En un colmado Salón de Pasos Perdidos del Congreso de la Nación fue reconocido el destacado periodista José Ignacio López. Por una iniciativa del diputado nacional Mario Negri (UCR-Córdoba) y entregado conjuntamente con la presidenta de la Cámara de Diputados de la Nación, Cecilia Moreau, el reconocido informador recibió "la Mención de Honor Diputado Nacional Dr. Juan Bautista Alberdi". Se trata del máximo galardón que otorga la Cámara de Diputados a aquellas personas físicas y/o jurídicas que se destaquen por sus acciones culturales, científicas, políticas, humanísticas, o por aportes que realcen los valores democráticos y republicanos.
La importante cantidad de gente presente obligó a los organizadores a habilitar una sala contigua para seguir la ceremonia en una pantalla gigante. El acto comenzó pocos minutos antes de las 18 cuando López fue recibido de pie con una ovación. Y luego de las adhesiones, entre las cuales se destacó la del ex presidente del Uruguay, José María Sanguinetti, se exhibió un video con una breve recorrida por su vida y trayectoria, donde se lo calificó como el `Vocero de la democracia'.
El primero de los oradores fue el periodista Fabián Bosoer, quien describió a López en el ejercicio del periodismo como cultor del equilibrio, la honestidad, el coraje, la conducta intachable, el rigor, la ecuanimidad, la ética y de los segundos planos.
"José Ignacio López contribuyó a lograr una mejor lectura de la realidad'', aseguró Bosoer tras destacar su labor en la organización del archivo de Alfonsín que recientemente fue donado al Archivo General de la Nación.
Luego fue el turno del diputado Negri. "Nacho -dijo- es un símbolo para enfrentar los tiempos que atravesamos de individualismo. El nos recuerda que la ética debe acompañar siempre al periodismo y es un ejemplo de coraje cívico y convicciones firmes''.
"Cuando propuse a Nacho para la Mención de Honor lo hice con la convicción de que su trayectoria era merecedora de esta distinción. Lo hice, además, pensando en el particular momento que vivimos camino a los 40 años de la democracia a los que se dirige nuestro país'', relató Negri.
Asimismo, rememoró el desempeño como vocero durante el gobierno de Raúl Alfonsín y sostuvo que siempre demostró lealtad al ex presidente, a la democracia y al periodismo. "Es una guía para las futuras generaciones'', finalizó. La periodista Mónica Gutiérrez leyó un emotivo texto escrito por Alfonsín acerca de su relación con López.
Por su parte, Cecilia Moreau improvisó una breves palabras acerca del periodista: "Nacho fue la voz de la democracia en un momento donde teníamos la capacidad de escucharnos, la oportunidad de debatir política sin caer en los personalismos y de dejar de lado las diferencias para poner por encima de todo la bandera celeste y blanca'', aseguró. Y, fuera de protocolo, invitó a los cinco hijos de López -Ana, Gabriela, Paula, Pablo y Ignacio- a subir al estrado para que sean ellos mismos quienes le entregarán a su padre la distinción. Sin lugar a dudas el momento más emotivo del acto, en medio de los aplausos de los presentes.
"Hay un tiempo para cada cosa. Ahora es tiempo de decir gracias. Gracias a Dios por el tiempo y en el lugar donde nací'', aseguró José Ignacio López, visiblemente emocionado. Luego, añadió: "Gracias Cecilia Moreau por haberme regalado que mi familia me entregue este reconocimiento, sin ellos no hubiera vivido como viví".
En ese marco, hizo mención a su primer bisnieto, a sus sesenta años de casado y definió a su esposa, Lita, como la novia eterna. "Yo soy creyente y se que acá están todos presentes, incluyó aquellos que ya no están con nosotros como Magdalena Ruíz Guiñazú y Santiago Senén González'', aseguró. También recordó sus primeros pasos como periodista en el Congreso, allá por 1961.
En otro tramo de su discurso habló del legado de Alfonsín para los tiempos de crisis que vivimos. "Alfonsín decía -recordó- que sin la conciencia de la unión nacional será imposible la consolidación de la democracia''. También citó una frase de Alberdi: `La conciliación es el único camino de salvación que tiene una República'. Y, por último, exhortó al `encuentro con humildad' entre los argentinos, a `mirar al pasado para construir' y a `recuperar la conversación social para un país mejor'.
Estuvieron presentes, entre otros, los diputados nacionales de la UCR Karina Banfi, Soledad Carrizo, Julio Cobos, Lidia Ascarate, Miguel Bazze, Ricardo Buryaile, Sebastián Salvador y Víctor Hugo Romero; los diputados MC, Ricardo Gil Laavedra y Daniel Salvador; autoridades eclesiásticas; senadores nacionales; ex funcionarios del gabinete de Ricardo Alfonsín; diversas personalidades del periodismo argentino, entre ellos Carlos Campolongo, Julio Bazán, Fernando Bravo; el ex Secretario Parlamentario de la HCDN, Eugenio Inchausti; autoridades de la Cámara; familiares y amigos.
SU TRAYECTORIA
José Ignacio López nació en Buenos Aires en 1936. Es egresado del Instituto Grafotécnico. Entre 1961 y 1975 se desempeñó en el diario La Nación, donde llegó a ser prosecretario de Redacción. Más tarde, fue secretario de redacción y columnista de temas económicos, políticos y religiosos de La Opinión, funciones que también tuvo en las agencias Noticias Argentinas (NA) y Diarios y Noticias (DyN).
Colaborador permanente del diario Clarín entre 1977 y 1983, redactó la columna religiosa en ese matutino y el comentario político del semanario El Economista. Conductor y comentarista radial y televisivo, fue gerente de noticias en Radio América y en Radio del Plata; jefe de redacción del vespertino Extra, integrante del equipo periodístico que creó Cablevisión Noticias y, de regreso en La Nación, columnista religioso y editor de la Red de Diarios del Interior.
López es recordado porque en sus épocas de cronista acreditado en la Casa de Gobierno durante la última dictadura militar, a finales de 1979, le preguntó abiertamente al entonces presidente de facto Jorge Rafael Videla sobre los desaparecidos. "Es una incógnita, no tiene entidad, no está ni muerto ni vivo, está desaparecido", definió el dictador, visiblemente nervioso y disgustado, en una respuesta que dio la vuelta al mundo y todavía hoy permanece en la memoria de la comunidad internacional. Antes, el 10 de noviembre de 1976, una bomba había explotado en la puerta del garage de su casa, en la localidad de José Mármol, en el sur del Gran Buenos Aires, mientras sus 5 hijos y su suegra estaban adentro, aunque no sufrieron daños físicos.
Durante todo el mandato de Raúl Alfonsín (1983-1989) se desempeñó como vocero presidencial con rango de secretario de Estado.
Durante los años difíciles de la crisis del 2001, López formó parte del Diálogo Argentino, convirtiéndose en parte de un intento de puente entre la sociedad y la clase política. También fue el encargado de anunciar la muerte de Raúl Alfonsín en el 2009. Es miembro de la Academia de Periodismo.