NUEVA YORK — Marianne Faithfull, la estrella pop británica, musa, libertina y alma vieja que inspiró y ayudó a escribir algunas de las mejores canciones de los Rolling Stones y perduró como cantante de baladas y sobreviviente del estilo de vida que alguna vez encarnó, ha fallecido. Tenía 78 años.
Faithfull falleció el jueves en Londres, informó su compañía de promoción musical, Republic Media.
"Con profunda tristeza que anunciamos la muerte de la cantante, compositora y actriz Marianne Faithfull”, dijo un portavoz de la compañía en un comunicado. “Marianne falleció pacíficamente en Londres hoy, acompañada de su amada familia. La extrañaremos mucho”.
La rubia y voluptuosa Faithfull era una celebridad antes de cumplir 17 años, se encontraba sin hogar a mediados de sus 20 y fue una inspiración para sus contemporáneos y artistas más jóvenes a principios de sus 30, cuando su crudo y explícito álbum “Broken English” le trajo el tipo de críticas que los Stones habían recibido. Entre sus admiradores se encontraban Beck, Billy Corgan, Nick Cave y PJ Harvey, aunque su historia siempre estaría estrechamente vinculada a los Stones y a los años que salió con Mick Jagger.
Una de las primeras canciones escritas por Jagger y Keith Richards, la melancólica “As Tears Go By”, fue su éxito revelación cuando se lanzó en 1964 y marcó el inicio de su relación cercana y atormentada con la banda.
Ella y Jagger comenzaron a salir en 1966 y se convirtieron en una de las parejas más glamorosas y notorias del “Swinging London”, Faithfull alguna una vez declaró que si el LSD “no estaba destinado a suceder, no habría sido inventado”. Su rechazo a los valores convencionales se definió por un arresto por drogas ampliamente publicitado en 1967 que dejó a Jagger y Richards brevemente en la cárcel y a Faithfull identificada en los tabloides como “Chica desnuda en la fiesta de los Stones”, una etiqueta que encontraría humillante e ineludible.
“Uno de los peligros de reformar tus malos caminos es que algunas personas no dejarán de verte en su mente como una criatura salvaje”, escribió en “Memories, Dreams and Reflections”, su autobiografía de 2007.
Jagger y Richards a menudo citaban a los bluesistas y a los primeros rockeros como sus principales influencias, pero Faithfull y su amiga cercana Anita Pallenberg, pareja de Richards durante mucho tiempo, también abrieron la banda a nuevas formas de pensar. Ambas eran más mundanas que sus novios en ese momento y los impulsaron a transformar la composición de canciones y las personalidades de los Stones, ya sea como musas o colaboradoras.
Faithfull ayudó a inspirar canciones de los Stones como el meloso tributo “She Smiled Sweetly” y la lujuriosa “Let’s Spend the Night Together”. Fue Faithfull quien le prestó a Jagger la novela rusa “El maestro y Margarita” que fue la base para “Sympathy for the Devil” y quien primero grabó y contribuyó con letras para la sombría “Sister Morphine” de los Stones, que comienza con el verso, “Here I lie in my hospital bed” (Heme tendido en mi cama de hospital). El consumo de drogas de Faithfull ayudó a dar forma a tales visiones desencantadas de la escena del rock londinense como “You Can’t Always Get What You Want” y “Live with Me”, mientras que su tiempo con Jagger también coincidió con una de sus canciones de amor más vulnerables, “Wild Horses”.
Por su cuenta, la londinense Faithfull se especializó inicialmente en baladas gentiles, entre ellas “Come Stay With Me”, “Summer Nights” y “This Little Bird”. Pero incluso en su adolescencia, Faithfull cantaba en un frágil alto que sugería conocimientos y cargas mucho más allá de sus años. Su voz más tarde se agrietaría y se volvería más áspera, y su vida y obra después de separarse de Jagger en 1970 fue sobre mirar hacia atrás y seguir adelante a través del dolor emocional y físico.
Se había vuelto adicta a la heroína a finales de los 60, sufrió un aborto espontáneo cuando estaba embarazada de siete meses y casi muere por una sobredosis de pastillas para dormir. (Jagger, mientras tanto, tuvo un romance con Pallenberg y tuvo un bebé con la actriz Marsha Hunt). A principios de los 70, Faithfull vivía en las calles de Londres y había perdido la custodia del hijo, Nicholas, que tuvo con su esposo, el galerista John Dunbar, de quien se había distanciado. También lucharía contra la anorexia y la hepatitis, fue tratada por cáncer de mama, se rompió la cadera en una caída y fue hospitalizada con COVID-19 en 2020.
