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Europibes al acecho

 

Europibes. El término no refiere a hijos de familias acomodadas en viajes de egresados por el Viejo Continente. Tiene más que ver el juego de palabras con juveniles que nacieron en Europa, la rompen jugando al fútbol y tienen algún vínculo sanguíneo con la Argentina. Se trata de verdaderos futuros cracks que eligen representar al Seleccionado albiceleste por sobre sus países de origen: España, Italia, Francia... Y, rápidos de reflejos, desde la AFA los van citando para integrar los diferentes elencos juveniles pese a que algunos, incluso, ya tuvieron minutos defendiendo sus colores natales…

El último y llamativo caso fue el del arquerito José Castelau de Roa, quien ataja en las inferiores de Real Madrid. El joven nació en Getafe, España, y resultó una de las sorpresas entre los convocados por el DT Diego Placente para ser parte del Sub 17, plantel que trabaja por estas horas con vistas al Sudamericano de la categoría que se disputará entre agosto y septiembre en Bolivia.

Cada vez que aparece un nuevo Europibe los memoriosos suelen recordar el amistoso que alguna vez inventaron desde la AFA para que Lionel Messi se pusiera, por primera vez, la camiseta celeste y blanca. El 29 de junio de 2004 desde la casa que conducía el por entonces astuto (y polémico) Julio Grondona se organizó un partido Sub 20 entre Argentina y Paraguay. La única intención de aquel amistoso fue seducir a Leo y que no pudiera representar, en el futuro, a otras naciones. El rosarino siempre quiso vestir la camiseta argentina, pero, hace 20 años, la cuestión no era tan fácil. Si la Pulga hubiese jugado algún partido para España, la historia podría haber cambiado. Y tal vez Leo no habría sido campeón del mundo en Qatar 2022.

Si el 29 de junio de 2004 Lionel Messi no hubiese aparecido en un amistoso del Sub 20, tal vez muchas cosas habrían sido muy diferentes...

Antes el reglamento era estricto en ese sentido. Pero desde 2020 cambió y se permite que un jugador participe hasta en dos seleccionados de mayores, aunque con restricciones. Hay requisitos que permiten explicar la situación de varios chicos que nacieron en otros países y no paran de nutrir a los diferentes seleccionados argentinos. Por ejemplo, Alejandro Garnacho, otro de los juveniles que ya aprovecharon la flexibilidad de la regulación que le permitió cambiar de caballo en medio del río… El joven delantero del Manchester United, hijo de padre español y madre argentina, en 2018 fue convocado por Sub 17 de España, plantel que integró hasta 2020. Garnacho tiene 19 años y el reglamento dice que se puede cambiar de país hasta los 21. Y que, además, el futbolista no debe haber jugado más de tres partidos y que hayan pasado tres años desde el último encuentro en ese seleccionado anterior. Otro dato calve: no haber participado en Mundiales o torneos continentales de las distintas confederaciones.

Castelau de Roa recién cumplió 15 el 13 de enero y ya acumula 12 partidos como titular en lo que va 2024 defendiendo el arco del equipo Cadete B del Real Madrid, que marcha escolta de Atlético de Madrid en el certamen. Se trata de otro hallazgo de los especialistas en scouting (buscadores de talentos) que tiene la AFA en Europa. Sin duda, un trabajo de hormiga imaginado por el cuerpo técnico que no quiere dar ventajas y sale a investigar el mercado juvenil por diferentes puntos del planeta. Con esa idea montó una oficina en España y otra en Estados Unidos.

Nicolás Marcipar, del Barcelona, un defensor español con presente y futuro albiceleste.

Castelau de Roa, quien llegó a la Casa Blanca en la temporada 2017 y ya firmó su primer contrato profesional, sueña con ser el sucesor del Dibu Martínez. La diferencia es que el simpático (para los argentinos, no para el resto del mundo) arquero del Aston Villa inglés nació en Mar del Plata y atajó en Independiente, aunque se fue joven del país. Castelau de Roa pasó toda sus existencia en la Madre Patria y es un ejemplo más de la enorme cantidad de chicos que son seguidos de cerca por los ojos de reclutadores argentinos.

Los Europibes a los que ya les tocaron el timbre desde la AFA son varios. En esta última convocatoria, además de al arquerito merengue, Placente también citó a Nicolás Marcipar, una de las figuras de La Masía del Barcelona que deslumbró a Pablo Aimar. El chico nació en Castelldefels en 2008, es defensor central o lateral izquierdo y llegó a la entidad culé a los nueve años. Desde su arribo a los blaugranas, mostró buenos rendimientos, a tal punto que llegó a ser capitán de la Categoría Cadete A (Sub 16), del equipo español.

Diego Placente toma nota y les hace lugar a los Europibes en el Sub 17. 

Más allá de esta última citación, existen varios nombres y apellidos que ya fueron llamados o están a punto de serlo. Los más conocidos son Matías Soulé (juega en Juventus de Italia, es marplatense y tiene 19 años); Luka Romero (Lazio, de Italia), mexicano, de 18; Nicolás Paz (Real Madrid), otro joven nacido en Tenerife hace 19 y Valentín Carboni (Inter, de Italia) de la misma edad. Este último acaba de ser convocado por Lionel Scaloni para una lista preliminar -de 29 jugadores que deberá reducir a 26- que disputará la Copa América en Estados Unidos el mes próximo (del 20 de junio al 24 de julio).

Y hay muchos más, que sobrevuelan el radar de la AFA en el mundo. Por allí andan pelota al pie Franco Carboni (hermano de Valentín Carboni, del Cagliari, de Italia) y Niko Takashashi (Barcelona), oriundo de la ciudad catalana de Cornellá e hijo de madre japonesa y padre argentino… La idea es que no se escape nadie.