A último momento, Mauricio Macri desistió de la idea de protagonizar su primera Cadena Nacional para referirse a la tripulación del submarino desaparecido "ARA San Juan". El pedido de los familiares para que se espere a declarar el duelo hasta que se sepa qué pasó y donde están los 44 marinos, se hizo sentir en el Ejecutivo que cambió de planes y decide por ahora esperar. Este episodio junto a la muerte del joven mapuche en Río Negro, empañaron el lucimiento del nombramiento del Presidente como titular pro témpore del G20 y la noticia, importante sin dudas, pasó a un segundo o tercer plano.
Hay un cierto fastidio por la pérdida de esta oportunidad pero más fastidio hay por una nueva desaprobación por parte de Elisa Carrió a un pacto interno en Cambiemos. La UCR llegó a un acuerdo para conformar una lista de unidad en la que irá Enrique "Coti" Nosiglia al Comité Nacional, esto enfureció a Lilita que inmediatamente denunció un arreglo entre Coti y Daniel Angelici. Un duro comunicado emitido por el partido de Carrió encendió las luces de emergencia de la alianza oficialista. Bajo el título de "La Coalición Cívica ARI ratifica su compromiso con los principios fundacionales de Cambiemos y tomará distancia de los acuerdos corporativos y de negocios", la diputada y la cúpula del ARI firman el texto que pone a este al borde del quiebre del acuerdo con el Pro y los radicales.
"No vamos a traicionar al electorado y a los principios fundacionales de Cambiemos", agrega el comunicado y destaca "si Cambiemos termina siendo un acuerdo entre Enrique Nosiglia y Daniel Angelici la Coalición Cívica-ARI confirma que no formará parte de este tipo de arreglos".
LA MALA COMUNICACION
Ya se dijo que este Gobierno no comunica bien, lo hace por el camino políticamente incorrecto, rayando el límite de la imprudencia y hasta de manera inoportuna. En el momento en que el Presidente pretende que se aprueben sus reformas más importantes en el Congreso y en medio de una oposición y unos sindicatos que lo acusan de ser el padre del ajuste, anuncian sin dudarlo severas subas de precios en el gas, la luz y los combustibles. Desde Economía preanuncian que la inflación de diciembre alcanzará el 3 por ciento y la vicepresidente, Gabriela Michetti justifica la baja en el ajuste de las jubilaciones y hasta se atreve a decir "que un jubilado gane 15.000 pesos es demagógico" y para llevar más miedo a la clase pasiva confirma que "la plata no está".
La pregunta es sencilla ¿son o se hacen? Los aumentos, ya que la política del gradualismo no se suspendió, podrían haberse anunciado a partir de marzo, después de la tormenta en el Congreso y ya definidas la nuevas leyes de reformas. En cuanto a Michetti, su declaración desafortunada suena a sincericidio, un riesgo que no solo corre ella sino todo el Poder Ejecutivo. Puede tener argumentos que para ella sean razonables, pero no puede validar la pérdida de ingresos que sufrirán los jubilados si la reforma previsional se convierte en ley tal cual la aprobó el Senado.
Lamentablemente los jubilados no tienen la fuerza de los Moyano, en especial Hugo y su hijo Pablo, porque ellos sí que metieron presión hasta conseguir su objetivo. Lo contamos la semana pasada en esta columna y sucedió. El vicejefe de Gabinete, Mario Quintana y el titular de la AFIP, Alberto Abad, habrían cambiado de opinión súbitamente y consiguieron que se levantara la inhibición de bienes de la empresa postal OCA, algo que pretendían los Moyano y por lo que estaban dispuestos a dar pelea a punto que el propio Pablo se sumó al clamor kirchnerista para rechazar todas las reformas propuestas por el Gobierno, incluso compartió el palco con el ultra K, Hugo Yasky.
"Tenía los dedos apretándose la nariz" confió uno de los allegados al camionero, que desde esa postura consiguió doblarle el pulso a Macri y va camino a quedarse con OCA que tiene entre su personal a 7.000 afiliados a su sindicato.
DIPUTADOS DESCOLOCADOS
Tras haber sido designado Agustín Rossi como jefe del bloque Frente para la Victoria-PJ, sus últimos días han sido realmente ajetreados. Su objetivo es evitar más fugas de los anti K convocando a la unidad y evitar que los disidentes armen bloques propios, algo que ya ocurrió con José Ottavis y Rocío Giaccone que están a punto de anunciar un bloque propio. Por su lado, las diputadas Alejandra Martínez y Patricia Cubría estarían por anunciar su propia bancada que se insertaría en el bloque de los que apoyan a Florencio Randazzo.
Rossi, junto a José Luis Gioja como referentes, buscan conseguir un bloque de al menos 68 diputados, los que necesitarían para convertirse en la segunda minoría detrás de Cambiemos. Leopoldo Moreau y Axel Kiciloff fueron descartados por la propia Cristina Fernández por lo que apoyarán, pero desde afuera. Faltan pocas horas para la jura de los diputados electos y nadie tiene nada cerrado. La intemperancia de La Cámpora y el desencanto de muchos kirchneristas puede hacer trastabillar el plan de Rossi y de los soldados de CFK y la atomización del bloque solo termine beneficiando a Cambiemos.