El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, recibió hoy por primera vez a los representantes de la Mesa de Enlace Agropecuaria, con quienes acordó una agenda de encuentros que comenzará la semana próxima, y los dirigentes del campo abogaron por el restablecimiento de la "credibilidad" en la negociación.
La reunión se realizó en la sede del Ministerio, donde concurrieron los presidentes de Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi; Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Biolcati; Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Carlos Garetto; y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías.
Domínguez les comunicó la metodología de trabajo, con reuniones que se realizarán en el ámbito del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, y les informó que la primera reunión se realizará el martes próximo en el INTA, y que para el jueves 15 de octubre mantendrá un encuentro con el Consejo Federal de Ministros de Agricultura de todo el país.
Asimismo, el ministro, quien en parte del encuentro estuvo acompañado por técnicos del área, les presentó a los dirigentes del campo a Eduardo Serantes, un laico de la Iglesia, titular de la Comisión Nacional Justicia y Paz, en carácter de asesor personal ministerial.
Serantes permaneció sentado al lado de Domínguez durante el encuentro de una hora desarrollado en la sede de la cartera, en Paseo Colón al 900.
El laico es un hombre cercano al obispo de San Isidro, Jorge Casaretto, y a través de la Comisión Justicia y Paz forma parte de la Pastoral Social de la Iglesia; asimismo, en su actividad particular participa de un pool de siembra.
Al salir del encuentro, Garetto, quien ofició de vocero de la Mesa, pidió al Gobierno "reformular la política en el sector agropecuario para devolverle previsibilidad y sustentabilidad".
"No vamos a decir que se cumplieron las expectativas, pero hay que dejar abierta la etapa para recomponer la confianza, restablecer un ambiente de credibilidad que nos permita avanzar en cuestiones que hacen a la urgencia y debatir la política a largo plazo", dijo Garetto.
Consideró que "el ministro está dispuesto a avanzar en todos los temas que hemos dejado planteado", y advirtió que "los plazos los van a ir dando las necesidades del sector".
Además, precisó que "las reuniones continuarán la próxima semana, para comenzar a discutir políticas de largo plazo con reglas de juego claras".
Por su parte, Buzzi evaluó que "el ministro mostró cierto nivel de independencia" en sus intervenciones, y añadió que "parece tener autonomía".
En consecuencia, estimó que "hay condiciones" para negociar, y sostuvo que "si en los próximos 30 días se modifican errores cometidos en materia de política agropecuaria, y se implementan algunas medidas que se requieren, estaremos en el buen camino".
"Es difícil recuperar entre pocos días la confianza que se fue perdiendo producto de las malas políticas de años", remarcó Buzzi, no obstante lo cual señaló que la reunión de hoy "es un buen punto de partida" para la discusión entre el Gobierno y el campo.
En tanto, Garetto subrayó que "un ámbito de confianza se logra con hechos, no palabras", y en ese sentido pidió que "se concreten las reducciones en las retenciones a las exportaciones de trigo y maíz".
A su criterio, "hay que dar señales muy claras", y puntualizó que "se requiere financiamiento para los productores, porque comienza la campaña".
Además, se refirió a la discutida Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA), y sostuvo que "este organismo debe controlar y fiscalizar, no intervenir ni distorsionar precios".
Por su parte, el presidente de CRA, Mario Llambías, evaluó la reunión con Domínguez como "positiva" porque, dijo, el ministro les explicó el trabajo que se está realizando para solucionar la crisis del sector: "ojalá se presenten soluciones en el corto plazo", abogó el ruralista, y destacó que "me parece bueno que se empieza a escuchar a los técnicos".
"Es necesario corregir las políticas fracasadas de este gobierno", enfatizó Llambías.