El fiscal tucumano Diego López Avila, quien investiga la muerte del sacerdote tucumano Juan Viroche, confirmó que en la escena del hecho no se encontraron evidencias de terceras personas y que los peritajes por el momento orientan la pesquisa a que se trató de un suicidio, aunque aseguró que sigue investigando otras hipótesis y que la División Homicidios de la policía continúa trabajando en la causa.
Sin embargo las fotos que se difundieron horas después de la muerte del sacerdote contrastaban con estos resultados y despertaron todas las sospechas. Al respecto Avila señaló en TN que "la puerta estaba trabada desde adentro con un mueble" en donde se encontraba el Cristo. "Creemos que se rompió cuando movió el mueble", dijo.
Para los peritos las huellas encontradas pertenecen a Viroche y en el lugar no se advirtieron signos de pelea. En esta misma línea el fiscal sostuvo que los bancosestaban fuera de lugar por el violento impacto del cuerpo al caer, así como también la sangre que había en el piso.