Las enfermedades eruptivas o exantemáticas son más frecuentes en otoño y primavera y se caracterizan por la presencia de lesiones en la piel y picazón. No vuelven a presentarse a lo largo de la vida, salvo la escarlatina, que es provocada por el estreptococo y se puede sufrir más de una infección. Así lo explicaron la pediatras María Carmen Di Fabio y Alejandra Lafont.
"Estas enfermedades pueden ser febriles o afebriles. Dentro de las eruptivas febriles se encuentran las enfermedades virales o bacterianas como rubéola, varicela, sarampión, quinta y sexta enfermedad y escarlatina, como las más frecuentes", detalla Lafont, quien es jefa del servicio de Pediatría del Hospital Privado de Niños.
"Las exantemáticas son más frecuentes en los niños porque se contagian entre ellos y la mayoría de los adultos ya están inmunizados. Actualmente hay vacunas para un grupo importante de ellas como el sarampión, la varicela y la rubéola. Dentro del grupo de las enfermedades eruptivas afebriles se encuentran el eccema atópico, la urticaria, sudamina, sarna, picaduras de insectos y reacciones por medicamentos", añade Di Fabio, quien también integra el plantel de Pediatría del Hospital Privado de Niños.
LAS MAS COMUNES
A la hora de enumerar las enfermedades eruptivas más comunes durante la infancia, la especialistas mencionaron:
* Sarampión: es una enfermedad eruptiva producida por un virus. Se transmite de persona a persona, por contacto directo con secreciones respiratorias, aunque en algunos casos puede transmitirse por vía aérea, pero a corta distancia. "Antes de la vacunación, prácticamente toda la población había contraído el sarampión al término de la adolescencia", subrayan. El sarampión es una enfermedad que puede ser erradicada del mundo ya que afecta sólo al hombre, se transmite de persona a persona, deja inmunidad permanente y tiene una excelente vacuna para combatirla. Por esto mismo la epidemiología del sarampión ha cambiado mucho, erradicándose por completo en muchos países.
Según detallan, el periodo de incubación en general es de 10 días. El momento de contagio de la enfermedad comienza uno o dos días antes del brote hasta cinco días después del mismo. Se trata de una enfermedad de comienzo agudo, es epidémica, de muy alta contagiosidad. Se caracteriza por fiebre, coriza, catarro bronquial y conjuntival (denominado triple catarro, conjuntival, nasal y faringolaringotraqueobronquial).
Esta primera etapa dura tres a cuatro días. A continuación se produce una erupción en la boca muy característica, continuando con erupción en la piel con pequeñas manchas rojas que comienzan en la cara y tronco y se extienden a los miembros. Estas se tornan color ocre o café con leche, con descamación posterior. Este periodo dura 4 o 5 días y coincide con el pico máximo de fiebre. "Se trata de una enfermedad seria que puede provocar complicaciones respiratorias graves", advierten las pediatras. Los últimos casos de sarampión documentados en nuestro país fueron en 2009.
* Varicela: esta enfermedad eruptiva infecciosa es provocada por el virus varicela-zoster, de altísima transmisibilidad y distribución universal. "Los grupos de mayor riesgo son los niños en edad preescolar y escolar", alertan Lafont y Di Fabio. Suelen ser las escuelas los epicentros de las epidemias, con mayor incidencia desde fines de julio hasta principios de octubre. La transmisión se realiza por vía respiratoria, pudiendo ocurrir antes de la aparición del brote. El riesgo de transmisión se extiende hasta la aparición de las costras, "éstas no contagian", aclaran. El promedio del periodo de incubación es de 14 a 16 días, pudiendo ser entre 10 a 20 días.
El brote es el signo clínico más característico. Este evoluciona por brotes por lo que se pueden observar lesiones típicas en distintos estadios. El brote se inicia con una mancha roja que evoluciona a pápula (palpable), ésta a vesícula, apareciendo luego la pústula y finalmente se forma la costra.
Puede o no causar fiebre, en caso de tenerla, en general, no es alta. Estas lesiones pueden presentarse en la mucosa bucal. "Pueden aparecer complicaciones, sobre todo infección bacteriana producida por rascado de las lesiones", señalan. La vacuna protege en un 95% para las formas severas y en un 70 a 80% para las formas leves.
* Escarlatina: es una enfermedad eruptiva producida por el estreptococo. Se caracteriza por una mayor frecuencia de infecciones respiratorias altas durante el invierno y la primavera. Afecta con más frecuencia a niños en edad escolar y adultos jóvenes. La transmisión de la faringitis estreptocócica se produce por contacto íntimo con proyección directa de grandes gotas o secreciones respiratorias. El periodo de incubación es corto, de 12 horas a 4 días.
