A mediados de octubre de este año salió a la luz un capítulo más en referencia a la polémica ESI, la educación sexual integral, cuando un grupo de padres de alumnos en la provincia de Mendoza, presentaron seis denuncias penales contra un profesor de Lengua y Literatura del Colegio Corazón de María. El motivo fue el uso de un libro en sus clases y la modalidad en que se usó el mismo, en la cual aparentemente el docente les hizo leer en voz alta el libro y que comentaran sobre lo que esos contenidos les sugerían a los alumnos. Entre lo que se podía leer había apartados como el siguiente:
“Con la mano libre, se desabrochó el cinturón, bajó el cierre del pantalón y se lo quitó. La otra mano se cerró en mi nuca. No me podía mover. Tiró de mí. Sacó su p... por encima del bóxer y me la acercó a la boca. Me dejé llevar a un beso tan suave como si lo que besaba fuese una lengua. Le bajé el bóxer del todo. La piel que tocaba me gustaba. Podía apretarla con los labios mientras la p... jugaba en mi boca y se iba hundiendo”.
El libro en cuestión se trata de “Cometierra”, una novela de la escritora Dolores Reyes, publicado en 2019, y ya en 2022 en Neuquén, y al año siguiente en Necochea, también había habido quejas por parte de padres sobre su uso escolar. Este libro, sin embargo, no es el único en su tipo, ya que por ejemplo se usan en las escuelas otros como “Las aventuras de la china Iron”, de Gabriela Cabezón Cámara, una ficción en la que la protagonista es la mujer de Martín Fierro, con una perspectiva algo desligada del marco histórico del personaje. El libro ha recibido críticas muy favorables desde cierta perspectiva feminista y ‘queer’, y así planteaban que la protagonista, la “China Iron”, “emprende un viaje de autodescubrimiento, donde se desafían las normas de género y se explora la sexualidad desde una perspectiva emancipadora de la sociedad patriarcal”. Otros dijeron que “aporta una voz fresca y transgresora a la literatura argentina”, también incluye escenas sexuales que pueden considerarse gráficas o explícitas, como la escena mencionada previamente. Así, el libro aporta escenas como, por ejemplo: “Apoyó el hueco de su c... en la punta de la mía y empezó a moverse adelante y atrás, a resbalar sobre mis resbaladizas, sobre mis viscosas carnes íntimas, sobre mi c... que latía, echando burbujas como agua hirviendo y la veía a Liz desde abajo cuando se hamacaba para atrás y la seda del vestido no me cubría los ojos, las tetas meciéndose…”
La mente construye imágenes con la narrativa y no necesita de lo explícita de las mismas. ¿Como se lo habrá prefigurado cada alumno? ¿Lo pensó o tuvo en cuenta el docente?
Quizás el escándalo mayor estalló cuando se conoció que estos libros se distribuyen gratuitamente en los colegios secundarios de la provincia de Buenos Aires, en el marco del programa “Identidades bonaerenses”. A su vez, en los mismos días, en la Provincia de Buenos Aires se realizó el Primer Congreso Provincial de Educación Sexual Integral, con la presencia del gobernador Axel Kicillof, y el director general de Cultura y Educación, Alberto Sileoni. La educación sexual parece ocupar el primer lugar y aun siendo fundamental, ¿no lo es superar el gran vacío en lecto escritura y matemática ya profusamente documentado?
Frente al debate por los libros, fue ese ministro quien expuso en diferentes medios su opinión en defensa de esta postura y eso llevó a la polémica pública.
Los dilemas son varios y las posturas descontextualizadas, como parece ser nuestro destino, hacen que sea muy difícil sacar conclusiones valederas partiendo de estas parcialidades. Hay tantas voces que argumentan a favor como en contra. El problema es que en esa descontextualización que domina nuestro pensamiento, se establecen así inevitables debates maniqueos a favor o en contra, y en realidad muchos de éstos son, tomados aisladamente, correctos aun cuando sean contradictorios. Por ejemplo, la obra puede ser literariamente muy interesante, pero el tema es para quiénes, uno separado del otro, lleva a una argumentación imposible. El tema aborda la dialéctica del conflicto y así se mide en los términos de “proderechos” vs. “antiderechos”, o el papel que juegan los padres en la educación, o el de la sexualidad, o establecer qué comprendemos por educación en sexualidad… lo que impide abordar una discusión seria, libre de sesgos o de prejuicios, y en especial buscando lo mejor para los más chicos, ya que : ¿Está preparado un niño o adolescente para estas lecturas? ¿De qué manera, en qué contexto?, pero especialmente ¿cuáles son los objetivos que busca el uso de determinado material?
Quienes, como el ministro bonaerense, están a favor, proponen de alguna manera compensar con esta información la que de todas maneras reciben los adolescentes desde los más diversos medios, de contenido frecuentemente ligado a la pornografía y, en particular, a la relación de ésta con las peores formas de violencia. Al mismo tiempo, en este contexto, la vida cotidiana, en ciertos ámbitos especialmente, los expone de manera brutal a la sexualidad en su forma más perversa y cruel, el abuso. Así, expresan que la ley de Educación Sexual Integral (ESI) busca entre sus finalidades prevenir abusos y crear conciencia sobre la violencia de género y que eso se logra hablando abiertamente sobre sexualidad en las escuelas.
