeón mundial de Fórmula Uno Juan Manuel Fangio descansan para siempre en el mausoleo de un museo dedicado a su exitosa carrera. Al cumplirse 26 años de su deceso y justo en 70° aniversario de su primer título mundial, el ataúd cubierto con la bandera argentina fue trasladado ayer desde el cementerio municipal de Balcarce hasta el Museo Fangio.
Antes de su destino final, el coche fúnebre que trasladaba el féretro escoltado por la policía pasó frente a la casa natal y la escuela donde estudió. Los vecinos aplaudieron el paso de la caravana. El verdaderamente fue el mejor piloto de carreras del mundo, destacó el escocés Jackie Stewart, tricampeón de la máxima categoría y amigo de Fangio, durante una emotiva ceremonia en el museo, de la que participaron familiares, amigos y autoridades locales. Detrás del ataúd, una pantalla gigante reproducía imágenes en blanco y negro de las carreras de Fangio. A los costados brillaban sus trofeos.