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El gran salto de Lanús no fue casual

El baúl de los recuerdos. El Granate consiguió en 1996 la Copa Conmebol. Su primer título internacional resultó la coronación del excelente trabajo de Héctor Cúper al frente de un equipo que jugaba bien y soñaba en grande.

“¡Vamos que no estamos acá de casualidad!”. La frase se deslizó en la arenga previa a una de las finales de la Copa Conmebol de 1996. La pronunció un jugador de Lanús, el equipo que se quedó con ese trofeo internacional que representó una más que merecida coronación para los granates. Fue el punto más alto del proyecto que comandaba Héctor Cúper y que se apoyaba nada más y nada menos que en la virtud de tratar bien la pelota, ser disciplinados y sacrificados para recuperarla y, sobre todas las cosas, atreverse a soñar en grande.

Hace un cuarto de siglo la esquina de Héctor Guidi y Ramón Cabrero no existía. En esa época habían pasado más de dos décadas desde que la calle General Acha había cedido su nombre para homenajear al notable centromedio del famoso equipo del ´56 al que llamaban Los Globetrotters, pero el Nene no se cruzaba con Ramonín, el hombre que le dio el título de Primera en 2007, sino con General Arias. De hecho, los granates no tenían campeonatos en la elite del fútbol argentino, pero hacía un tiempo que habían empezado a ilusionarse con la posibilidad de conseguirlos.

En 1992 se había consumado el último regreso a Primera de la mano de Miguel Ángel Russo. Tres años más tarde, Cúper tomó las riendas del equipo y comenzó a darle forma a un conjunto que de a poco se fue ganando el respeto de todos. El primer amago lo dio en el Apertura del ´95 con un lucido tercer puesto, posición que repitió seis meses más tarde en el Clausura ´96. Estaba claro que algo se estaba cocinando en Lanús.

Las seguras manos de Carlos Lechuga Roa eran el punto de partida para ese Granate que fue perdiendo algunas piezas defensivas clave como Alejandro Simionato y Gabriel Schurrer y suplantándolas por otras decisivas como Gustavo Siviero y Gustavo Falaschi, mientras seguía siendo inamovible la Urraca Armando González y aparecía Juan José Serrizuela. En el medio estaba el Chango Daniel Cravero, incansable como pocos. Colaboraban con él el Mencho Oscar Mena y Juan Ignacio Fernández Di Alessio. El buen fútbol lo aportaba Hugo Morales, el pibe que llegó desde Huracán y le tomó sólo un rato deslumbrar con su juego. Lo secundaban dos productos de las inferiores como el Caño Ariel Ibagaza y Gastón Coyette, campeones mundiales Sub 20 a las órdenes de José Pekerman. En la ofensiva los goles corrían por cuenta del Chupa Ariel López, al que abastecía con sus desbordes plenos de velocidad el Caio Claudio Enría. Alternaba Gonzalo Belloso, otro atacante peligroso.

Lanús también fue protagonista del Apertura de 1996, pero llegó un instante en el que le tocó cambiar de objetivo. La Copa Conmebol, en ese entonces segunda competición en importancia en Sudamérica detrás de la Libertadores, le brindaba muy buenas noticias. Dejó en el camino al Bolívar boliviano y a Guaraní, de Paraguay (en ambos casos con goleadas a favor) y en las semifinales demolió a Rosario Central con triunfos por 3-0 y 3-1. Era una máquina el equipo de Cúper.

Así arribó a la final, en la que debía vérselas con Independiente Santa Fe. Los colombianos habían demostrado mejor puntería que el Vasco da Gama en la definición desde los doce pasos en las semifinales y corrían con la ventaja de que el segundo duelo decisivo contra los argentinos se disputaría en El Campín, de Bogotá.

GOZAR, SUFRIR Y VOLVER A GOZAR

El 30 de noviembre la cancha que todavía estaba en Arias y Guidi albergó el sueño de una ciudad vestida de granate. Lanús persiguió el triunfo desde el pitazo inicial del chileno Carlos Robles. Cúper no pudo contar con el lesionado Huguito Morales y por eso le tocó actuar a Coyette. Faltó la Urraca González y estuvo Andrés Bressán. En realidad, los nombres no modificaban demasiado la fisonomía de un equipo que sabía muy bien lo que quería. Por eso empujó a los colombianos contra el arco del venezolano Rafael Dudamel.

