La sala principal del Camarín de las Musas recibe al espectador con una luz tenue y dos actores en escena que esperan sentados, al igual que el público, que la obra comience. El murmullo que antecede al inicio de la función cede cuando por la puerta entra Inés (Mabel Salerno), quien con voz pausada y mirada cautivante se presenta y relata de forma detallada el camino que como espectadores vamos a recorrer.
Julio Chávez y Camila Mansilla se vuelven a unir para dar a luz un relato en el cual el amor familiar y la intimidad entre una pareja que atraviesa la vejez se plasman desde un punto de vista totalmente original, tierno y profundamente emotivo.
Inés, una actriz de teatro que logra un papel muy importante en su carrera, es protagonista de un hecho absolutamente extraordinario que la impulsa a preguntarse a sí misma quién es. Tras este acontecimiento decide llamar a dos compañeros actores para representar tres pasajes de su historia familiar vinculados a la relación que tenían sus padres.
Resulta entrañable adentrarse en lo que propone Inés como material teatral. La dulzura y la sensibilidad de Mabel Salerno nos guía desde un comienzo en un viaje tan revelador para ella como para los espectadores. El recorrido de estos tres pasajes de su infancia permite conocer a los padres, sus personalidades, intenciones, preocupaciones, su amor infinito. Un vínculo precioso representado de forma magistral por Chela Cardalda ("Ojos que no ven") y Luis Canduci ("El aeroplano").
El espectador se sumerge, sin saberlo, en una travesía llena de emociones profundas. Empatizar con la historia de Inés se vuelve casi inevitable para quien se encuentra unido a sus padres por una relación llena de amor y entrega. Sin duda, algunos verán reflejados en escena ciertos retazos de su propia historia.
El trabajo del equipo artístico es notable. Los tres actores construyen personajes entrañables, plenos de matices y memorables. Los rubros técnicos armonizan la puesta sin fisuras logrando crear los climas, tiempos y espacios que la historia recorre.
Intima y profunda, "Inés" es una obra que viaja directo al corazón del espectador.
Calificación: Excelente