El interbloque kirchnerista del Senado imputó a la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, incumplimiento de los deberes del funcionario público por no haber convocado hoy a una sesión especial del cuerpo para tratar el DNU 70/23 y sostuvo que insistirá con solicitudes similares hasta que la Cámara sea citada a debatir.
En una conferencia de prensa a la que asistieron 31 de los 33 integrantes del interbloque alineado con Cristina Kirchner –faltaron Juan Manzur y Sergio Uñac- el formoseño José Mayans aseguró que su sector tiene una visión “constructiva”, que quiere tratar la decreto y que no cree en la decisión de “cerrar el Parlamento”, porque eso es lo “que hacen las dictaduras”. En un tramo de su alegato con fuertes críticas al gobierno aseguró que sus medidas le hacían “acordar al comunicado número uno; es como una dictadura”. Opinó también que el programa económico “no cierra sin represión”.
El líder del interbloque “K” reclamó además a Villarruel que “abra de inmediato las puertas del Senado”, porque “carece de facultades para cerrarlo” y aclaró que, si no lo hace, su sector continuará presentando pedidos de convocatoria hasta que se pueda tratar el DNU.
A continuación, Anabel Fernández Sagasti explicó que el reglamento del Senado prescribe que ante un pedido de sesión especial promovido por cinco cenadores la presidenta del cuerpo debe “disponer” la convocatoria sin otra alternativa. Si no lo hace, según la legisladora, incurre en incumplimiento de los deberes del funcionario público.
Ante una pregunta sobre si se habían comunicado con Villarruel para plantearle personalmente la cuestión, la bonaerense Juliana Di Tullio respondió que no, entrando en contradicción con Mayans que había afirmado que “habían estado en contacto” con la vicepresidenta. Di Tullio explicó que su sector se había reunido en una solo oportunidad con la vice, porque no los convoca como hace con otros bloques.