Un rato después de dilapidar una buena oportunidad para darle la ventaja al conjunto local, Enría se escapó por la izquierda y al entrar en el área fue derribado por Orlando Garcés. El Mencho Mena se paró delante de la pelota y le ganó el duelo a Dudamel.

La búsqueda del dueño de casa continuó en el segundo tiempo, pero no tenía recompensa. El técnico mandó a la cancha a Belloso y al pibe Claudio Lacosegliaz, quien sacó un centro hacia el corazón del área que encontró la cabeza de un chiquitito como Ibagaza que era un enorme jugador que acertó en el momento justo para darle tranquilidad a Lanús.

Cuatro días más tarde, con el 2-0 debajo del brazo y el regreso de Morales más algunos cambios tácticos dispuestos por el entrenador, los granates viajaron a Bogotá. El sufrimiento se instaló muy pronto, ya que Francisco Wittingham abrió el marcador para los colombianos, que, con la dirección técnica del argentino Pablo Centrone, habían apelado a una alineación muy ofensiva. El Santa Fe fue una y otra vez, pero siempre chocó con un Lechuga Roa invulnerable.

Además de los reflejos de su arquero, Lanús tenía al reloj como aliado. Pasaban los minutos y los colombianos no podían emparejar la serie. El árbitro brasileño Antonio Pereira anunció el final del partido y los de Cúper desataron su enloquecido festejo. El Granate había dado su gran salto hacia la gloria. Y no había sido producto de la casualidad.

LAS SINTESIS

1ª FINAL

Lanús 2 - Independiente Santa Fe 0

Lanús: Carlos Roa; Juan José Serrizuela, Gustavo Falaschi, Gustavo Siviero, Andrés Bressán; Oscar Mena, Daniel Cravero, Walter Coyette, Ariel Ibagaza; Claudio Enría, Ariel López. DT: Héctor Cúper.

Independiente: Rafael Dudamel; Nelson Florez, Grigori Méndez, Orlando Garcés, Oscar Upegui; Jorge Salcedo, Robert Villamizar, Nelson Hurtado, Roberto Vidales; Francisco Wittingham, Farley Hoyos. DT: Pablo Centrone.

Incidencias

Primer tiempo: 30m gol de Mena (L), de penal. Segundo tiempo: Silverio Ramón Penayo por Vidales (ISF); 17m Gustavo Díaz por Hoyos (ISF); 22m Gonzalo Belloso por Enría (L); 24m Claudio Lacosegliaz por Coyette (L); 31m gol de Ibagaza (L); 35m John Mario Pérez por Florez (ISF); 39m Milton Coimbra por A. López (L).

Cancha: Lanús. Arbitro: Carlos Robles, de Chile. Fecha: 20 de noviembre de 1996.

2ª FINAL

Independiente Santa Fe 1 - Lanús 0

Independiente: Rafael Dudamel; Nelson Florez, Orlando Garcés, Wilson Gutiérrez, Oscar Upegui; Robert Villamizar, Jorge Salcedo, Roberto Vidales; Francisco Wittingham, Gustavo Díaz, Silverio Ramón Penayo. DT: Pablo Centrone.

Lanús: Carlos Roa; César Loza, Gustavo Falaschi, Gustavo Siviero, Armando González; Juan Fernández Di Alessio, Daniel Cravero, Hugo Morales, Ariel Ibagaza; Gonzalo Belloso, Ariel López. DT: Héctor Cúper.

Incidencias

Primer tiempo: 4m gol de Wittingham (ISF), de penal. Segundo tiempo: John Mario Pérez por Vidales (ISF); 13m Farley Hoyos por G. Díaz (ISF); 19m Juan José Serrizuela por Fernández Di Alessio (L); 27m Alejandro Zea por Florez (ISF), 29m Claudio Enría por Belloso (L); 35m Claudio Lacosegliaz por Ibagaza (L).

Cancha: Estadio El Campín (Bogotá). Arbitro: Antonio Pereira, de Brasil. Fecha: 4 de diciembre de 1996.