El papa Francisco transmitió hoy a los obispos argentinos que "por un problema de agenda" no viajará al país en junio de 2016 para presidir el Congreso Eucarístico Nacional en Tucumán, pero podría hacerlo hacia fin de ese año.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, informó que el pontífice remitió una carta a los prelados en la que manifestó su pesar por no poder regresar a la Argentina para asistir a ese acontecimiento religioso.
"El viaje no puede ser por un problema de agenda. El agradeció mucho la invitación y desea venir, pero los compromisos, agenda y los viajes programados no le permiten su presencia física", precisó.
Sin embargo, el arzobispo de Santa Fe destacó los "deseos" de Jorge Bergoglio regresar a su tierra natal por primera vez desde que fue elegido Papa en marzo de 2013, para encontrarse con "gente amiga".
Asimismo, indicó que Francisco se comprometió a acompañar "espiritualmente" tanto la preparación y el desarrollo del Congreso Eucarístico Nacional previsto en Tucumán.
En rueda de prensa en la casa de ejercicios El Cenáculo-La Montonera de Pilar, donde desarrolló la asamblea plenaria del Episcopado, Arancedo dejó entrever la posibilidad de que Francisco viaje al país en otro momento de 2016, cuando emprenda una gira que puede incluir Chile, Uruguay y Paraguay.
"No va a venir en esta fecha, eso no quita que pueda venir en otro momento, pero no tiene fecha", sostuvo el prelado santafesino.
Arancedo informó, además, que los obispos le enviaron una carta al Papa para recordar los 30 años de acuerdo entre la Argentina y Chile por el diferendo limítrofe por el Canal Beagle.
El presidente del Episcopado destacó que aquel acuerdo, gracias a la mediación del entonces papa Juan Pablo II, "ha marcado ejemplarmente el camino de la superación de conflictos", y agregó: "Aquel acontecimiento es un ejemplo a nivel de la historia de la política internacional de cómo superar un conflicto que ya estaba armado".
En el marco de la rueda de prensa, Arancedo presentó al cardenal Mario Poli (Buenos Aires) y al arzobispo Mario Cargnello (Salta) que lo acompañarán en la comisión ejecutiva elegida el martes para el período 2014-2017.
Arancedo dio un detalle de los temas abordados durante el plenario electivo y afirmó que los obispos no darán a conocer una declaración sobre la realidad del país.
El prelado ratificó que la Iglesia considera necesario "avanzar en la reconciliación entre los sectores, es el desafío que tenemos" y aseguró que en ese camino urge fomentar "la amistad social, la concordia y el diálogo".
Mientras que Poli valoró el tarea misionera de la Iglesia, sobre todo en las diócesis de la región Buenos Aires, Cargnello reiteró la preocupación de los obispos por el avance de las drogas y el narcotráfico.