Por Martín Calveira *
La inflación mensual de agosto estuvo determinada por diversos factores de intensidades distintas. Lógicamente, el ajuste cambiario post PASO fue determinante, pero en el marco de un nivel de inflación mayor respecto del año pasado que impulsa comportamientos inerciales con potenciales efectos de segunda ronda.
El registro inflacionario mensual de agosto es el mayor desde febrero de 1991 cuando la inflación mensual se había establecido en 27% luego de la hiperinflación de 1990. Comparando en términos interanuales, es la mayor desde agosto de 1991 cuyo registro fue 144,4%.
Una mayor frecuencia de ajustes de precios se asocia con la ineficacia e inacción de la política monetaria la cual está persistentemente dominada por la política fiscal. La anomía resultante es una mayor dinámica de los precios.
Las medidas de recuperación del poder adquisitivo de un sector de la sociedad no solo no se traduce en un mejora sostenible al observar la dinámica de precios para lo que resta del año, sino que se puede transformar en un mayor impulso inflacionario por sus derivaciones monetarias como consecuencia del financiamiento de las mismas, es decir, tampoco se observa la consistencia parcial de la misma.
Martín Calveira.
CORTAR LA INERCIA
Se espera que la próxima administración de gobierno implemente un programa de estabilización integral. En concreto, medidas enfocadas a cortar la inercia, ajuste de la política fiscal y, al menor, suprimir la expansión de la política fiscal.
En simultáneo, emerge la complejidad de gestionar una simplificación cambiaria. En este sentido, un esquema temporal de desdoblamiento cambiario con una cotización comercial controlada y otra cotización financiera libre, se evalúa como una alternativa donde el éxito de la misma dependerá del inicio de una disminución de la dinámica de precios.
Respecto a lo que resta del año, el desempeño irá en la misma dirección. En concreto, no se espera una inflación descendente, mas aún se proyectan mayores impulsos en la medida que la política fiscal continúe con un sesgo expansivo.
El deterioro del frente fiscal persistirá ante la búsqueda del gobierno en la obtención de un mejor resultado electoral. Esto se traduce en una política fiscal expansiva que combinada con decisiones sesgadas hacia las elecciones tendrán efectos negativos.
Implementar una modificación impositiva, aunque el impuesto en cuestión represente el 10% de los ingresos tributarios totales, con un costo fiscal estimado en 0,6% del PBI, deberá financiarse con mayor emisión monetaria.
En ese contexto emerge el círculo vicioso dado por un mayor gasto público, necesidad del financiamiento monetario e intensificación de la dinámica inflacionaria lo cual establece a la economía en un equilibrio no deseado de bajo o nulo crecimiento desde el año 2010.
El nivel de inflación mensual se proyecta en un promedio mayor a lo transcurrido del año luego de la depreciación y ante la ausencia de un programa de estabilización.
FACTOR INCERTIDUMBRE
Pero es evidente que la dinámica inflacionaria actual no solo se deriva de excesos monetarios pasados por asistencia al sector público para financiar déficit operativo, sino por comportamientos inerciales conformado por el nivel de incertidumbre derivado de la inacción de la política económica.
En tanto, la persistencia de los efectos derivados de la sequía en el mercado de libre de cambios, una mayor crisis cambiaria vinculada con la incertidumbre de mercado y la descoordinación en la política económica, luego de efectuar medidas aisladas, continúan afectando el nivel de reservas Internacionales. En efecto, se desprende el desempeño de las reservas brutas registrando un saldo de u$s 27.651 millones en la primera semana de septiembre lo que se traduce en una retracción mensual parcial de u$s 167 millones.
* Economista investigador del IAE Business School