Compartió todo, sin censura, en sus memorias y en su música, notablemente “Broken English”, que fue lanzado en 1979 y presentó su furiosa “Why’d Ya Do It” y la conflictiva “Guilt”, en el que canta “I feel guilt, I feel guilt, though I know I’ve done no wrong” (Siento culpa, siento culpa, aunque sé que no he hecho nada malo). Otros álbumes incluyeron “Dangerous Acquaintances”, “Strange Weather”, el en vivo “Blazing Away” y, más recientemente, “She Walks in Beauty”. Aunque Faithfull estaba definida por los años 60, su sensibilidad a menudo se remontaba al mundo previo al rock del cabaret alemán, también interpretó numerosas canciones de Bertolt Brecht y Kurt Weill, incluyendo “Ballad of the Soldier’s Wife” y el ballet “cantado” “The Seven Deadly Sins”.
Sus intereses se extendieron al teatro, el cine y la televisión. Faithfull comenzó a actuar en la década de 1960, incluyendo una aparición en “Made In U.S.A.” de Jean-Luc Godard y papeles teatrales en “Hamlet” y “Las tres hermanas” de Chéjov. Más tarde aparecería en películas como “Marie Antoinette” (“María Antonieta”) y “The Girl from Nagasaki”, y en la serie de televisión “Absolutely Fabulous”, en la que fue elegida como — y no se inmutó al interpretar — Dios.
Faithfull se casó tres veces, y en los últimos años salió con su manager, Francois Ravard. Jagger fue su amante más famoso, pero otros hombres en su vida incluyeron a Richards (“tan genial e inolvidable”, diría ella de su aventura de una noche), David Bowie y el astro del rock temprano Gene Pitney. Entre los rechazados: Bob Dylan, quien había quedado tan cautivado que estaba escribiendo una canción sobre ella, hasta que Faithfull, embarazada de su hijo en ese momento, lo rechazó.
“Sin previo aviso, se convirtió en Rumpelstiltskin”, escribió en “Faithfull”, su otro libro de memorias publicado en 1994. “Fue a la máquina de escribir, tomó un montón de papeles y comenzó a romperlos en pedazos cada vez más pequeños, después de lo cual los dejó caer en la papelera”.
La herencia de Faithfull era una de intriga, decadencia e imperios caídos. Su padre fue un oficial de inteligencia británico durante la Segunda Guerra Mundial que ayudó a salvar a su madre de los nazis en Viena. Los antepasados más lejanos de Faithfull incluían varios aristócratas austrohúngaros y el conde Leopold von Sacher-Masoch, un austriaco del siglo XIX cuyo apellido y novela escandalosa “Venus in Furs” ayudaron a crear el término “masoquismo”.
Los padres de Faithfull se separaron cuando ella tenía 6 años y su infancia incluiría tiempo en un convento y en lo que ella calificaría como una comuna “loca” obsesionada con el sexo. En su adolescencia, leía a Simone de Beauvoir, escuchaba a Odetta y Joan Baez y cantaba en clubes de folk. A través de la escena artística de Londres, conoció a Dunbar, quien la presentó a Paul McCartney y otras celebridades. Dunbar también cofundó la Galería Indica, donde John Lennon diría que conoció a Yoko Ono.
“Los hilos de una docena de pequeñas escenas se entrelazaban invisiblemente”, escribió en su memoria. “Todas estas personas — dueños de galerías, fotógrafos, estrellas del pop, aristócratas y varios talentosos holgazanes más o menos inventaron la escena en Londres, así que supongo que estuve presente en la creación”.
Su futuro se trazó en marzo de 1964, cuando asistió a una fiesta de grabación para una de las bandas jóvenes y populares de Londres, The Rolling Stones. Rechazaba la idea de que ella y Jagger se enamoraron de inmediato, Faithfull decía que consideraba a los Stones como “chicos de escuela groseros” y presenció a Jagger peleando con su entonces novia, la modelo Chrissie Shrimpton, que estaba tan llorosa que sus pestañas postizas se estaban despegando.
Pero quedó profundamente impresionada por un hombre, el manager de los Stones, Andrew “Loog” Oldham, quien parecía “poderoso, peligroso y muy seguro de sí mismo”. Una semana después, Oldham le envió un telegrama, pidiéndole que viniera a los estudios Olympic de Londres. Con Jagger y Richards observando, Oldham le puso un demo de una canción “muy primitiva”, “A Tears Go By”, que Faithfull necesitó sólo dos tomas para completar.
“Es absolutamente asombroso que un chico de 20 años hubiese escrito eso”, escribió Faithfull en su memoria de 1994. “Una canción sobre una mujer que mira nostálgicamente hacia atrás en su vida. Lo extraño es que Mick haya escrito esas palabras mucho antes de que todo sucediera. Es casi como si toda nuestra relación hubiera sido prefigurada en esa canción”.