Deportes
La lupa sobre el deporte
El Pato se volvió a poner el saco verde
El golf es un deporte de caballeros. El silencio, la confianza en el adversario y el respeto, son valores que rigen su práctica. También la historia. Este jueves se puso en marcha la edición número 89 del Masters de Augusta, el mayor torneo que existe a nivel mundial. Angel Cabrera, en 2009, lo ganó. Fue el único argentino que alcanzó la hazaña que ni siquiera el gran Roberto De Vicenzo había conseguido. Después, el cordobés no supo o no pudo mantener su prestigio: cayó en desgracia, estuvo preso casi dos años por violencia de género. Pero el Pato salió, volvió a la alta competencia y disparó la polémica.
El torneo, el más tradicional, el que sueñan ganar todos los golfistas que tienen aspiraciones una vez que logran meterse en el circuito grande, arrancó nuevamente. Y cuando muchos pensaban que Cabrera no iba a ser más de la partida, no solo tuvo la chance de salir del tee desde el primer hoyo como cualquiera de sus competidores sino que participó, la noche anterior al estreno, de la cena de gala que brinda la organización a los campeones. Se trata de una comida exclusiva con la que se agasaja a todos los que alguna vez se pusieron la chaqueta verde. El saco de ese color es otra de las tradiciones que tiene el certamen. Es una especie de manto sagrado con el que se distingue al campeón de cada edición. Si alguna vez el golfista lo lució, a partir de ese momento es invitado de por vida a la competencia. Ya no debe revalidar credenciales ni clasificarse por el ranking ni por haber ganado otro certamen. Desde ese momento siempre podrá jugarlo. Salvo que decida no hacerlo o… que esté preso.
INVIERNO DE 2021
En el invierno de 2021, cuando el mundo empezaba salir de la pandemia, el Pato Cabrera fue condenado a dos años de prisión efectiva por violencia de género. La justicia lo encontró culpable del delito contra su ex pareja Cecilia Torres Mana. La mujer lo acusó de haberla insultado y golpeado en más de una oportunidad. Incluso, aportó pruebas a la causa: hubo videos en los que se vio a Cabrera maltratándola y fotos de moretones de la víctima. El deportista fue imputado por lesiones. Pero hubo más. Otra de sus ex, Micaela Escudero, también lo denunció por el mismo delito y obtuvo una orden de restricción para que no se le acercara.
El famoso golfista nacido en la localidad de Villa Allende fue detenido en Río de Janeiro cuando estaba prófugo. Pesaba sobre él un pedido de captura internacional y debió cumplir su castigo en la cárcel de Bouwer, en Córdoba. Además de la detención, fue obligado a realizar un programa de rehabilitación. Tuvo que hacer terapia psicológica, superar su adicción al alcohol y pedir perdón.
Cabrera salió, bajo libertad condicional, en agosto de 2023. “Muchos dicen que la cárcel es mala, pero a mí me hizo bien. Ya no busco culpables. Mientras estuve detenido, me di cuenta de lo que hice. Hubo noches en que le agradecí a Dios mi encarcelamiento”, declaró el Pato luego de pasar más de dos años bajo las sombras. En declaraciones a prestigiosa revista Golf Digest, reconoció que tuvo “errores graves” y que ahora ya “no puedo borrar lo que hice. Lo único que puedo hacer es seguir adelante y hacer algo diferente”.
CAMBIO DE IMAGEN
Desde entonces, el cordobés de 55 años intenta cambiar su imagen. En diciembre de 2023 fue autorizado a disputar otra vez torneo organizado por el PGA Tour y quiso estar en el Masters de Augusta el año pasado, pero en esa oportunidad Estados Unidos le negó la visa para viajar. Este año sí se la otorgaron a pesar de las críticas y las quejas de organizaciones que luchan por los derechos de las mujeres y que repudiaron su regreso al circuito.
Jamie Klingler, una de las voces cantantes de Reclaim These Streets, un grupo británico de defensa de los derechos de la mujer, se mostró molesta por la vuelta de Cabrera al circo. “Parece que mientras los deportistas masculinos puedan sobresalir golpeando una pelota, excusamos que esos mismos hombres golpeen a las mujeres”, le dijo Klingler a la BBC en una nota que fue levantada por la agencia de noticias internacionales AFP. Después de De Vicenzo (el golfista más importante de la historia argentina, quien también es considerado uno de los más grandes deportistas del país), aparece Cabrera. El cordobés es el único que ganó dos majors (existen solo cuatro contando Augusta, que es el más importante de todos). Antes del Masters se había quedado con el US Open 2007, cuando relegó el increíble Tiger Woods al segundo puesto y se convirtió en el único sudamericano en ganar ambos torneos.
REINSERCION
Hoy, ya lejos de aquellos laureles, Cabrera asegura que quiere reinsertarse en la vida y en el mundo del golf. Ya salió a la cancha y es probable que le cuesta más de la cuenta acercarse a aquel jugador privilegiado de hace quince años. La vida le está dando otra oportunidad y lo sabe. “Respeto la opinión de la gente que dice que no debería estar acá, en Augusta. Cada uno tiene su forma de opinar. Yo creo que lo merezco”.
En cuanto a su desempeño tras el primer día del Masters, el cordobés demostró que su talento está vivo. Terminó con cuatro golpes sobre el par de la cancha en el primer recorrido. Y se dio el lujo de llevarse todos los aplausos en el par tres del hoyo 4, cuando firmó un birdie tras rozar el ¡hoyo en uno! Pero luego hizo bogey en el quinto, octavo, décimo, duodécimo y decimoquinto y terminó la primera ronda con 4 sobre el par.