Suplemento Económico

“El campo está hecho pomada”

La rebaja de las retenciones al agro decretada esta semana por el Gobierno se parece en mucho a un salvavidas pinchado para el sector, tanto como un instrumento cargado de singularidad y urgencia destinado a asegurarse la provisión de dólares para el Banco Central.

Los productores aceptan el convite pero, estima Iván Ordoñez, economista especializado en agronegocios, puede ocurrir que saquen a relucir sus mejores habilidades como tiempistas y liquiden la cosecha en junio, a la espera de mejores precios, lo cual afectaría los planes del Ejecutivo. Todo puede ocurrir.

-¿Cuál es su punto de vista de esta medida de carácter temporal que tomó el gobierno?

-Lo de temporal no lo sé. Yo lo que diría es que no se trata de una medida de largo plazo. Tiene una temporalidad que impacta exactamente en toda la campaña. No la corta a la mitad. Está claramente diseñada con el objetivo de ayudar al productor y que esto a su vez ayude al Gobierno en la recaudación de divisas para fortalecer las reservas del Banco Central. El Gobierno busca asegurarse que para el 30 de junio esté el grueso de la campaña agrícola liquidada.

-¿Se viene una lluvia de dólares?

-No sería tan exagerado afirmando algo como “una lluvia de dólares” porque no va a haber tanto tampoco.

-¿Cuál es la proyección?

-Algo muy importante vinculado a esto es que el Gobierno está diciendo ‘liquidame todo ya’, con fecha tope del 30 de junio. ¿Qué va a pasar? Lo sabemos. Como productor voy a esperar hasta el último o los últimos días para ver si el precio mejora. Sobre todo cuando estoy en un piso de precio hoy. ¿Por qué voy a liquidar hoy a un mal precio si puedo esperar? Es medio raro porque en el esfuerzo de que me liquiden toda la campaña, eso se va a demorar hasta el final. Es un arma de doble filo. Posiblemente la mayoría liquide la cosecha hacia el día 30.

-Es una política que tiene un impacto fiscal. ¿Qué lectura hace de esto?

-Es una cuestión de magnitudes. Están dando lo máximo que pueden dar sin poner en juego el superávit fiscal. Los productores, claro, necesitan más. Está claro que el Gobierno ahora da lo que puede. Además, siempre demostró que las cuestiones sectoriales le son irrelevantes. No le importa en absoluto lo que pueda pasarle a un sector en particular. Los pilares del programa económico son el atraso cambiario y el equilibrio fiscal. Si no te gusta, votá a otra persona. Eso no se toca. Evidentemente lo que habrán visto es que con la suba de la actividad tendrán mayor recaudación. El sector está hecho pomada. Dijeron soltemos un poco de este superávit fiscal. Dan lo que pueden según su margen para seguir holgados con el superávit. Es tan poca la ayuda porque justamente no quieren poner en riesgo el superávit fiscal. Una cosa es lo presupuestado y otra la verdad.

-¿Cómo está y qué necesita el campo argentino?

-Resumiendo: en el mundo todos los productores agrícolas están mal porque la soja cayó un 40%. Eso sólo ya explica todo. Pero no sólo eso, sino que China que supo crecer hace dos década al 12%, hoy hace cuatro años que no supera el 5%. Y en los próximos años no lo superará tampoco. Ya sólo eso marca un techo de la demanda. Del lado de la oferta, Brasil produjo 154 millones toneladas en 2024 y este año serán 172. Fue record histórica de Brasil. De soja, Brasil produce 20% más que todos los granos de Argentina. El mundo está inundado de soja. Sobra soja porque China no compra más y la cosecha de Brasil es récord.

-Habrá, me imagino, factores internos que también afectan.

-Argentina es irrelevante en el proceso de formación de precios de la soja. Antes lo que pasaba con la producción argentina era importante y hoy es casi irrelevante. Nos puede ir muy mal y el precio de la soja no se va mover. La triada precio de soja-tipo de cambio-retenciones no da más. Por eso el gobierno lo toca. No puede modificar el precio internacional y si toca el tipo de cambio toca a toda la economía argentina. Por eso modificaron las retenciones. El campo, como mínimo, necesita que se levanten las retenciones.

-¿El Gobierno podría tomar esto como una experiencia piloto y finalmente quitar las retenciones?

-No la veo. Son importantes para lograr el superávit fiscal. No es un impuesto más. Pueden sacar el impuesto al cheque, pero las retenciones no creo.

EMERGENCIA

-En el último mes algunas empresas agropecuarias entraron en crisis y defaultearon su deuda. ¿Por qué ocurrió esto?

-Cuando el productor la pasa mal, los que le venden al productor también la pasan mal. Le venden glifosato, sí. Pero, ¿qué le venden en realidad? Le venden crédito. Captan fondos de afuera del agro para prestárselos al agro en formato de insumos. Si el productor no paga los insumos porque cayó 40% el precio de la soja, ¿cómo le paga la empresa a los acreedores? Se rompe la cadena. Había mucha gente que en la incertidumbre tenía que planear el año, con la película de Milei hablando de dolarizació. Todo muy raro y loco. ¿A cuánto iba a estar el dólar cuando dolarizaran? Salieron a comprar stocks y esos stocks estaban a un precio que también se derrumbó. El glifosato sale 40% menos que a principio de la campaña. Las empresas tienen mucho stock pero si los venden, pierden. Es una situación muy difícil.

-Ampliando el foco del análisis. ¿Hay otra lógica en la manera de manejar la economía a partir de la asunción de Javier Milei?

-Los 20 años del kirchnerismo, con el intento de Macri de arreglar el problema, fueron años donde la inflación y la devaluación ocultaban la discusión que la economía tenía en 1999. Nos tomamos una vacaciones largas de 20 años. Este modelo sincera la realidad. Nos enfrenta al espejo cruel de lo que realmente somos. Sin inflación y devaluación, ¿tengo buenas rutas, buenos puertos, se corta internet? ¿La legislatura de Salta puede tener cientos de diputados? Nos dejamos de hacer esas preguntas. Imprimíamos plata. Así terminamos con 211% de inflación anual. Lo paradójico es que esta forma de vida tampoco es sostenible. Si miramos el archivo, los tractorazos a De la Rúa, el pedido de mejores rutas, tenía como reclamo principal contar con tasas de interés que reflejaran que un peso vale un dólar. Hoy estamos en términos parecidos pero la tasa de interés no hace viable hacer negocios en la Argentina. Típica pregunta argentina es: ¿lo táctico que hiciste para destrabar el problema es lo estratégico para seguir haciendo esto en el resto del gobierno? Cuesta mucho cambiar y los gobiernos se enamoran de sus políticas. Espero que el país algún día tenga una senda crecimiento sostenida que nos permita acumular capital.