Ficha técnica:
"Espejos circulares" (Circle mirror transformation), de Anne Baker, en versión de Fernando Masllorens y Federico González del Pino. Dirección: Javier Daulte. Escenografía: Alicia Leloutre. Iluminación: Eli Sirlin. Vestuario: Mariana Polski. Actores: Soledad Silveyra, Jorge Suárez, Andrea Pietra, Boy Olmi y Victoria Almeida. Pablo Neruda del Complejo La Plaza (Corrientes 1660).
La norteamericana Anne Baker (1981) propone una obra oxigenante, divertida y original. Lo suyo no es nuevo, lo que se agradece es el formato elegido para contar estas "historias mínimas", de seres anónimos, convertidos en los antihéroes de una trama deliciosa y entretenida.
¿Quién no asistió alguna vez a una clase de teatro? O lo intento a través de unas pocas clases, o jugo con los amigos en una reunión a representar distintos papeles. En "Espejos circulares" Anne Baker propone con inteligencia jugar al juego de la verdad, a revelar esos aspectos íntimos, celosamente cuidados, que se intenta no se filtren al exterior, o al menos queden encerrados entre las "cuatro paredes" que comparte una pareja, etcétera, pero que inevitablemente en una clase de teatro, o en un encuentro de psicodrama, esos aspectos se filtran sin querer a los otros.
PEQUEÑAS VERDADES
"Espejos circulares" se dio a conocer en el off Broadway, en 2009 y se nutre de lo que les sucede a cinco personajes, tres mujeres de distintas generaciones y dos hombres.
Lo que reúne a estos personajes tan disímiles es una profesora de teatro, que a lo largo de su vida hizo uno y mil cursos y dicta clases de actuación en un pueblo. Cuenta con tres alumnos, a los que suma a su propio marido, para que el equipo sea un poco más heterogéneo, pero eso por momentos termina jugándole en contra, cuando la ficción pasa al plano de la realidad y es ella misma la que le confiesa a él, mediante un ejercicio de improvisación, lo que realmente le pasa.
La historia se divide en seis encuentros, o semanas y en cada uno de ellos el elemento físico y lúdico se ubica en primer plano. Pero lo interesante es cómo la misma acción va llevando a los personajes a vivir situaciones inesperadas, nada novedosas, pero que funcionan, porque en este caso la dirección y las actuaciones, cada uno en su papel son excelentes (Jorge Suárez, Andrea Pietra, Soledad Silveyra, Boy Olmi y Victoria Almeida), exquisitas, plenas de matices que no dejan de sorprender al espectador.
"Espejos circulares" recuerda a "Humos del vecino" y "Cigarros", dos filmes con guión de Paul Auster que se nutrían de pequeñas historias de Nueva York.
INSTANTANEAS
En su pieza Baker propone un tablero de piezas sueltas, de instantáneas de vida, que se irán armando a lo largo de poco más de una hora que dura la obra y a través de lo que les sucede a esos seres anónimos, que, quizás, van a una clase de teatro para no enfrentarse a su soledad, para aprender a actuar y soñar con llegar a un escenario, o simplemente, como sucede muchas veces, para "levantarse" una chica, o vivir una aventura, se filtra la ternura y la emoción, o la angustia que reúne a estas tres mujeres y dos hombres.
El final es realmente emocionante y permite observar los aciertos de unos y los sinsabores de otros, como en la vida.
Lo admirable de "Espejos..." es lo que logró el director Javier Dualte con sus actores, hacer que en cada escena, los artistas se muestren con la misma frescura que al comienzo, sin demostrar una cuota de cansancio, o agotamiento. Y esto se destaca porque no es poco el despliegue físico que la pieza requiere.
La obra también permite la posibilidad de recuperar para el teatro, a una admirada y muy querida actriz: Soledad Silveyra. A la vez que permite redescubrir a una joven como Victoria Almeida, de un potencial dramático inusitado.
La escenografía de Alicia Leloutre y la iluminación de Eli Sirlin completan con su valioso aporte en cada rubro, el escenario ideal para esta pieza que merece verse.