El techo de un salón de fiestas en el barrio porteño de Caballito se derrumbó después de un cumpleaños y, de milagro, no hubo personas heridas ni atrapadas.
El derrumbe sucedió el jueves por la tarde en el salón de fiestas Funky, ubicado sobre la calle Paysandú al 1100 en el citado barrio, minutos después de que finalizó un cumpleaños donde había niños y adultos.
De acuerdo a la información aportada a la Agencia Noticias Argentinas, el cielo raso de durlock se desprendió.
"En la planta baja, en un ambiente de 4 por 10 metros, se desprendieron aproximadamente 3 por 8 metros de placas de durlock del cielorraso, desde una altura de 2,8 metros, sin que quedaran personas atrapadas", detallaron.
Al lugar concurrió personal de Guardia de Auxilio que se abocó a la inspección del inmueble, que consta de planta baja y un piso.
Dicho salón cuenta, para los más chicos, con un pelotero, plaza blanda, cancha de fútbol, metegol, un laberinto y una nave móvil, mientras que para los adultos hay salón comedor, sumado a un jardín con parrilla.
En diálogo con la prensa, Damián el padre del niño que festejó su cumpleaños consideró: "Estuvimos en ese ambiente cantando el feliz cumpleaños y cuando terminamos nos invitan a trasladarnos al espacio contiguo, y en menos de un minuto se desplomó toda la estructura".
Por otro lado, Sergio, el padre de una niña que había asistido a la fiesta detalló que "Llegaron al momento de la torta y después pasó todo lo que ya se sabe".
"A mi nena la tranquilicé un poco y le expliqué que fue algo del momento pero que está todo bien. Estaba nerviosa pero por suerte no le pasó nada grave", describió Sergio.
Luego, el foco volvió hacia el progenitor del cumpleañero, el cual agregó: "Los dueños del lugar se presentaron y se pusieron a disposición, pero aseguraron que no había pasado nada. Me parece que faltó responsabilidad de mantenimiento y por eso pedimos el acta de inspección, pero no había nada".
Por último, concluyó: "Se tienen que asegurar los espacios en donde hay menores".