Se acerca fin de año y se impone entonces un momento de balance. El del mercado bursátil no pudo haber sido mejor en 2024. Tanto que los expertos subrayan con rojo una advertencia: difícilmente en el 2025 pueda repetirse una performance semejante. “Las inversiones deberán ser algo más selectivas”, considera Diego Martínez Burzaco, Country Head de Inviu Argentina.
-¿Cuál es el balance del mercado?
-Ha sido un año extraordinario para el mercado. Generalmente los que trabajamos en esto decimos siempre que el ciclo del mercado financiero se anticipa al ciclo de la economía real. Obviamente la gran performance del mercado financiero fue acompañado por resultados muy palpables de la estabilización macroeconómica. Ahora estamos a la espera de que el 2025 sea el año de la recuperación de la microeconomía. Con posibilidad de recuperación de los salarios reales, con más certidumbre en las variables macro, el dólar, la inflación, seguridad jurídica. Creo particularmente que este gran año financiero en acciones y bonos será muy difícil de repetir. La valuación de muchos activos argentinos está mucho más alineada con un país más predecible y normal macroeconómicamente. Después, la gran ganancia ya se hizo. Queda margen para seguir mejorando pero imagino algo mucho más selectivo.
-Si le buscamos una razón al boom bursátil, ¿el ordenamiento macro impulsado por el Gobierno es un elemento clave?
-Las razones son múltiples. Partíamos de niveles claramente muy subvaluados de los activos financieros, tanto en acciones como en bonos cuando asumió Milei. Y había muchas dudas respecto al pragmatismo que podía tener el Gobierno y su equipo económico no solamente para ejecutar sus políticas sino para que esas políticas generaran además un convencimiento sobre el mercado. A lo largo de los primeros meses se trabajó mucho en ello y se ha logrado, de una u otra manera, justamente que los resultados macro convenzan al mercado. Esto se ve reflejado en una aceleración muy fuerte de la revalorización de los activos financieros. Hay mucho mérito del programa económico, complementado con un blanqueo de capitales muy exitoso.
-¿Ayudó a generar esa confianza la figura del ministro Luis Caputo, que es un hombre del mundo de las finanzas?
-Pudo haber ayudado pero creo que lo que terminó de convencer mucho fue el alineamiento entre lo que decía el presidente Milei, representando al ala política, con el ala económica. Hubo mucha sincronización. El convencimiento fue total y eso creo que ayudó mucho a tomar decisiones muy difíciles que se introdujeron muy positivamente a esta macro. Se tomaron sin tener en consideración el costo político. Fue un pragmatismo muy sano con una sociedad que estaba dispuesta a hacer un sacrificio. En una primera instancia el mercado dudaba de la sustentabilidad de todo esto pero luego el convencimiento del equipo económico, más Milei y los resultados, es lo que dio como origen este gran rally financiero.
PRODUCCION
-¿Es un preámbulo a un 2025 con el sector productivo en recuperación?
-Ese es el gran desafío hacia adelante. El Gobierno siempre dejó en claro que iba a trabajar muy fuerte en la macro y que una vez ordenada, sacando todo tipo de regulaciones y de llevar adelante recortes impositivos, eso iba a derramar a lo que denominamos la microeconomía. Es decir, a la economía de las pymes, del mercado interno y de la recuperación de los salarios en términos reales. Ese es el gran desafío, que haya una posibilidad de que la microeconomía se recupere de forma sostenida bajo este nuevo esquema macro. El esquema macro está clarísimo: el Gobierno no va a devaluar sino que va a seguir intentando que se gane competitividad vía desregulaciones y vía disminución de la presión impositiva. Para eso la economía tiene que empezar a mostrar una aceleración algo más homogénea porque eso va a repercutir positivamente en los ingresos fiscales y dará margen para conservar el superávit y al mismo tiempo bajar el nivel de carga impositiva.
-¿Qué sectores tuvieron un buen rendimiento este año en la Bolsa?
-En términos de los que son las acciones, a principio de año se vio claramente una mejora de los sectores que estaban regulados por el Gobierno. Después le siguió todo lo que es petróleo, gas y energía. Hacia mitad de año, cuando tuvimos esa sensación de mayor convencimiento del mercado, que no iba a haber devaluación y que el superávit fiscal iba a poder sostenerse en el tiempo, se produjo la famosa reversión del crowding out. Es decir que el Gobierno ya no ocupaba todo el crédito disponible, empezó a haber crédito para el sector privado, los bancos empezaron a trabajar de bancos y eso también retroalimentó las expectativas. Fue un año de fuerte recuperación para todos los sectores. Quizás los que quedaron más rezagados, aunque tuvieron un rally, esperando que el 2025 sea mejor, son lo que es Construcción y todo lo relacionado al consumo interno. Casi todos los sectores están disfrutando de un gran año 2024 en términos de retorno y recuperación.