En este sentido, en la misma línea, los mismos se preguntan si es que existe tanto celo en relación al constante acceso a la pornografía, del que los jóvenes disponen de manera variada y extendida desde el mismo momento en que empuñan un teléfono móvil. También declaran que las críticas van dirigidas a criticar todo lo relativo a la ESI, que dicen ha sido ampliamente debatida antes de su aprobación. Esta postura sesgada por la ideología entiende incluso que en muchos casos deben sustituir a la familia ya que, en una concepción ligada a ciertas líneas de la doctrina de género, deben “proteger” al menor de su familia, tomando como caso el que la mayor cantidad de abusos se generan en el contexto familiar. El generalizar el dato particular implicaría que sea aplicado el mismo a la inversa, dado que en los casos de abusos hay habitualmente educadores, los niños debieran ser apartados de la escuela. El pensamiento binario y cerrado definitivamente no lleva a conclusiones lógicas.
¿Cuáles son los argumentos a favor en contra en nuestro medio de una u otra parte en conflicto?
Argumentos a favor
En general son referidos a la literatura como herramienta de educación sexual. En diversos países (Finlandia, Suecia, Países Bajos y Alemania) ha sido utilizada como un medio eficaz para explorar temas tabú y promover la educación sexual. Refieren que ha sido útil como herramienta para:
Normalizar, naturalizar la conversación sobre sexualidad evitando mitos, tabúes y estigmas.
Promover el pensamiento crítico: La literatura fomenta la reflexión sobre las emociones, las relaciones y el consentimiento, tema este por ejemplo fundamental.
Educación sexual preventiva ej. abusos: Narrativas explícitas pero responsables pueden alertar sobre los riesgos del abuso sexual y la importancia del consentimiento y la capacidad de otorgar el mismo en cada edad.
Fomentar actitudes saludables hacia la sexualidad, reducir embarazos adolescentes y prevenir enfermedades de transmisión sexual.
Desarrollo de habilidades socioemocionales: esta literatura puede ayudar a los adolescentes a reflexionar sobre sus emociones, fomentar la empatía y mejorar su capacidad para manejar relaciones personales
Algunos de los argumentos en contra
Impactos emocionales y psicológicos: La exposición a material sexual explícito puede ser desestabilizadora si no se acompaña de una adecuada orientación y especialmente si no toma en cuenta saber si los ciertos son emocionalmente maduros para procesar contenido explícito, lo que podría generar confusión, incomodidad y hasta disociación traumática.
Podría aumentar la ansiedad, generar adicciones o distorsionar las expectativas sobre las relaciones íntimas.
Riesgos de maduración prematura: Algunos estudios advierten que una exposición temprana a contenidos sexuales podría influir en un inicio precoz de la actividad sexual, asociado con comportamientos de riesgo, como el sexo sin protección o múltiples parejas sexuales.
Influencia cultural: este tipo de contenido puede entrar en conflicto con los valores familiares y culturales de su grupo de pertenencia cultural , religioso etc.
Instrumentalización de la literatura: obras con alto valor literario puede ser reducidas a herramientas ideológicas, desvirtuando su esencia. Leer a Sade o Chaucer hoy y a cierta edad no es lo mismo.
Impacto en la percepción de la sexualidad: la exposición a contenidos sexualizados en medios o literatura puede distorsionar la visión que los adolescentes tienen sobre las relaciones sexuales. Esto incluye normalizar conductas de dominación, desigualdad de género o comportamientos violentos.
Conclusión (provisoria)
Tomando solo lo último, se puede apreciar que la falta de contextualización muestra que copiar experiencias en países muy alejados de nuestra realidad social, puede no ser tan fácil. La inclusión de literatura con contenido sexual explícito en la escuela debe evaluarse cuidadosamente, considerando tanto sus posibles beneficios en la educación sexual como sus riesgos y a quién va dirigida.
Puede ser útil, al igual que cualquier material, si se tienen en cuenta diversas características como dar un enfoque integral y una preparación adecuada de los docentes, alumnos y familia en un diálogo constante con padres a los cuales también se los integre en lugar de excluirlos de la formación de sus propios hijos. En este sentido, el ministro que defendió su uso comentó en diversas entrevistas que en realidad en muchos casos los padres (ambos) estaban ausentes y así la escuela debía encargarse de la información en particular sobre la sexualidad. El éxito de estos programas radica en una correcta contextualización y el apoyo de materiales complementarios que incluyan guías pedagógicas y participación de especialistas en psicología y educación.
Otro aspecto, quizás el más importante, es el conocimiento específico sobre la etapa madurativa y los recursos de la población a la cual va dirigida. La posibilidad de que la irrupción de ese material no pueda ser procesado de otra manera que traumáticamente, es una posibilidad cierta y eso tendrá que ver no sólo con la edad cronológica sino con las posibilidades del medio. De ahí la necesidad de adaptar los contenidos al nivel de desarrollo cognitivo y emocional de los estudiantes. El riesgo de introducir textos explícitos sin un marco educativo claro podría generar efectos adversos, como confusión o internalización de estereotipos perjudiciales.
No obstante, requiere un delicado equilibrio entre la libertad pedagógica, el respeto a los valores culturales y la protección del desarrollo emocional de los estudiantes.
Un diálogo abierto entre educadores, padres y estudiantes es esencial para encontrar ese equilibrio.
Primun non Nocere
Lo primero (antes que intervenir) es no dañar
Proverbio médico atribuido a Hipócrates