Opinión
DE QUE SE HABLA HOY

El regreso de un columnista que jamás se rendirá

Buen lunes querido lector. Aquí estoy de regreso tras cinco largos meses de ausencia, de no escribir esta columna que tanto bien me hace. Cinco meses sin poder decirle lo que pienso y saber que usted, podrá estar de acuerdo o no con mi punto de vista pero de todos modos generaremos un diálogo virtual, siempre constructivo. Algunos de ustedes se interesaron por mi suerte y les agradezco esa preocupación.

Lamentablemente mi corazón anduvo a los saltos y a ese desacato funcional se les sumaron mis riñones y entre ambos planificaron sacarme del medio con un cuadro agudo de encefalopatía urémica que me provocó dos veces la muerte clínica. Sin embargo unos encaprichados defensores de la vida, graduados de médicos, decidieron que no me iban a entregar tan fácil y aquí estoy frente a este teclado que tanto deseo golpetear. Fueron días duros y difíciles superados por la fe y la fuerza que me dieron los afectos recibidos y la ciencia. No vi el túnel ni la luz blanca. Sí me vi envuelto en una bolsa gelatinosa flotando en la nada sin sensación alguna que poco a poco iba dejándome al descubierto para luego volver a encerrarme y en ese momento abrir los ojos y ver a mis médicos y a mi esposa mirándome asombrados.

Volví y ya estoy, marcapasos de por medio, gozando otra vez de la vida, de este vida que acabo de estrenar. Quiero aclararle querido lector que si bien no escribí, sí me mantuve informado de los avatares de este bendito país. Supe del advenimiento de la dinastía de los Fernández, la señora con supuesto paso al costado y el Alberto tratando de navegar entre dos fuegos, el de adentro y el de afuera. Se del drama de la deuda que debe resolverse en un solo acto porque de lo contrario nos espera el bochornoso default. Que el primer mandatario se fue de gira por Europa pidiendo ayuda a los aliados de siempre para que estos metan presión al Fondo Monetario Internacional (FMI)  sin más logros que la foto y una palmadita en la espalda.

Todos saben que la llave la tiene el "amigo" Donald Trump que aun no abrió la boca sobre este tema de nuestra deuda y el FMI. Ultimamente me enteré del fallecimiento del juez Claudio Bonadio  y de la miserable reacción de un letrado hijo de un dios menor, alcahuete noble, "lamebotas" a salario, que se atrevió al agravio para decir que "A Bonadio la muerte le sienta bien".

Un remedo de aquel "Viva el cáncer" que los antiperonistas grafitiaron  por la muerte de Evita. Otro escándalo interno se produjo cuando el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, una de las manos derechas del presidente, dijo en una entrevista que,  "Para nosotros no hay presos políticos en Argentina, lo que sí hay son detenciones arbitrarias".

Frase que hizo que Elizabeth Gómez Alcorta, titular del Ministerio de la Mujer y abogada de Milagro Sala saliera a contradecir a su jefe al declarar que, "En toda Latinoamérica hubo y sigue habiendo presos políticos". Horas después el propio canciller Felipe Solá, se sumó a la postura de Cafiero asegurando que en nuestro país no hay presos políticos.

Otro tema que me llamó la atención fue la falta de firmeza de las bravuconadas del gobernador bonaerense, que muy gallito se pasó dos semanas diciendo que no tenía la plata para pagar a los tenedores de bono. Después dijo que les daría un 15 por cieno del capital, luego un cincuenta y finalmente, apurado por el propio Alberto para que no entrara la Provincia en default, decidió que sí tenía la plata y les pagó todo lo adeudado intereses incluidos. La verdad es que el jovencito aprendiz podría haberse evitado el papelón. Al final mucho pecho pero mostró la cola. En fin, he vuelto y ahora ajustaré mis elementales motores para seguir hurgando en esta realidad que vivimos. En un comienzo estaré en mi columna de La Prensa los lunes, miércoles y viernes y cuando me dejen volveré a fastidiarlos los siete días de la semana. Gracias por su paciencia.

V. CORDERO