-Morgan Stanley publicó en la semana un informe ponderando los bancos argentinos. ¿Tienen margen para seguir subiendo?
-Cuando uno analiza de dónde vienen y adonde están, hay que decir que el gran rally ya se dio. Pero si uno cree que esta vez la Argentina será distinta y habrá una consolidación y una recapitalización de toda la economía argentina en términos de PBI per cápita y generación de riqueza, cuando uno analiza los tamaños de los bancos en términos de capitalización bursátil respecto de otros bancos de la región, todavía hay margen. Pero hay que tener en consideración que la gran suba ya se dio.
“Sorprendió la compresión del riesgo país, no por la dirección sino por la velocidad con que se produjo”.
-¿Cuánto influyó en este rendimiento del mercado el dinero proveniente del blanqueo de capitales?
-En primer lugar diría que el blanqueo contribuyó a contener expectativas reales de devaluación y contribuyó también a cerrar la brecha cambiaria. Los grandes números del blanqueo coincidieron con una aceleración de la caída de los dólares libres. Hubo cierto flujo que fue hacia inversiones financieras, lo que contribuyó también a bajar el riesgo país. Hubo mucho posicionamiento sobre bonos. Fue un elemento que retroalimentó el círculo virtuoso, siempre hablando del mercado financiero. En la economía real tuvo desempeños heterogéneos.
LOS BONOS
-¿Cuál es el balance en renta fija?
-Los bonos estaban muy baratos. Uno de los grandes méritos de este gobierno fue haber aplicado un plan de estabilización macroeconómica respetando todos los contratos. No hubo ninguna interrupción de los contratos vigentes y siempre se operó con mecanismos de mercado. Eso es algo muy valioso, muy valorado para la seguridad jurídica del inversor. Todavía Argentina no ha recibido el gran flujo de lo que podría haber sido un mercado emergente. Los bonos fueron de menos a más y han consolidado sin dudas la tendencia positiva. Nadie en el corto plazo está esperando algún tipo de interrupción de los contratos o canje compulsivo. El mercado compró que no habrá problemas para pagar la deuda.
-De hecho el Gobierno ya compró los dólares para cancelar el vencimiento de enero. Tiene todo el camino pavimentado.
-En enero hay un vencimiento bastante grande de los bonos que se canjearon. Algunos amortizan capital y otros pagan intereses. Eso ya fue comprado con superávit. Hay confianza de que no habrá noticias inesperadas. También se alinearon los planetas con el nuevo mapa geopolítico. La gran apuesta argentina fue alinearse con los Estados Unidos. Así será más fácil una negociación con el Fondo Monetario Internacional a partir de la presidencia de Donald Trump.
-¿Se puede acentuar la parábola descendente del riesgo país? ¿Llegaremos a los famosos 300 puntos que generan confianza en los inversores?
-Sorprendió la compresión del riesgo país, no por la dirección sino por la velocidad. Fue muy rápido. Si uno compra la historia de Milei y que esto llegó para quedarse, todavía está cotizando a tasas de interés muy atractivas comparable con otros mercados de la región o emergentes. Los procesos en los mercados no son lineales. El gran salto ya lo tuvimos así que el que llega ahora con nuevo dinero debe saber que hay valor todavía pero que comprar a estos precios no es lo mismo que haber comprado hace un año atrás. Los 300 puntos básicos fue casi el nivel de riesgo país en el mejor momento de Macri. No digo que no pueda pasar pero creo que es demasiado ambicioso para pensarlo en el corto plazo. Iría paso a paso. Seguramente una parada en los 550 o 600 puntos básicos podría ser el próximo objetivo.
DOLARES
-¿Qué pasó con el que apostó al dólar?
-Obviamente quedó atrapado en la dinámica de la buena performance que tuvo el dólar o los activos dolarizados de cobertura de los años anteriores y sufrió mucho porque Argentina tuvo una gran inflación en dólares. Es decir que la persona que se quedó pensando que el dólar iba a actuar como protección, perdió mucho poder adquisitivo. Cuando uno mira al nivel del tipo de cambio real multilateral, Argentina está más o menos en los niveles promedio de la etapa de Macri. Lo que sí preocupa es la convergencia entre el valor del tipo de cambio y la inflación. Por eso es importante que se convalide esta inflación mensual más cercana al 2% y alineada al crawling peg, que puede estar bajando. Quien se quedó sentado sobre los dólares esperando que tuviera una performance como la de años anteriores ha perdido mucho poder adquisitivo.
-Queda pendiente la salida del cepo cambiario. ¿Puede haber un salto en el precio o un latigazo inflacionario?
