La designación de Julio Bocca como nuevo director artístico del Teatro Colón tras la sorpresiva salida de Jorge Telerman de la dirección general del gran coliseo argentino, fue recibida con satisfacción y expectativa por artistas que forman parte de la historia de la sala y el público en general.
Según un comunicado del Ministerio de Cultura de la Ciudad, la llegada de Bocca se producirá en tándem con el uruguayo Gerardo Grieco, quien fuera director general del Auditorio Nacional del Sodre, cuyo Ballet Nacional estuvo bajo la dirección artística del artista argentino entre 2010 y 2017. Grieco ha sido además director del Teatro Solís de Montevideo y creador de la Sala Zitarrosa. Ambos ya están trabajando "en el nuevo modelo de gestión" del Colón, que será presentado en los primeros días de noviembre, según la cartera cultural.
"Estoy muy feliz de volver a casa, muy emocionado y orgulloso de este nuevo comienzo", indicó el astro del ballet argentino en declaraciones reproducidas en el comunicado.
Por su parte, la ministra de Cultura porteña, Gabriela Ricardes, expresó su satisfacción por los cambios, ya que, según dijo, Bocca y Grieco "han demostrado, además de sus virtudes individuales, saber cómo llevar adelante un proceso como el que necesita el Colón".
IDEAS CLARAS
A través de las redes sociales, varios artistas vinculados a Bocca y a la historia del Colón manifestaron su beneplácito con su llegada a la dirección artística. Eleonora Cassano, imborrable compañera del bailarín en incontables títulos, se mostró entusiasmada y consideró que “ya era hora” que tuviera esta oportunidad.
Por su lado, Federico Fernández, primer bailarín del Colón y un ferviente defensor de los derechos de sus colegas, publicó en sus redes sociales un extenso texto en el que dejó abierto el crédito para que Bocca haga lo suyo para mejorar las condiciones de trabajo y jubilatorias de los artistas de la casa. “Con él inicié mi carrera cuando me contrató a los 14/15 años para el Ballet Argentino que dirigía, y probablemente, por una cuestión cronológica, también sea mi último director. Julio siempre tuvo sus ideas claras, una visión personal que expresó en todo momento,
donde considera que la estabilidad laboral debe desaparecer y pasar a un sistema de contratos como funciona en Estados Unidos. En mi opinión, la Estabilidad Laboral (planta permanente) no es el dilema; el problema es que el Estado no regule, no observe y no accione ante la falta de cumplimiento del agente, dejándolo fuera si éste no cumple, como en cualquier otro trabajo”, escribió Fernández.
Y continuó: “Otro problema fundamental que aqueja a esta compañía es la falta de jubilación (dado que) nuestros aportes son para jubilarnos a los 65 años y deberíamos poder aportar para poder retirarnos bastante antes, y generar el círculo virtuoso y productivo para que las generaciones salientes aporten desde otro lugar. La situación es compleja, pero entendemos que si Julio asume esta dirección (es porque) tiene el visto bueno para realizar los cambios que desea y a su vez generar la jubilación. Esto permitiría un recambio necesario y a la vez una salida respetuosa de cada Bailarín”.
“Una nueva etapa se suma al Ballet Estable del Teatro Colón y sin dudas será de un cambio profundo que traerá principalmente muchas funciones de ballet (80 anuales en la sala principal del Colón seguro), junto con giras internacionales, nacionales, y la participación de la compañia en los festivales más importantes del mundo”, se ilusión el bailarín, manifestando su expectativa sobre el envión que Bocca podría llegar a darle al Ballet y al Colón todo.
“Hay que comenzar con cien funciones dentro del Teatro y resolver lo jubilatorio. Yo aporté por años mucho más para irnos a los cuarenta de edad (¿dónde habrán quedado esos aporte?). En fin: es mucho lo que hay que ordenar y creo que en esta ocasión por fin se podrá hacer”, posteó Nora Insúa, quien también fuera bailarina de la casa.