"Carmencita" de Patricia Suárez. Dirección: Mariano Dossena. Escenografía y Vestuario: Nicolás Nanni. Música: Rony Keselman. Iluminación: Claudio Del Bianco. Asistencia y Producción Ejecutiva: Pablo Scorcelli. Actúan: Graciela Clusó y Diana Kamen. Teatro Nün (Juan Ramírez de Velasco 419), domingos a las 21.
Dos hermanas se reencuentran luego de muchos años tras la muerte de su madre. Una de ellas se quedó en la casa del pueblo y la otra partió a la ciudad. El choque entre ambas promete chispazos, un pasado que vuelve, muchos trapitos al sol.
Con una historia tan contada, Patricia Suárez logra construir un texto que vuela, que va más allá de lo superficial y consigue romper con esperables convenciones. Tanto actrices como director, ponen todo en función de contar esa historia y lo hacen con buenas armas, apelando sobre todo al humor.
Aparecen viejas cuentas y muchas sorpresas -¿demasiadas?- en el encuentro de estas dos hermanas que por un lado parecen saber todo sobre la otra pero al mismo tiempo se ven como completas desconocidas.
La obra se pregunta sobre el lugar del amor y el deseo y toma como marco histórico los finales de los años 50 y principios de los 60. En todo momento se percibe el lugar asfixiante que ocupaba la mujer entonces con el matrimonio como el deber ser.
Tal vez un poco aceleradas -el paso de las funciones seguramente aquietará esa necesidad de hablar todo el tiempo- Graciela Clusó y Diana Kamen buscan sacar provecho del cuento que quieren contar. Y cada una consigue muy buenos momentos con sus criaturas.
La escenografía sencillamente representa la puerta de esa vieja casa rural y la música, en tanto, resulta precisa marcando las situaciones más dramáticas. Se trata, por fin, de dos mujeres que nos visitan desde un pasado ya lejano para demostrarnos que corrió mucha agua bajo el puente. Sin embargo, también nos recuerdan que existen sentimientos sinceros que felizmente todavía persisten.
Calificación: Buena.