Cultura

El mundo actual, en la mira

La economista italiana Loretta Napoleoni, experta en terrorismo internacional, aborda en "Economía canalla" desde las falsificaciones de todo tipo de productos hasta la trata de blancas, pasando por realidades menos conocidas como la pesca ilegal.

¿Qué tienen en común el auge del comercio sexual en Europa, el escándalo de las hipotecas basura en Estados Unidos, los productos falsificados de la industria china y la filantropía de los personajes célebres en Africa?
A partir de interrogantes como éstos, la autora demuestra como el proceso globalizador ha propiciado una seguidilla de negocios al margen de la legalidad.

Napoleoni es una economista italiana especializada en revelar verdades incómodas, en sacar a la luz esos negocios turbios que prosperan en las zonas grises de este mundo globalizado, como hizo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 cuando escribió un libro que fue todo un best-seller, "Yihad. Cómo se financia el terrorismo en la nueva economía".

En este caso, su foco de atención es la economía canalla: "La economía cambia muy rápidamente, mucho más que la política, y eso es lo que está pasando, ahora vivimos en una transición causada por la globalización. Y asistimos a una economía sin justicia, una economía de explotación, que ha alcanzado dimensiones mundiales", destacó la autora en una entrevista publicada por el diario El Mundo.

Según la ensayista, lo que caracteriza a este nuevo ciclo es una economía incontrolada, que trabaja en contra del concepto de democracia y en contra de la clase media, porque está favoreciendo el abismo entre los más ricos y los más pobres.

Con los biopiratas que se introducen en la industria de la sangre, bandidos que expolian los mares profundos para alimentar sus viveros de pescado, la pornografía que se desarrolla virtualmente en Second Life, ¿cómo consiguen las economías canalla convertirse en imperios globales?.

MUNDO GLOBALIZADO

Napoleoni está convencida de que en el mundo globalizado se está globalizando también la "economía canalla" y del pillaje que explica, por ejemplo, cómo determinados alimentos han tenido que ser retirados al ser nocivos, cómo funciona la industria farmaceútica o porque la ayuda que llega a Africa es de alimentos de alto contenido en azúcar lo que está provocando epidemias de diabetes.

En "Economía canalla", recién editado por el sello Paidós, la ensayista asegura que en la actualidad coexisten la democracia, pero también la esclavitud a través de la explotación en plantaciones agrarias, las fábricas chinas o la explotación sexual de miles de jóvenes apodadas "Natashas", en un nuevo y "productivo" mercado basado en la prostitución.

Es en este tipo de ciclo económico donde se evidencian las paradojas del actual sistema, pero no es algo nuevo: su base, tal y como explica la autora, es antigua y procede de la Revolución industrial y la fiebre del Oro.
En la obra, se habla mucho de la caída del telón de acero y de la incorporación al mercado de China y de India y de cómo gracias a las fuerzas de la globalización y las nuevas tecnologías de la información, nuestra forma de vivir cambiará en los próximos cincuenta años.

UNA VERDADERA EXPERTA

Napoleoni es economista y ha trabajado para bancos y organizaciones financieras internacionales. Es una de las expertas internacionales en el blanqueo de dinero y en la financiación del terrorismo, y ha trabajado como corresponsal en Londres y como columnista de La Stampa, La Repubblica, El País y Le Monde.

Además, disfrutó de una beca Fulbright, tiene un máster en relaciones internacionales y economía de la universidad Johns Hopkins y un curso de especialización en terrorismo de la London School of Economics. Y a principios de la década de 1990 fue una de las pocas personas que pudieron entrevistarse con las Brigadas Rojas italianas.

Este nuevo libro de la autora no está enrolado en las obras "antiglobalización" ni tampoco pretende indagar sobre los orígenes de los productos que consumimos o las mentiras comerciales, sino que pretende mostrar cómo es el mundo real, desde el punto de vista económico, basado en ilusiones en la economía y la política.