El mundo
SIETE DIAS SOBRE EL GLOBO

Estados Unidos se prepara para la guerra

En una de sus esclarecedoras columnas en Folha de Sao Paulo, el exministro Antonio Delfim Netto (1928-2024) advertía que Inglaterra pudo derrotar a los nazis en la Segunda Guerra Mundial sólo porque era uno de los principales productores de acero de entonces.

El padre del milagro económico brasileño advertía así de los enormes peligros que implica la desindustrialización del Occidente. Los riesgos quedaron en evidencia el año pasado cuando Estados Unidos y Europa descubrieron que sus fábricas no estaban en condiciones de reponer las reservas de municiones que Ucrania demandaba para seguir resistiendo los embates del invasor ruso.

Es probable que la perturbadora decisión de Donald Trump de esta semana de imponer un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio responda al deseo del magnate republicano y su cohorte de halcones de reindustrializar a Estados Unidos, en vista de que perciben como inevitable a mediano o largo plazo una confrontación bélica con la otra superpotencia. El sablazo podría sacar del primer mercado mundial a unos 600 millones de exportaciones argentinas.

Así lo ha dejado claro uno de los más influyentes asesores del presidente estadounidense. “Los aranceles al acero y al aluminio 2.0 pondrán fin al dumping extranjero, impulsarán la producción nacional y asegurarán nuestras industrias como columna vertebral y pilares de la seguridad económica de Estados Unidos”, afirmó Peter Kent Navarro, consejero presidencial en industria y comercio, el lunes pasado en un encuentro con periodistas.

MR. NAVARRO

Es una figura muy interesante Mr. Navarro. Economista de 69 años ha ido escalando dentro del círculo aulico de Trump desde hace más de una década.

Durante la primera presidencia del magnate inmobiliario, Navarro, gran enemigo de la cuarentena covidiana, cumplió distintas funciones ejecutivas, no sin polémica. Los medios le dedicaron minibiografías. De padre saxofonista y criado desde niño por su madre divorciada, Navarro posee un doctorado en economía de Harvard y es profesor emérito de la Universidad de California, Irvine.

Se recordó que al inicio de su carrera se especializaba en energía y llegó a ser un paladín del libre comercio, pero cambió de posición ante lo que veía como pérdidas de empleos y prosperidad por la competencia extranjera. Fue incluso candidato demócrata a la intendencia de San Diego.

Pero lo más interesante de Navarro son tres libros que ha publicado para advertir a Occidente sobre la creciente influencia de Pekín en la escena global:

* "Las próximas guerras chinas: dónde lucharemos y cómo podemos ganar" (2007).

* "Muerte por China: confrontando con el dragón, un llamado global a la acción (2011)".

* "Tigre agazapado: lo que significa el ascenso militar de China para el mundo" (2015).

La prensa estadounidense recuerda que Trump sumó a Navarro a su campaña electoral de 2016, después de que su yerno Jared Kushner descubriera Muerte por China, escrito junto a Greg Autry y que dio origen a un documental homónimo narrado por el actor Martin Sheen.

Otro dato revelador del personaje es que se convirtió en el primer ex funcionario de la Casa Blanca encarcelado por desacato al Congreso. Se había negado a entregar documentación y prestar testimonio sobre el asalto de la turba extremista al Capitolio del 6 de enero de 2021. Entre el 19 de marzo y el 17 de julio del año pasado el catedrático, que aún hoy sigue afirmando que Joe Biden robó la elección de 2020, cumplió su pena en una prisión federal de mínima seguridad en Miami. En la convención republicana, lo ovacionaron como héroe.

MURIO RICARDO

Una de las soflamas favoritas de Ricardo es ésta: “¡David Ricardo ha muerto!”.

Para el asesor de Trump el comercio internacional ya no operaría como esa varita mágica que beneficia a todos los consumidores con productos más baratos y un ecosistema global más pacífico, como creen sus colegas ortodoxos (y Javier Milei). ”La especialización de los países es imposible en el siglo XXI. China está distorsionando las reglas del juego mediante el espionaje industrial, la manipulación de la moneda y el robo de la propiedad intelectual”, sostiene.

Mr. Navarro ha escrito más de una de vez que "la era de la complacencia estadounidense en comercio se acabó" o que "seguridad económica es seguridad nacional". ¿Trump comparte esta visión? Bueno, lo llama “mi Peter” y lo hacía participar en reuniones de gabinete, según The Washington Post y The Finantial Times.

Si el combate a la economía ricardiana no es proteccionismo puro y duro, qué cosa es, señor Presidente de los argentinos.

VOLVER A 1900

Además de la tensión geopolítica, hay otra razón estrafalaria para el proteccionismo de las MAGAnomics (MAGA, por el lema de campaña Make America Great Again). Según Peter Navarro, Donald Trump quiere que los aranceles y no los impuestos sobre la renta sean la principal fuente de ingresos para el funcionamiento del gobierno.

En declaraciones a la cadena de televisión Fox News, Navarro dijo que la visión de Trump es volver a las políticas del presidente William McKinley (1897-1901) "cuando los aranceles eran la principal fuente de ingresos para el funcionamiento del Gobierno".

"Por eso (Trump) ha establecido el Servicio de Ingresos Externos (SEI)", continuó Navarro.

Navarro insistió en la misma idea durante un evento organizado por la revista Politico el martes pasado en Washington, informó la agencia EFE.

Explicó que "si Trump tiene el éxito que persigue, la economía estadounidense va a experimentar un cambio estructural al pasar de una que depende de los impuestos sobre la renta a otra que también depende de los ingresos de los aranceles y el Servicio de Ingresos Externos".

VIVIR CON LO NUESTRO

Uno no puede dejar de recordar que el uso de aranceles como arma evoca el tramo más horripilante del siglo XX: los años de Adolf Hitler en el poder. Los libros de texto señalan que el comercio internacional en 1938 era la mitad del 1929 lo que hundió a decenas de países como el nuestro y, sobre todo, por culpa de las restricciones aplicadas por Estados Unidos y Gran Bretaña.

Los argentinos -créase o no- tenemos algo que enseñarle al Estados Unidos trumpista. El mito de Vivir con lo nuestro  se paga caro. Cuando nos cerramos al mundo, empezó la decadencia nacional, declive acelerado por el Populismo del Siglo XXI que, ¡oh casualidad!, también fue adicto al “comercio administrado” (Guillermo Moreno, dixit).