"Clínicamente se caracteriza por fiebre brusca, vómitos, dolor de garganta con faringitis, brote eritematoso, micropapular, que al tacto, parece como papel de lija y es más intenso en los pliegues cutáneos", describen las especialistas. Los surcos nasales suelen estar libres de exantema o ser menos intensos. Se produce descamación posterior, que puede llegar a ser en colgajos cuando la afectación de la piel fue intensa. Se trata con antibióticos.
* Quinta Enfermedad: es producida por un virus, el parvovirus. Se presenta en forma esporádica o en brotes. Predomina en la segunda mitad del invierno, primavera e inicio del verano. La transmisión habitual es aérea, mediante secreciones respiratorias. "Se considera solo levemente contagiosa por la ocurrencia tardía en la infancia y el porcentaje relativamente bajo de contagios", puntualizan. Sin embargo, comentan que es contagiosa hasta la aparición del exantema. Al octavo día del contagio puede presentar un síndrome infeccioso inespecífico con fiebre, decaimiento, cefalea, miortralgias, dolor de garganta y a veces se observan algo rojas las conjuntivas. Alrededor del día 17 o 18 comienza la segunda fase de la enfermedad, que es la más característica ya que se presenta con un brote exantemático, simétrico, macular o máculo papular, eritematoso, evanescente que evoluciona tipo encaje. Este exantema se inicia en las mejillas, donde persiste uno o dos días, para ser seguido o acompañado por afectación de extremidades, nalgas y tronco, por una a dos semanas. Hasta un mes después, se pueden seguir observando los cambios de coloración de la piel con los cambios de temperatura, exposición a la luz solar, ejercicio y el estrés. La enfermedad habitualmente es autolimitada y de curso benigno. No requiere tratamiento específico.
* Sexta enfermedad: es una enfermedad eruptiva producida por un virus, el Herpes. Se transmite a través de las secreciones salivales. También llamada exantema súbito. Tiene un periodo de incubación de 7 a 15 días. Se caracteriza por fiebre alta y persistente durante tres a cuatro días, con descenso brusco de la misma y posterior aparición de un brote que dura uno o dos días, ilustran las expertas. "El brote típico está constituido por elementos redondos u ovoides color rosa pálido, bien delimitados que se ubican principalmente en el tronco y el cuello. En el término de pocas horas, hasta un máximo de cuarenta y ocho horas, desaparece sin dejar secuelas", precisan. En general los niños están en buen estado general, aunque a veces presentan cefalea, rinofaringitis, otitis media aguda, dolor abdominal, vómitos, diarrea. Es una enfermedad habitualmente benigna, que en la mayoría involuciona en pocos días sin dejar secuelas por lo que no requiere tratamiento específico.
SIN FIEBRE
En tanto, Lafont y Di Fabio mencionaron que dentro de las "eruptivas afebriles" hay un grupo de enfermedades que son frecuentes en los niños, tales como:
* Dermatitis atópica: esta entidad no es contagiosa, se caracteriza por intensa picazón, compromete zonas de pliegues y en general mejora con la edad, tiene un gran componente alérgico. La sequedad de la piel y el rascado juegan un rol preponderante en la aparición de las lesiones. La base del tratamiento es la humectación de la piel y el tratamiento del prurito.
* Urticaria: se presenta como ronchas que pican y van cambiando de lugar, generalmente son secundarias a una reacción alérgica y muy raramente se puede identificar con certeza el agente desencadenante. Es una entidad benigna, no contagiosa, que puede evolucionar en brotes y durar hasta 10 días.
* Sarna: es una parasitosis que se caracteriza por intensa picazón sobre todo nocturna. En general la padece más de un miembro de la familia, las lesiones son variadas y es contagiosa de persona a persona con contacto muy cercano, o entre convivientes. No se contagia de los animales. Requiere tratamiento con medicación específica de todo el grupo familiar.
* Sudamina: es una erupción frecuente en los bebés y niños más pequeños, no es contagiosa, generalmente no requiere tratamiento y se debe a inmadurez en el funcionamiento de las glándulas sudoríparas. Se trata con baños y paños fríos.
Por último, la expertas refirieron que otras lesiones eruptivas frecuentes no infecciosas son las picaduras de insectos y su reacción secundaria llamada prurigo, que consiste en un brote con intensa picazón, con lesiones con el centro hundido -que se llaman umbilicadas-, y las erupciones por medicamentos denominadas "farmacodermias" en las que predomina el brote, la picazón y el antecedente de haber recibido alguna medicación, entre las que habitualmente ocasionan estas reacciones se encuentran los anticonvulsivantes y antibióticos.