-Es una gran incógnita. Depende mucho de la robustez de la economía, del programa económico y de las expectativas. Quizás un levantamiento del cepo por el lado del flujo podría pegar porque hay mucha empresa reteniendo pesos para girar al exterior. Creo que lo que juega a favor el año que viene es que la balance comercial será robusta, y no sólo alimentada por el campo sino también por energía y minería. Como contrapartida estaría la recuperación económica y la mayor demanda de importaciones. Me imagino que si el programa está sólido en las expectativas deberíamos ir hacia un levantamiento del cepo adonde no haya grandes alteraciones. Entiendo la cautela del gobierno de evitar un salto, que la salida del cepo produzca algún tipo de ruido en el proceso de desinflación. Pero en definitiva son los riesgos que en algún momento tendrá que tomar el gobierno, y está tratando de que se minimicen lo máximo posible.
“Los bonos estaban muy baratos. Uno de los grandes méritos de este gobierno fue haber aplicado un plan de estabilización macroeconómica respetando todos los contratos”, destaca Diego Martínez Burzaco. - Foto: Gustavo Carabajal.
-¿Qué proyecta para Wall Street?
-En términos de la tendencia a mediano plazo creo que el mundo desarrollado empezó un proceso de baja de tasa de interés. Arrancó en Europa primero y luego con la Reserva Federal de los Estados Unidos. Esa es una muy buena noticia para los emergentes en general y para Argentina en particular. Tuvimos un rebote del dólar a nivel mundial cuando ganó Donald Trump. Espero un primer trimestre de bastante volatilidad financiera, sobre todo porque hay que acostumbrarse a las nuevas políticas de Trump en la Casa Blanca. A mediano plazo soy optimista porque Argentina, si bien estuvo tradeando casi como si no fuera un mercado emergente en las últimas semanas, un contexto de menores tasas y una debilidad en el margen del dólar una vez que el mundo se acomode a la nueva realidad política, debería ser favorable para los productores de commodities y en definitiva para la Argentina.
“NO PODEMOS FUNCIONAR EN NEGATIVO”, AFIRMA MARTIN POLO
En el último webinar del Grupo Financiero Cohen, el economista Martín Polo hizo un balance del 2024 y proyectó qué es lo que deben esperar los mercados el año próximo.
* “El Gobierno hizo una enorme tarea en la disciplina fiscal. Es la mejor nota que le ponemos. También logró disciplinar al mercado cambiario, la brecha se desplomó. El dato de inflación entró al terreno verde, con la inflación de noviembre por debajo de las expectativas con 2,4%”.
* “La situación de las reservas internacionales es mejor pero siguen en terreno negativo. Es una cuestión a monitorear de cerca. Tampoco hubo novedades este año en cuanto a la salida del cepo, que nos daría previsibilidad. Esto no generó volatilidad en el corto plazo en el mercado. La deuda pública ha aumentado notablemente este año, se pagan intereses sobre eso”.
*“Entre los logros destaco el superávit fiscal, la desinflación, la estabilidad cambiaria, la recuperación del crédito, la recesión moderada, la agenda política y que la calle está ordenada. Esta no es una de las recesiones más fuertes de la historia”.
* “Los desafíos en 2025 son el déficit de cuenta corriente, aumentar las reservas internacionales netas, el atraso cambiario, la economía urbana, bajar la pobreza, las elecciones y la salida del cepo”.
* “Si hubo un comodín, algo que cambió las expectativas, fue el resultado del blanqueo. Fueron u$s 20.000 millones. No llama la atención la cantidad sino la calidad”.
* “La relación préstamos-depósitos es del 30%. Debería ser del 60%. Tenemos entre u$s 5.000 y u$s 8.000 millones más para seguir creciendo. Esto cambió el escenario. Volvió el crédito al sector privado. Crece al 48% con la actividad cayendo al 2%”.
* “La actividad urbana se comió una piña, cayó un 6%. Lo salvó que el agro y la pesca creció casi un 26%. Lo transable, exportable, permitió el crecimiento, mientras que el consumo interno estuvo muy golpeado”.
* “Fue el año del triunfo de los optimistas. Fue espectacular. El riesgo país cayó desde 2.000 hasta por debajo de los 700. El Merval pasó de los u$s 900 a los casi u$s 2.000”.
* “Nos preocupa que una parte de la película viene floja, por ejemplo la cuenta corriente bancaria que viene cada vez más deficitaria. Este flujo de dólares que viene por la cuenta corriente es negativo”.
* “Necesitamos reservas netas positivas. El Gobierno tiene que sanear el Banco Central. Se abre la ventanita del FMI, veremos cuándo sale. No podemos seguir funcionando con reservas netas negativas. Tenemos un problema con eso”.
* “Para nosotros hay atraso cambiario y es un riesgo que tiene la Argentina. Alguna corrección del tipo de cambio se tendrá que hacer, estamos en niveles incómodos. El real se vino devaluando durante todo el año”.
Martín Polo, jefe de Estrategia del Grupo Financiero Cohen.