Toda la reciente información del gobierno al respecto a la política a seguir referida al control monetario como instrumento para reducir la inflación continúa en el error de ignorar que la problemática pendiente en Argentina es el nivel del gasto público. Problemática pendiente también en la Unión Europea, donde no hay inflación y no hay crecimieto económico.
Insisto entonces al respecto de que Milton Friedman ya había reconocido que lo que importa no es el déficit sino el nivel del gasto. Y vale la pena recordar al respecto la tesis de Laffer de que la rebaja en los impuestos determina un incremento en la recaudación. La inversa de esa tesis es que el aumento de los impuestos determina la rebaja en la recaudación. Recientemente Macri ha admitido que aumentaría los impuestos.
Con respecto a la inflación el gobierno sigue ignorando que no es causa sino consecuencia. Y permítanme recordar el pesnsamiento al respecto dr George Gilder: "La forma de reducir el impacto del gasto público en los precios es reduciendo su nivel o aumentando su productividad". O sea está reconociendo que la inflación no es un prolema monetario, sino que el gasto tiene un impacto en los costos y consiguientemente en los precios.
LAS SUPERTASAS
La idea de bajar la nflacion con una tasa de interés del 72% es proceso interactivo. Aun con una tasa de inflación de un 45% anual, la tasa real de interés alcanza a un 18%. Esa tasa supera en la actualidad la tasa de retorno del capital en Argentina. Como he explicado en anteriores oportunidades, la tasa de retorno del capital en Argentina está ampliamente limitada por el impacto de la alícuota del impuesto a las Ganancias. Dado que no se permite la revaluación de activos la alícuota del impuesto a las Ganancias alcanza o supera el 50%. Es decir, que fácticamante se está pagando impuesto por ganancias que no existen.
Como ya he explicado en anteriores informaciones, lamentablemente no se conocen los datos referentes a las llamadas Contribuciones Figurativas, que históricamente han alcanzado a un 30 del gasto nacional y tampoco hay datos respecto al gasto provincial. Por tanto la única forma de conocer cual es el nivel del gasto total es mediante estimaciones propias. De acuerdo a nuestras estimaciones, los niveles de gasto total presupuestados serían los siguientes:
* 2017: 52,05%
* 2018: 51,78%
* 2019: 49,27%
DESTRUCTIVO
Volviendo a la inflación, la política monetaria continúa la tendencia restrictiva y el Banco Central ha anunciado que hasta junio del año que viene no aumentarán la base monetaria. Vale recordar de nuevo el pensamiento de George Gilder quien manifesto claramente que las restricciones monetarias son una forma de destruir al sector privado. O sea la política sigue altas tasas de interés y control monetario.
El programa acordado con el FMI aparece como un aporte económico fundamental ante la situación que enfrenta el país para financiar la deuda, pero como antes reconocimos no implica una reducción del gasto público. Recientemente los empresarios parecen haber tomado conciencia de que la causa del stagflation que se está viviendo es el gasto público.
Pasando entonces a la problemática del tipo de cambio, Macri habría reconocido el hecho de la conveniencia de la devaluación como un instrumento de aumentar la competitividad en el comercio internacional y no la idea de que había sido una crisis. Por tanto, en el acuerdo con el FMI han propuesto el mantenimiento de un tipo de cambio entre $ 34.00 y $ 44,00 por dólar en el año.
De acuerdo a nuestra estimación el tipo de cambio de paridad hasta septiembre dería de $ 31,83 por dólar. Por tanto en la actualidad la devaluación alcanzaría a un 21,58%. Si el tipo de cambio se mantiene en los niveles actuales $ 38,70 por dolar y la inflación alcanza al 45% predicho, el tipo de cambio de paridad al final del año subiría a $ 35,40 por dólar. La devaluación se habría reducido un 12,15%. Si el tipo de cambio alcanzase a los $ 44.00 la devaluación se habría vuelto a aumentar a 24,29%.
Finalmente, el Gobierno a través de Dujovne parece haber aceptado la continuidad del proceso recesivo vigente al menos por los próximos tres trimestres. Nuestro criterio es que el problema al respecto es más grave pues hasta ahora como hemos explicado la política económica del Gobierno insiste en los errores del pasado. Esperemos que las reacciones empresarias de los últimos días tengan un impacto en las decisiones gubernamentales y se decida, por fin, reducir el gasto público como conditio sine qua non para evitar la inflación y restaurar el crecimiento económico.